Tu y yo, para siempre
Capítulo 688

Capítulo 688:

Pehry ha tenido relaciones con muchas mujeres. Por eso, sólo utiliza el término «novia» para llamar a la mujer que está con él. No es nada especial para él.

Sin embargo, al pensar que Jasmine es su novia, se siente nervioso, con el corazón latiéndole deprisa.

¡Para!

¡No eches chispas!

De repente, Pehry da un paso atrás y se da la vuelta. No tiene ni idea de por qué se siente así.

Jasmine está aún más confusa, pero oye su última frase.

Quiere que sea su novia.

Aunque esta palabra sólo es habitual para Pehry, para Jasmine es la primera vez que la oye.

Nunca ha sido novia de nadie, ni quiere serlo.

Durante unos minutos, se siente intimidada por su temple, pero rápidamente recupera el sentido y le pregunta seriamente: «Señor Pehry, ¿Sabe lo que significa novia?».

Pehry deja de pensar en la complicada emoción. Y su corazón sigue ardiendo con fuego entusiasta. Sonríe y dice con malicia: «Jasmine, ni siquiera has estado enamorada. ¿Quién eres tú para discutir conmigo? Cuando yo salía con alguien, tú aún eras una niña estúpida».

«…» Jasmine ignora esas duras palabras e intenta mantener la calma. «Nunca he estado enamorada, pero eso no significa que no sepa lo que es el amor. Sé que has salido con muchas mujeres, pero sigues estando solo. Lo que quiero es sencillo. Espero que mi novio esté siempre ahí para mí. Y yo también para él. Señor Pehry, es obvio que tenemos opiniones diferentes sobre esto. Tú sólo quieres más mujeres. Así que, lo siento.

No puedo estar contigo».

Pehry se burla: «No esperaba que fueras tan responsable».

Jasmine no transige en absoluto. «Los adultos debemos ser responsables de nuestras decisiones».

«¡Qué testaruda eres! Cuando te enamores, sabrás que el amor no tiene sentido. La prueba está en el pudin».

Jasmine le mira sin decir nada.

Pehry también la mira con sus grandes ojos brillantes. Desde el principio, sabe que esta chica es diferente de las demás mujeres, pero no esperaba que lo fuera tanto.

Los trucos que ha utilizado con las otras mujeres son inútiles con ella. Ella está decidida a rechazarle, pero cuanto más la ve clavarse en sus talones, más desea conseguirla.

Al pensar en el día en que Jasmine se vuelva atenta y cariñosa y confíe mucho en él, Pehry se siente encantado.

Hay un aura especial en torno a ellos dos. Pero, para ser precisos, todo proviene de Pehry.

Aunque Jasmine se ha esforzado por parecer más poderosa, sigue sin ser rival para él.

Todo el mundo se siente invisible cuando está con Pehry. Es demasiado poderoso y atractivo.

Pero a Jasmine eso no le importa, ya que sólo quiere dejar clara su relación.

Tras un momento de silencio, Pehry vuelve a su lado. Él es mucho más alto, por lo que ella parece bastante menuda en comparación.

La sonrisa de Pehry se desvanece un poco. Jasmine se sorprende al reconocer sinceridad en sus ojos. «Jasmine, ¿De verdad quieres tirarme?».

«…»

Su repentina pregunta pilla desprevenida a Jasmine.

No hay necesidad de preguntar. ¿No es obvia la respuesta?

Jasmine no contesta, por lo que Pehry piensa que debe haberla consentido. «Aquí tienes una forma de hacerlo. Sé mi novia. Te prometo que no te tocaré. Nos llevaremos bien durante un mes. Si para entonces sigues sin querer estar conmigo, no te molestaré más».

Jasmine se queda paralizada mientras parpadea con los ojos llorosos. «Tú, ¿Qué crees que es el amor? No es un trato…».

«Pero ni tú ni yo transigiremos. Ésta es la mejor opción, ¿No?».

Jasmine se queda sin palabras. Lo mejor es que se rinda. ¿Cómo puede acabar así…?

«¿Cómo es?» Al notar que no dice nada, Pehry sabe que está confusa, pero él debe hacer que lo esté más. «Quieres que todo esto termine, ¿Verdad? Te estoy dando una oportunidad, de lo contrario seguiremos pasando el rato aquí. De todos modos, no me rendiré».

Jasmine por fin se da cuenta de que sus palabras no tienen sentido. Se le queda mirando con los ojos muy abiertos. «Tú… ¿No puedes conseguir que lo haga otra persona?»

Pehry se pone la mano en el pecho. «¿Cómo puedes pedirme que vaya a otra persona? Me has hecho daño».

«…»

Al notar que vuelve a callarse, Pehry deja de hablar y sigue caminando hacia delante. «Olvídalo si no quieres. A mí me da igual si seguimos llevándonos así…».

A Jasmine lo que más le asusta es estar con Pehry como hoy. Se apresura a coger a Pehry por la manga, pero pronto la suelta. Dice ansiosa: «Tú… ¿Puedes darme un segundo?»

«No». Pehry se niega rápidamente. «Sólo dime si estás de acuerdo. No hay nada que averiguar en este momento».

«Pero no puedo tomar una decisión precipitada en un asunto tan importante».

Al darse cuenta de que está avergonzada, Pehry piensa que es ridículamente mona. Su corazón se ha ablandado, pero sigue poniendo una mirada fría mientras se encoge de hombros. «No pasa nada. Como no puedes decidirte, seguiremos igual que antes».

No hablan el mismo idioma. Jasmine tiene muchas ganas de marcharse, pero al pensar en sus palabras, no se atreve.

Le preocupa enredarse demasiado con Pehry. Vienen de mundos diferentes. Jasmine se siente muy insegura cuando se relaciona con una persona así.

Pero si no acepta, teme que él siga molestándola.

Un mes pasará muy deprisa.

Está muy segura de que no sentirá nada por Pehry. Después de este mes, ya no habrá nada entre ellos.

Cuando pasa por la mente de Jasmine, le llega la respuesta.

Cuando vuelve a levantar la vista, ya ha cambiado de opinión. «¿Y si faltas a tu palabra?»

«Nunca falto a mi palabra». Pehry teme que ella no le crea, así que continúa: «Si no me crees, puedo pedirle al abogado que te haga una declaración legal. Todo está arreglado, ¿No?».

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