Sus mil secretos
Capítulo 972

Capítulo 972:

Pronto, los demás estudiantes, aparte de los que se sentaron para el examen, estuvieron todos sentados, y sus padres empezaron a entrar en el auditorio.

Cecilia arrastró a Susanne hasta los asientos del centro.

Habiendo pasado toda la tarde de compras con Cecilia, Susanne dejó escapar un suspiro cuando por fin pudo sentarse.

Cielos, ¡Las piernas me están matando! ¡Ya no soy tan joven como antes! pensó Susanne antes de que las luces del auditorio se encendieran de repente.

El director subió al escenario con un micrófono en la mano y dijo, «Antes de comenzar la gala benéfica de esta noche, tendremos una pequeña actividad protagonizada por una de nuestras alumnas. Arielle Moore, de la clase preparatoria, ha sacado un sobresaliente en el examen con notas completas en todas las asignaturas, pero el Señor Baxter ha cuestionado esos resultados. Después de llevar a cabo una discusión con los profesores, hemos llegado a la decisión unánime de hacer que el Señor Baxter examine públicamente a Arielle para determinar si es realmente capaz de obtener esas puntuaciones perfectas.»

Justo cuando Susanne pudo por fin relajarse un poco, se puso nerviosa y se tensó tras escuchar eso.

«¿Has oído eso, Susanne? Es una decisión unánime de los profesores. ¡Parece que a los demás profesores también les parece que las puntuaciones de Arielle son demasiado perfectas para ser ciertas!» dijo Cecilia con una risita.

Susanne se limitó a fruncir los labios y guardar silencio.

Al notar que no respondía, Cecilia se puso a sonreír y continuó: «¡Sinceramente, Arielle es una estúpida! La mayoría de la gente, como mucho, copiaría las respuestas de algunas preguntas y haría el resto por sí misma, ¡Pero ella se adelantó y se abrió camino hasta obtener una puntuación completa! A estas alturas, ni siquiera estoy seguro de si es demasiado inteligente o demasiado estúpida para su propio bien. Sin embargo, es muy divertido».

«¡No creo que sea justo llamarla tramposa hasta que se conozcan los resultados!» exclamó Susanne con el ceño fruncido.

Cecilia se encogió de hombros. «Ya que insistes en verlo así, entonces supongo que esperaremos a los resultados».

Los demás alumnos del auditorio también empezaron a discutir entre ellos después de escuchar lo que dijo el director.

«¿Arielle realmente hizo trampas para obtener las máximas puntuaciones?»

«No lo creo. Ningún tramposo sería tan tonto como para ir a por las puntuaciones máximas en las cuatro asignaturas».

«Aun así, parece un poco extraño. He oído que la clase preparatoria tiene unos exámenes bastante difíciles para el examen, y ella se las arregló para obtener puntuaciones perfectas en las cuatro asignaturas… es un poco difícil no encontrar eso un poco sospechoso…»

«Yo también lo creo. También he oído que se salta las clases muy a menudo, así que no parece posible que obtenga unas notas tan perfectas se mire por donde se mire.»

El auditorio no tardó en volverse increíblemente ruidoso con toda la cháchara que había de fondo.

El director tocó el micrófono y dijo: «¡Silencio, alumnos! Ahora, sin más preámbulos, haremos que el Señor Baxter escriba las preguntas. Arielle, por favor, prepárate para responder a las preguntas. Hemos preparado una pizarra para ti aquí, así que puedes usarla para hacer tus cálculos».

«No es necesario. Responderé a las preguntas desde aquí», respondió Arielle sin levantarse de su asiento.

«¿Quieres decir que piensas hacer los cálculos en tu cabeza? ¿No vas a utilizar la pizarra para nada?», preguntó sorprendido el director.

Arielle asintió. «Así es».

Como estaba sentada en el centro, le resultaría complicado llegar al pasillo y caminar hasta la pizarra de enfrente.

Para sorpresa de Arielle, su respuesta hizo que todo el auditorio se alborotara.

«¿Qué? ¿Va a hacer todos esos cálculos en su cabeza?».

«¡Dios mío, debe ser un verdadero genio!»

«Creo que deberíamos mantener nuestras expectativas bajas hasta que empiece a responder a las preguntas».

«Sí, estoy de acuerdo. Si realmente fuera una tramposa, seguro que la descubrirían pronto. Dañaría mucho la reputación de la universidad si se supiera». Wendy no pudo evitar soltar una sonrisa al escuchar lo que dijo Arielle.

La justicia puede llegar tarde, ¡Pero nunca faltará!

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