Sus mil secretos
Capítulo 931

Capítulo 931:

Por desgracia, los ingredientes eran insuficientes, y Arielle no tuvo más remedio que pedir la ayuda de Sasha y Blake.

Los tres, junto con algunos otros guardaespaldas, trabajaron toda la noche hasta que hicieron suficientes ravioles para cien personas.

«Muy bien, eso servirá», murmuró Arielle mientras estiraba sus extremidades. Con todo guardado en el congelador, se giró hacia Sasha y Blak e. «Me voy a la cama. ¿Por qué no hacen ustedes lo mismo? De todos modos, hay mucha gente de guardia. Además, seguiré necesitando su ayuda mañana».

«¡Está bien!» Exclamó Blake con alegría. Puede que no haya probado los raviolis, pero después de ver a Arielle preparar los ingredientes, ya estaba salivando por ellos.

¡Estoy seguro de que tendrán un sabor divino!

Arielle volvió a su habitación y, tras lavarse, decidió encender las velas terapéuticas que le habían regalado los Wilhelm.

Al poco tiempo, se quedó profundamente dormida.

Sin saberlo, una figura alta había aparecido de repente en la entrada de la mansión Ma ple.

A pesar de las instrucciones de Arielle, Sasha había insistido obstinadamente en hacer guardia mientras conseguía que Blake se retirara a dormir.

Al final, su guardia apenas había comenzado cuando un visitante inesperado se acercó.

Los ojos de Sasha se iluminaron ante el rostro familiar que tenía delante. «¿Jefe?»

Sorprendida pero feliz, se acercó rápidamente a recibir a Vinson con dos guardaespaldas a cuestas.

Ella no creyó a los otros

guardaespaldas antes cuando informaron que Vinson podría haber regresado. Pero no w que ella lo había visto con sus propios ojos, no había error alguno.

Era Vinson Nightshire en carne y hueso.

Aunque llovía mucho en Horington, el cielo de Jadeborough estaba despejado y salpicado de estrellas.

Y si no fuera porque la tormenta eléctrica retrasó su vuelo, Vinson habría llegado a casa una hora antes.

Reconoció a su personal con una inclinación de cabeza antes de mirar hacia la habitación de Arielle.

Su habitación está a oscuras y en silencio. Supongo que está profundamente dormida.

Sabiendo lo que Vinson estaba mirando, Sasha habló. «La Señorita Moore acaba de quedarse dormida. ¿La despierto?»

«No», respondió rápidamente Vinson. «Sólo quería verla. Me iré dentro de un rato».

Los ojos de Sasha se abrieron de par en par, sorprendida.

«¿Has venido hasta aquí para ver a la Señorita Moore?».

«Sí. Si no, no estaré tranquilo. Por cierto, nadie debe decirle que he vuelto. No quiero que me regañe por ello».

«Um… ¡Entendido!» Sasha respondió, sin saber qué hacer con la situación.

Todo lo que sabía era que, si alguna vez hubiera una competición para el mejor marido del mundo, Vinson estaría justo en la cima.

«Voy a subir a echar un vistazo. Continúa con tu guardia».

«¡Sí!»

Con eso, Vinson entró en la mansión y subió las escaleras hacia la habitación de Arielle.

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