Sus mil secretos
Capítulo 689

Capítulo 689:

Después de que Queenie obtuviera la respuesta que quería, ya no tenía intención de ayudar. Con eso, encontró una excusa para ir al baño y salió de la cocina.

No se dio cuenta de que Arielle estuvo mirando su figura de espaldas durante un buen rato.

Arielle terminó de preparar una mesa llena de platos en un abrir y cerrar de ojos.

Queenie fingió estar impresionada. «Arielle, no sabía que fueras tan buena cocinando. Normalmente, una belleza no cocina tan bien».

Arielle dejó escapar una leve sonrisa sin decir nada.

Con Donovan presente en la escena, incluso Henry empezó a comportarse con cautela.

Después de tomar sólo unos pocos bocados, se levantó y quiso marcharse.

Jared tampoco tenía intención de seguir en la misma habitación con Donovan. «Nos excusaremos primero».

Con eso, Trisha se levantó también. «Yo también he terminado».

Arielle sabía que no querían pasar el rato con Donovan, y tampoco se lo impidió. «Déjenme que les acompañe abajo entonces».

«De acuerdo».

Justo entonces, Arielle desvió su mirada hacia Donovan, esperando que él también se despidiera.

Sin embargo, Donovan seguía sentado en su asiento, sin intención de marcharse.

Mientras tanto, Queenie bajó la cabeza mientras comía sin mantener contacto visual con Arielle.

Por ello, Arielle no tuvo más remedio que hacer bajar a Jared y al resto primero.

Después de que los cuatro abandonaran la escena, Queenie abrió la boca. «Señor Baxter, soy una persona directa. Vayamos al grano».

Donovan no podía entenderlo. «Lo siento, Doctora Mill. No le entiendo».

Dejando su cuchara, Queenie miró directamente a los ojos de Donovan. «Donovan, tienes algo con tu alumna, ¿Verdad?».

El corazón de Donovan dio un vuelco mientras fruncía ligeramente las cejas

Las palabras de Queenie atravesaron su corazón como una cuchilla despiadada.

Al principio, pensó que sentía algo por Arielle simplemente porque hacía mucho tiempo que no estaba con una mujer. Por eso aceptó una cita a ciegas con Queenie.

Pero después de ver a Arielle en el supermercado, descubrió de repente sus verdaderos sentimientos por ella.

Y ahora, las palabras de Queenie le hicieron estar aún más seguro de ello.

Sí. Me he enamorado de Arielle.

Sin embargo, como la mayoría de la gente desaprobaba una relación profesor-alumna; naturalmente, Donovan no sería sincero con Queenie. Además, no conocía a Queenie desde hacía

mucho tiempo todavía.

Donovan pronunció débilmente: «Me gustan todos mis alumnos. Así podría atenderlos mejor».

«Jaja». Queenie dejó escapar una risa. «Donovan, sólo somos dos aquí. No hay necesidad de esconderse de mí. Te gusta Arielle, ¿Verdad?».

Una expresión oscura se cernió sobre el rostro de Donovan, pero no refutó más.

Al ver eso, Queenie continuó hablando: «Para ser sincera. Hay alguien que me gusta. Tuve una cita a ciegas contigo porque mi madre me obligó. Sin embargo, como tú también tienes a alguien que te gusta, seamos amigos a partir de ahora».

Tras reflexionar unos segundos, Donovan asintió. «De acuerdo». Los labios de Queenie se curvaron en una sonrisa.

Sacó un frasco de perfume de su bolsillo y se lo entregó a Donovan. «Este es mi regalo para ti como amigo».

Donovan rechazó de inmediato. «Gracias. Pero lo siento, no tengo la costumbre de usar perfume. Sin embargo, aprecio tu gesto».

Queenie levantó ligeramente las cejas. «Este no es un perfume ordinario. Lo he hecho yo. Conozco una antigua medicina chanaeana. Rocía un poco a los demás, entonces les hará alucinar y enamorarse de ti».

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