Sus mil secretos
Capítulo 663

Capítulo 663:

Queenie y Zachary habían estado esperando a que la familia del paciente sacara a relucir el incidente.

En el momento en que Zachary escuchó las palabras de Henrick, presentó al abogado que estaba a su lado diciendo: «Este es el Señor Benson. Es un abogado del bufete más prestigioso de Jadeborough. Como se trata de un caso de mala praxis médica, el hospital también responsabilizará a la señora por ello. Firme con su nombre abajo. Hagamos que pague por lo que ha hecho presentando una demanda contra ella».

Henrick era un hombre astuto. Se dio cuenta enseguida de que la señora debía tener una relación tensa con la pareja. Si no fuera así, no habrían preparado un abogado.

Henrick parecía estar totalmente de acuerdo con su objetivo.

Como ya no estaban enfrentados, Henrick reprimió su rabia. No sólo eso, en cuanto vio su nombre como demandante, firmó los documentos sin siquiera mirar la letra pequeña.

Al ver la firma de Henrick, Zachary le dijo: «Por favor, espere aquí mientras me pongo en contacto con la demandada».

Marcó el teléfono y habló con el médico encargado del paciente de la cafetería del Hospital Privado Jadeborough, en el que le expuso el asunto en su totalidad de forma seria,

El médico no podía creer lo que estaba escuchando. Inmediatamente colgó y se puso en contacto con Arielle.

Arielle estaba a punto de dormirse cuando su teléfono sonó, despertándola.

Suspiró y cogió el teléfono.

Cuando escuchó lo que el médico tenía que decir, su rostro se tornó sombrío y respondió: «Dígale que el dispositivo será entregado inmediatamente. Todavía hay tiempo. Es casi seguro que llegará antes de las doce».

Con las afirmaciones de Arielle, el médico sintió que le volvía la calma. Volvió a marcar el número de teléfono de Zachary.

Zachary respondió a la llamada. Con una sonrisa en el rostro, preguntó: «¿Cómo fue? ¿Se asustó tanto la joven que se orinó en los pantalones?».

El médico a cargo enfureció: «Zachary Ziegler, ¿En qué se ha equivocado con su ética médica? ¿Es necesario ser tan cruel con una joven?»

«No te enfades. No es contra ti contra quien voy. De hecho, ni siquiera voy en contra de nadie. Sólo estoy jugando con las reglas. Ella se metió en esta situación diciendo mentiras, y eso le ha costado la vida a otra persona».

Con un bufido, el médico respondió: «Lo siento, pero sus planes fracasarán. El dispositivo está casi terminado. Ahora mismo son sólo un poco más de las once. Estará allí a las doce en punto, como usted pidió. Sólo tiene que esperar». Tras terminar su frase, el médico terminó inmediatamente la llamada telefónica.

Zachary parecía disgustado.

¿Había una diferencia significativa entre las doce con las once y media?

A estas alturas, sólo aceptaba el hecho de que el aparato no podía llegar a tiempo.

¿Por qué está alargando esto más tiempo?

¿No le pidió el médico que esperara?

No había mucho que pudiera hacer al respecto, aparte de esperar

Zachary regresó a la entrada de la sala de emergencias. Su cara estaba contorsionada por la rabia mientras murmuraba repetidamente las palabras del médico.

Queenie estaba pálida. Dijo: «Creo que Arielle está desconcertada. Debe estar buscando abogados que la ayuden a resolver la situación en este momento».

Zachary respondió con una risa: «Incluso si ella llegara a una solución, sería inútil. Lo que hizo le costó la vida a una persona. Puede que sea capaz de evitar el juicio de la ley, pero eso no significa que pueda evitar el juicio de su propia conciencia».

Después de escuchar sus pensamientos, Queenie tuvo una idea.

Levantó la ceja y se burló: «Para lidiar con una persona irresponsable como ésta, debemos exponer su horrible carácter. Tienes la contraseña de la cuenta oficial del hospital, ¿No?».

Siguiendo la insinuación de Queenie, Zachary hizo una mueca al entender la idea. Respondió: «Claro. Su papel de embajadora hizo que hubiera muchos fans de su trabajo. Ahora es el momento de revelar sus verdaderos colores a sus fans».

Mientras hablaba, Zachary sacó su teléfono y empezó a entrar en la cuenta.

Dos minutos más tarde, una nueva publicación fue subida a la cuenta oficial del Hospital Privado Rocher.

[Es lamentable que hoy se haya perdido otra vida. En nuestro luto, nos gustaría responsabilizar a Arielle Moore por esto. Arielle, prometiste al hospital que proporcionarías diez dispositivos cardíacos antes de las doce. Postergamos nuestras cirugías para expresar nuestra confianza en ti. Sin embargo, aún no los hemos recibido, lo que ha tenido un grave impacto en los pacientes. Hoy, su irresponsabilidad ha provocado la muerte de una persona. Vamos a presentar una demanda contra ustedes en nombre del hospital y de la familia del paciente. Por favor, estén atentos a las citaciones judiciales].

.

.

.