Un año para divorciarme -
Capítulo 108
Capítulo 108:
Hugo se encontraba en una reunión cuando Alejandro interrumpió diciendo que era una llamada importante, no perdió tiempo y de inmediato salió a conversar con su esposa.
Escuchar su voz fue suficiente para calmar sus inseguridades, no se lo había confesado a Sara, pero verla en las noticias abrazada a otro hombre le provocó unos celos terriblez, por no hablar de los rumores de boda, pero luego que ella le explicará su plan, él se sintió mejor, sabía que no debía desconfiar de ella, pero el no mandaba en sus emociones.
Hugo decidió esperar y seguir las instrucciones del plan de Sara , todo debía salir bien para poder estar juntos nuevamente.
Luego del Centro comercial Sara y Nadia fueron a la cede principal del Grupo Ferrán, una empleada las recibió en la recepción y las acompañó hasta el piso 39 donde sería la oficina de Sara, el edificio era de 40 pisos así que dejarla en un nivel inferior a él, era la forma que tenía Andrés de mostrarle a su hermana quien mandaba ahí, a Sara no le preocupó, de hecho, le gustó la oficina, tenía una vista asombra y los más importante, no era rosada.
Un rato más tarde Nadia entró y le informó que había una reunión importante, de la que convenientemente se habían olvidado de avisarle. A Sara no le asombró que la excluyeran, estaba preparada para ello, así que sin importarle, se preparó y fue directo a la sala de reuniones, toco la puerta y entró sin esperar respuesta.
La habitación era amplia con una larga mesa en el centro y sentados alrededor estaban todos los directores y altos ejecutivos de la empresa, mientras que en la cabeza de la mesa se sentaba su hermano con un impecable traje negro, su rostro se puso serio al verla. Ninguno de los ejecutivos se puso de pie al verla entrar. como era normal que sucediera cuando estaban en presencia de alguien de un rango mayor, era una muestra de respeto. Sara sonrió.
“No, por favor, no se levanten, no hace falta” les dijo con ironía.
“Veo que había reunión, al parecer mi invitación se perdió en el camino, pero para ahorrarle las molestias aquí estoy” todos se mantuvieron en silencio, la tensión era palpable.
“Si ya terminaste con tu gran entrada podemos volver a la reunión” rugió su hermano.
“Claro, no se preocupen por mí, prometo portarme bien y ser un fantasma, ni siquiera van a saber que estoy aquí, adelante pueden seguir” su hermano suspiró, Hizo un gesto con la mano indicando a nadie en concreto que prosiguieran.
Sara miró a todos los presenten y se percató que era la única mujer en la sala, como era de esperarse el machismo reinaba.
Ella sacó una de las sillas que se encontraban en un lado de la mesa y la arrastró hasta el otro cabezal, quedando frente a frente a su hermano.
“Ups lo siento” aseguró, aunque su sonrisa decía lo contrario. Uno de los ejecutivos comenzó a hablar nervioso para terminar la tensión.
“Como les estaba contando, ya los planos para la nueva petrolera están listos, pero aún no hemos recibido la confirmación de ninguno de los países con los que hablamos para comprar los yacimientos. De continuar así nos veremos en la obligación de comprarle petróleo a alguien más y comenzar la importación”.
“Yo puedo ayudar en eso” interrumpió Sara.
“Como todos ustedes ya sabrán, estoy comprometida con el Príncipe Ali y él me dijo que nos podía vender uno de sus yacimientos, siempre y cuando yo me encargue de todo”.
Se escucharon murmullos en la sala, su hermano la atravesó con la mirada, no entendía en qué momento Sara y el príncipe había hablado de negocios.
“Está bien, encárgate de todo, pero si algo sale mal, tú debes responder por ello” habló su hermano y ella respondió con un tono despreocupado.
“Claro, no te preocupes deja todo en mis manos”.
“Espero estés a la altura, ahora, cambiemos a otro asunto”.
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