Tu y yo, para siempre
Capítulo 316

Capítulo 316:

Sus palabras consiguieron que Rex se quedara helado. Sin soltar el teléfono, Rex levanta la vista y mira directamente a la puerta. «¿Qué sabes?»

Al oírlo, Jade sabe que ha llegado el momento de vengarse. Da un paso adelante y entra en la casa. «Conozco todas las conspiraciones y trucos».

Rex agacha la cabeza para editar un mensaje antes de enviarlo. «Sólo tienes quince minutos».

«Suficiente». Desde que se atrevió a venir hoy aquí, Jade no esperaba que después pudiera estar a salvo. Espiando a Marina por el hospital durante tanto tiempo, por fin la sigue hasta aquí y no va a desaprovechar esta pequeña oportunidad.

Jade quiere contar todo lo que sabe, ¡Incluso a costa de su vida!

Por otra parte, Marina no puede dejar de temblar y siente escalofríos, sabiendo que hoy es su perdición cuando aparezca Jade.

La rodea una sensación de desesperación, que es como estar al borde de un precipicio.

«La muerte de Melly te conmociona, ¿Verdad?». pregunta Jade con voz ronca, como si tuviera que gastar todas sus fuerzas para pronunciar cada palabra. «Crees que Melly era la abuela de Marina, su último pariente en este mundo, así que niegas inconscientemente la posibilidad de que ella sea la asesina. Pero no debiste imaginar que antes de que trasladaran a Melly, Marina me pidió que fuera al hospital anterior para investigar el estado de Melly. Sabía que Melly se estaba muriendo y así lo planeó todo, dejando que Melly muriera antes de tiempo, al igual que Lily».

Las palabras de Jade son como una bomba que estalla en la mente de Rex. Toda su cordura salta por los aires. El hombre se pone rígido. Una idea horrible acude a su mente. Pregunta con severidad: «¿Qué más sabes?».

«También sé que hay un hombre llamado Charles en el Primer Hospital Afiliado de la Universidad J. Él fabricó el veneno DH23 y me lo dio en persona. A petición de Marina, evité la vigilancia y lo escondí en un rincón del jardín trasero».

Jade se ríe y dice con voz terrible y rasposa. «En cuanto a por qué me pidió el veneno, creo que ya conoces la respuesta».

«¡Y una mierda! No sé nada de DH23 ni de veneno. ¡No me calumnies! Ahora Lily estaba muerta, ¡Y no tienes ninguna prueba!» espetó Marina.

«Ja, cuando estaba viva, tampoco sabía por qué iba a morir». Pensando en Lily, que una vez fue su amiga y más tarde se convirtió en su rival amorosa, Jade cierra los párpados. «Marina, eres la mujer más despiadada. No debí creerte en su momento. ¿Cómo va a cumplir su promesa una mujer que se atrevió a matar a su abuela?”.

“¡Cállate!»

A Jade le da igual lo que le ocurra a Marina a continuación. Se vuelve para mirar a Rex. «Admito que la razón principal por la que cooperé con ella fue evitar que me detuviera la policía nacional e irme al extranjero a disfrutar de mi vida con una fuerte suma de dinero. Sin embargo, ella nunca quiere dejarme marchar. Así que hoy te lo contaré todo, aunque me cueste la vida. No tengo por qué mentir».

Marina levanta la vista y se encuentra con su mirada. El fuego de la hostilidad en sus ojos oscuros puede reducirla a cenizas.

Es la primera vez que ve la intención asesina en sus ojos. Sí, es una intención asesina. El hombre está ansioso por matarla.

Marina sacude la cabeza temblorosamente. «No… Rex, confía en mí. Yo no he hecho nada.

Ella inventó todo esto. Son tonterías».

«¿Tonterías?» La defensa de Marina es la gota que colma el vaso para Jade. No ha ganado nada, sólo una cara desfigurada y una voz terrible. No tiene escrúpulos. Incluso consiguiendo una fuerte suma de dinero, no tiene ninguna esperanza en la vida.

Hace tiempo que Marina arruinó su vida. Estar viva con esta apariencia es peor que la muerte.

«Contrataste a un asesino profesional para asesinarme, para cortarme las cuerdas vocales. ¿Crees que no pasa nada si pierdo la voz?». Jade parece enloquecida, riendo con voz penetrante. «El único fallo de un plan perfecto, el único fallo… ¿Por qué te equivocaste en un momento crítico? ¿De verdad creías que no estaba preparada? Dijiste que no te habías involucrado. Bien, escuchemos esta grabación. Debes saber quién habla».

Entonces Jade saca de su bolsillo una grabadora de voz reproducida, plateada y de cinco centímetros de largo. Pulsa el botón; inmediatamente sale una voz familiar-.

«¿Has conseguido esa cosa?»

«Sí».

«Vale, intenta poner esa cosa en la esquina suroeste del jardín trasero de este hospital, yo la cogeré».

Jade se inquieta: «¿Hay alguna cámara de vigilancia?”.

“Es un lado ciego, no hay cámara, y yo la observaría».

…

Llega una voz extremadamente familiar, y Marina se estremece con el rostro ceniciento, como un fantasma, de pie, con frialdad. Puede oír claramente cómo su sangre fluye a través de los vasos sanguíneos hasta el corazón y luego libera una enorme presión sobre sus extremidades después de que los ventrículos se contraigan.

Sabe que esta vez no puede zarandearlo fácilmente.

No es una conversación larga. Hasta que, al final, oye su voz-.

«Este asunto terminará pronto. Si termina, puedes huir».

«Es muy tóxico. ¿Qué quieres hacer?» En ese momento, la voz de Jade era normal.

«No te preocupes. No voy a matarla. Sólo la estoy utilizando para matar a otra».

Cada palabra cae en sus tímpanos con claridad, como canicas que rebotan en el suelo repetidamente. Hay un silencio sepulcral en el aire. Sus palabras resuenan en la enorme villa.

No voy a matarla. Sólo me sirvo de ella para matar a otra.

Está bastante claro.

Marina siente frío, como si la bañara una palangana de agua helada. La fuente de la frialdad no es otra persona, sino el hombre que se acerca a ella paso a paso.

Ese rostro encantador no ha cambiado en absoluto, pero ella siente algo diferente, algo aterrador.

Mirando a la mujer que cae al suelo, Rex está desesperado por masacrarla. Nunca había odiado tanto a una persona.

Cultiva a un demonio para que haga el mal.

Tantos años de esfuerzo y cuidado prueban esta frase.

El corazón de Rex está empapado de aceite, duro y mudo. Caminando hacia ella para mirarla, emite el último juicio. «Tú lo hiciste». No es una pregunta, sino la afirmación tranquila de un hecho.

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