Sus mil secretos
Capítulo 67

Capítulo 67:

«Basta», intervino Arielle. «Le he ayudado una vez y me ha devuelto el favor. Ahora estamos a mano. Son puros negocios entre nosotros, así que no te equivoques y vuelvas a decir algo así». Iris cerró sabiamente la boca. Arielle rara vez le hablaba así de duro, por lo que era evidente que Arielle estaba enfadada.

Debería dejar de cotillear. Mientras tanto, Arielle miraba el paisaje en movimiento inverso del exterior mientras se sumía en sus pensamientos. No tengo tiempo para estar en una relación.

Antes de averiguar la verdad sobre la muerte de mamá, no puedo distraerme. Además, no creo que Vinson esté interesado en mí. Incluso me he equivocado dos veces.

Una Arielle extrañamente decepcionada se sacudió rápidamente su pena. No era de las que le daban demasiadas vueltas a las cosas y no quería volver a escuchar comentarios similares. Mientras tanto, Vinson recibió una llamada de Harvey justo después de entrar en su coche. «Me he puesto en contacto con la persona cuyo espacio reservado está justo después del tuyo. Han accedido a reprogramar su reserva para mañana, así que tendrás el castillo para ti solo por hoy».

«Gracias».

«Vaya, es muy raro que me des las gracias. ¿Tan importante es para ti este rodaje comercial?». Tras un breve silencio, Vinson respondió: «Mm. Soir Coffee es un proyecto importante».

«Muy bien. Les avisaré del cambio. Hace tiempo que no voy. Es hora de una inspección».

«De acuerdo. Hasta luego.»

«¡Nos vemos!» Vinson cortó la comunicación y cerró los ojos para descansar. Extrañamente, la escena de Arielle con ese elegante vestido apareció en su mente. Tuvo un repentino impulso de esconder a Arielle para que nadie la viera con ese vestido.

Una hora después, llegaron a la entrada de un castillo. El castillo estaba situado en un parque privado. Hacía años, un magnate europeo había dado órdenes de construir el castillo medieval. Eso había sido hace mucho tiempo. Unas enredaderas llenas de flores habían trepado por las paredes, llenando el aire con su dulce aliento. Era un castillo magnífico que parecía pertenecer a un cuento de hadas. El anuncio trataba de una princesa que se despertaba cansada y ordenaba a su sirviente que le preparara una taza de café.

Como la princesa era muy exigente, no estaba satisfecha con los distintos tipos de café que le preparaba su sirviente. Al final, el sirviente le compró un café de Soir Coffee antes de quedar satisfecha. Arielle quedó gratamente sorprendida por lo bonito que era el castillo. «Es precioso», suspiró.

Vinson escuchó por casualidad sus elogios. «Si te gusta, puedo pedirle a mi amigo que te deje quedarte aquí unos días», dijo sin previo aviso al ver lo embelesada que estaba.

«¿Eh?»

Arielle giró sobre sus talones sorprendida. «¿Esto forma parte de los beneficios como empleada?» Era caro alquilar un castillo como éste para un rodaje publicitario, así que no podía creerlo cuando Vinson le dijo que podía quedarse aquí un par de días. Vinson se dio cuenta tardíamente de lo que había dicho y estaba a punto de añadir algo más cuando Harvey se acercó a ellos.

Harvey sólo podía ver la nuca de Arielle, así que no le prestó atención y se burló: «¿Oh? ¿Cuándo has prestado tanta atención a tus empleados? ¿En serio estás alquilando mi castillo por ellos?».

Vinson dejó escapar una tos incómoda. «Pocas personas pueden permitirse alquilar tu castillo. Mis empleados pueden evitar que las habitaciones se enmohezcan y traer un soplo de aire fresco».

Arielle frunció los labios. Sabía que no era tan amable. ¡Resulta que quiere que aspire el aire enmohecido! Mirando hacia el dueño del castillo, pronunció: «No hace falta. Sólo estábamos bromeando…» No continuó cuando se dio cuenta de con quién estaba hablando.

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