Sus mil secretos
Capítulo 786

Capítulo 786:

Explicó: «Teniendo en cuenta que estan en lo más profundo de las colinas, donde el aire es fresco, y el hecho de que ella no fuma, es poco probable que contraiga cáncer de pulmón.

Sin embargo, no hay que olvidar que las minas crean mucha contaminación. Déjame adivinar, ¿Josee trabajó en la mina cuando aún estaba sana? En cuanto a los demás mineros, ¿Fuman muchos de ellos?».

Nigel asintió. «Sí, mi mujer trabajaba allí como cocinera. Durante las comidas, los mineros fumaban mientras se reunían y descansaban».

«Precisamente». Arielle explicó: «Con el tiempo, respirar todo el humo de segunda mano y el polvo de la mina provoca cáncer de pulmón. Además, dadas las condiciones de trabajo, Henrick debería haber proporcionado a sus trabajadores máscaras y reconocimientos médicos. Desgraciadamente, no es alguien que haga eso».

«Ya veo. Así que eso es lo que pasó…»

Mientras ambos seguían charlando, Josee finalmente se despertó.

«Josee, ¿Cómo te sientes?» Nigel se apresuró a llegar a su lado.

Respirando profundamente, notó que la incómoda sensación en su pecho se había aliviado.

Cuando informó de lo que sentía, Nigel se arrodilló enseguida.

«Señorita Moore, usted es realmente un médico milagroso. Gracias, desde el fondo de mi corazón».

Sintiéndose avergonzada, Arielle consiguió rápidamente que Vinson ayudara a Nigel a levantarse.

Respondió: «Necesita al menos cinco sesiones de tratamiento. Además, dada su necesidad de aire fresco, necesita un nuevo lugar donde quedarse, ya que la contaminación de la mina ha llegado a este lugar.»

«Yo… me trasladaré de inmediato a lo más profundo de las colinas».

Después de pensarlo un poco, Arielle sugirió a Vinson: «¿Por qué no los llevamos con nosotros a Jadeborough? Puedo tratarla con acupuntura y hierbas. Después, podemos enviarla al hospital de Carter para que reciba radioterapia».

Vinson asintió. «Claro, no hay ningún problema».

«¡Está decidido entonces!» Mirando a los Lowes, Arielle afirmó: «Deberían venir a Jadeborough con nosotros».

Preocupados por si se imponían, Josee y Nigel se negaron de inmediato. Sin embargo, finalmente aceptaron después de mucha persuasión por parte de Arielle.

Casualmente, las hierbas y la sopa de pollo estaban listas.

El cuenco de hierbas tenía un sabor amargo y era difícil de digerir. En cuanto Josee lo probó, lo escupió enseguida. Después de eso, quedó traumatizada.

Finalmente, después de mucho convencer a Nigel, Josee se lo terminó todo.

Mientras tanto, Arielle esperaba tranquilamente a su lado. Justo cuando Vinson iba a preguntarle qué estaba esperando, Josee empezó a toser intensamente.

*¡Cough!*

Con una fuerte tos, Josee vomitó una bocanada de sangre de color negro.

Arielle dejo escapar un suspiro de alivio. «Después de unos cuantos tratamientos más, sabremos que su condición está mejorando una vez que la sangre ya no sea negra».

Justo mientras hablaba, Vinson se acercó con un tazón de sopa de pollo.

La sopa hervida de la vieja gallina era espesa y amarillenta. Como a Arielle no le gustaban las sopas aceitosas, hizo un gesto con la mano para rechazarla: «¿Por qué no me salto ésta?».

Vinson la miró con una expresión ensombrecida. «Bebe la sopa».

En ese momento, Arielle empatizó con Josee. Con una expresión de mala leche, se terminó la sopa de un tirón.

Sintiéndose satisfecho, Vinson le limpió las comisuras de la boca aceitosa con la punta de los dedos y comentó: «Ya es hora de que nos vayamos.»

«Mmm-hmm.» Girando la cabeza, se sonrojó al ver que los Lowe le sonreían. Procedió a cambiar de tema. «Deberían hacer las maletas. Estaremos esperando fuera».

Antes de terminar, ya estaba a medio camino de la puerta.

Vinson, radiante ante su respuesta, la siguió.

Los Lowes empacaron rápidamente y se subieron a uno de los autos detrás de Arielle.

Casualmente, Henrick estaba dentro del maletero de ese coche en particular.

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