Sus mil secretos
Capítulo 826

Capítulo 826:

El subcapitán se sorprendió. Inmediatamente se disculpó: «Lo siento. No le hemos prestado atención».

Vinson guardó silencio. Se agachó y recogió algo que tenía delante. «¿Son estas sus escamas de piel? Eso es mucho».

«No, no lo son». El rostro de Arielle se volvió serio. «Estas escamas de piel proceden de una máscara facial hiperrealista».

Vinson frunció el ceño al instante. «¿Quieres decir que Cindy podría haber salido de Jadeborough utilizando una identidad falsa?»

Arielle asintió y suspiró. «La gente que puede producir piel humana artificial debe ser experta en la antigua medicina chana. Ni siquiera la persona a la que mis padres adoptivos llamaban maestro poseía esta habilidad. Siempre pensé que era una maestría perdida hace mucho tiempo, pero la persona que rescató a Cindy me demostró que estaba equivocada. Debe ser alguien extraordinario».

Vinson se giró hacia el subcapitán y le dijo en tono serio: «Que todos los que estén en todas las puertas de salida presten atención a Cindy Moore. Puede que haya realizado un cambio facial».

Arielle interrumpió. «Pero no es posible que esté comprobando las caras de todos los pasajeros, ¿Verdad? Por qué no…»

Entonces bajó la cabeza y empezó a comprobar los vuelos.

«¿Eh?» Vinson se fijó mejor en lo que estaba haciendo.

Arielle señaló dos vuelos y explicó: «Leí en los libros y me enteré de que los materiales utilizados para hacer la máscara comenzarían a desintegrarse en cinco horas. Como Cindy ha pasado por un cambio de cara, seguro que querrá salir del país. Estoy segura de que elegirá el país más cercano a Chanaea».

Al oír eso, Vinson abrió inmediatamente el software del sistema y empezó a comprobar todos los vuelos. «Supongo que tomarían el vuelo de las nueve de la mañana a Manchernius o el de las nueve y media a Minalur».

Arielle asintió. «Creo que sí».

«Entendido». Vinson se giró entonces y dio una nueva orden al subcapitán. «Reserva los billetes para los vuelos a Manchernius y Minalur ahora mismo. Haz que tus hombres se pongan ropa informal y pídeles que vigilen cualquier figura sospechosa en estos vuelos.»

«¡Sí, señor!», respondió el subcapitán.

El subcapitán asignó la mitad de sus hombres a esta misión y luego los dividió en dos equipos.

Los equipos embarcaron en los vuelos a Manchernius y Minalur, respectivamente.

En un chasquido de dedos, los billetes para los dos vuelos se agotaron.

Vinson dejo escapar un suspiro de alivio después de hacer todos los preparativos. «Menos mal que nos has dicho lo de la máscara facial. Si no fuera por ti, estaríamos corriendo como pollos sin cabeza».

«Puede que ahora tengamos algunas pistas, pero no hay garantía de que podamos encontrarla», dijo Arielle:

«Al menos hay esperanza», dijo Vinson con optimismo.

Arielle asintió y recogió del suelo el resto de los copos de piel artificial.

Vinson se preguntó por qué lo hacía. «¿Por qué las recoges?»

Arielle se guardó las escamas en el bolsillo y miró a Vinson. «Siempre pensé que la fabricación de pieles era sólo un mito. Ahora que sé que es real, quiero ver si puedo dominarlo. Estoy segura de que esta habilidad me será útil en el futuro».

«Tienes razón. Estudiemos juntos», propuso Vinson.

Arielle asintió.

Al día siguiente, comenzó la vista judicial de Henrick.

Como era una audiencia pública, la gente podía verla por Internet.

La transmisión en directo se llenó de gente por culpa de Arielle. Incluso se interrumpió la emisión varias veces durante la vista porque el sistema no podía dar cabida al número de espectadores.

Arielle no vio la retransmisión en directo. En cambio, asistió a la vista como testigo».

El juez encargado de este caso era el gran discípulo de Arielle, Everett.

Antes de que comenzara la audiencia, Everett tuvo una charla con Arielle.

Sin preocuparse por los dos miembros del jurado que estaban detrás de él, Everett la saludó: «¡Gran maestra!»

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