Sus mil secretos
Capítulo 696

Capítulo 696:

Si Vinson hubiera sabido que algo iba a suceder, no habría seguido adelante con la reunión.

Prefería que Nightshire Entertainment se arruinara a que él se presentara tarde a su rescate.

La hostilidad llenó su rostro. ¡Voy a hacer que tanto Donovan como Queenie paguen por esto!

Aunque la expresión de Vinson era aterradora, la mano que sostenía la de Arielle era sorprendentemente suave.

Su pulgar le frotaba la muñeca, tratando de deshacerse de las marcas que tenía.

Cuando Rayson vio eso, condujo rápidamente a los otros guardaespaldas fuera de la habitación.

Tras masajearla un momento, Vinson levantó la vista y preguntó: «¿Dónde te ha tocado Donovan?».

Arielle pudo sentir que su pánico disminuía a medida que se calmaba.

Sin responder a su pregunta, dijo: «Pensé que no vendrías».

Después de todo, era lógico que Vinson no apareciera después de que ella enviara el mensaje.

Mirándola profundamente a los ojos, respondió: «¿Crees en la telepatía?».

Podía sentir que su corazón latía incontroladamente mientras las palabras del Doctor Meio resonaban en su mente.

¡Enhorabuena por su nueva relación!

Mordiéndose el labio, le miró fijamente y contestó: «Sí creo».

Vinson se quedó atónito por un momento, ya que no esperaba esa respuesta. Luego, se dio cuenta de que la mirada de ella era algo diferente a la frialdad habitual.

Pero, ¿Qué es lo que pasa con ella?

«Tú…»

Arielle le puso un dedo en los labios y le hizo callar antes de explicarle: «No creo que pueda insistir más, así que escúchame. Estoy un poco… aletargada ahora mismo, ya que Donovan llevaba una especie de perfume. Dile a tus hombres que esperen a que desaparezca el olor antes de…» Hizo acopio de toda su energía para explicar su plan a Vinson, después de escuchar eso, la expresión de Vinson se volvió más fría.

¡No puedo creer que se atreviera a dr%gar a su estudiante! ¡Un monstruo como él merece morir!

Apretó los dientes y murmuró: «¿Por qué necesitamos un plan tan complicado? Deberíamos matarlo sin más».

Arielle pudo sentir que la energía se le escapaba del cuerpo, lo que la hizo aferrarse a Vinson para apoyarse.

«Uf…» Después de respirar profundamente y calmarse a sí misma, trató de hablar lo mejor que pudo.

«Lo estamos dejando ir demasiado fácilmente si sólo lo matamos. La muerte es una forma relajada de acabar con la vida para alguien como él, pues sólo necesitaba cerrar los ojos. Sin embargo, ¡Quiero que esté en agonía! De hecho, ¡Quiero causarle dolor durante toda su vida para compensar mi miseria!»

Mirándola a los ojos, Vinson asintió y respondió: «Entiendo. Seguiré tu plan».

«Además, Queenie fue la que le dio el perfume a Donovan, así que tampoco podemos dejarla libre. ¿Podrías llevarme fuera, por favor? Necesito un poco de aire fresco».

«De acuerdo.» Le rodeó la cintura con los brazos y la acompañó fuera del dormitorio con cuidado.

Dentro del salón, Rayson estaba furioso y roció con agua fría a Donovan como venganza. Después de eso, el primero dio instrucciones a los guardaespaldas para que le dieran una buena paliza.

En ese momento, Donovan se había desmayado por segunda vez y yacía en su charco de sangre. Ya no se podía distinguir su bello rostro, pues estaba hinchado y era aún más grande que el de Henry.

Por otro lado, Queenie estaba atada y con un trozo de trapo metido en la boca mientras sollozaba.

Al ver que Vinson salía del dormitorio, abrió los ojos con miedo. Luego, las lágrimas fluyeron por su rostro como si le pidiera clemencia.

Apresurándose, le dio una patada en el estómago y la hizo volar a cierta distancia.

En ese momento, Vinson parecía tan temible como un demonio.

Sin embargo, Queenie sólo pudo sentir que los celos la devoraban por completo cuando vio que Vinson rodeaba con sus brazos la cintura de Arielle.

.

.

.