Sus mil secretos
Capítulo 652

Capítulo 652:

Wendy se dirigía a cenar con unos amigos. No esperaba encontrarse con Vinson nada más salir del recinto escolar.

Mientras tanto, Vinson había perdido el aura dominante que solía acompañarle con su traje habitual. Con su mono, tenía un aspecto atractivamente salvaje y rebelde. Era difícil que alguien apartara los ojos de él.

Naturalmente, Wendy también se quedó clavada en el suelo. Se había detenido por completo en cuanto Vinson entró en su campo de visión.

Su rostro se calentó al verle. Sin embargo, cuando recordó la forma en que la había tratado, su expresión se volvió fría.

«¿Wendy? Vamos. ¿Por qué te detienes aquí?» Las dos chicas que caminaban con Wendy se volvieron para mirarla con el ceño fruncido.

Al instante, Wendy salió de su aturdimiento, sonrió débilmente a las chicas y se apresuró a alcanzarlas.

Mientras las dos chicas seguían la mirada de Wendy, no pudieron evitar sentirse nerviosas al ver a Vinson de pie junto a su coche.

«¿Deberíamos salir por la puerta trasera?», sugirió la chica más alta.

«¿De qué tienes miedo? Ya ha pasado medio día, ¡Y no ha pasado nada hasta ahora! El Señor Nightshire debe estar aún más asustado de nosotras. Vayamos de una vez. No hay nada que temer», respondió la otra chica con una sonrisa.

Con eso, las agarró de las manos y las arrastró más allá de Vinson.

Wendy y la chica más alta mantuvieron los ojos fijos en el suelo. Tenían miedo de que Vinson se diera cuenta de su presencia y se enfrentara a ellas al recordar lo que había sucedido ese mismo día.

Por suerte para ellas, Vinson ni siquiera levantó la vista cuando las tres chicas pasaron junto a él.

«¿Qué he dicho, eh?», dijo la chica más bajita regodeándose una vez que estuvieron fuera de su alcance. «Es imposible que se enfrente a nosotras por un asunto tan trivial. Deberías dejar de preocuparte por ello».

La chica más alta exhaló aliviada y sonrió: «Bueno, entonces, ¿Vamos a celebrarlo con pizza? Yo invito».

«¡De acuerdo!», respondió la otra chica alegremente.

Por el contrario, Wendy no se atrevía ni a esbozar una sonrisa.

Pasé a su lado, ¡Pero ni siquiera se dio cuenta de mi presencia! Realmente le importo una mi$rda. Si le importara, me habría visto entre la multitud.

Irritada por el giro de los acontecimientos, siguió detrás de sus dos amigos en silencio.

Desde la distancia, Arielle vio a Vinson apoyado en su coche frente a las puertas de la universidad.

Trisha también lo vio. Después de todo, era imposible ignorar a Vinson.

No quiso interponerse entre los dos, así que se despidió de Arielle y siguió su camino.

«¡Hasta mañana, Arielle!»

Arielle le acarició la cabeza y le recordó: «Si tienes algún problema para vivir sola, házmelo saber, ¿Vale? Puedo volver cuando quieras».

«Claro, no te preocupes por mí», dijo Trisha con una sonrisa.

Complacida, Arielle le dio a Trisha un último revolcón en el cabello y la dejó marchar.

Trisha se sonrojó un poco y se alejó apresuradamente con un saludo.

Al ver eso, Arielle no pudo evitar devolverle la sonrisa. Luego, se dio la vuelta y se dirigió hacia Vinson.

Mientras tanto, Vinson miraba fijamente a Arielle. Era como si el mundo entero se hubiera desvanecido, y ellos fueran las únicas dos personas que quedaban en ese espacio.

Sin embargo, se había dado cuenta de la interacción entre las dos chicas, y eso le había hecho sentirse bastante triste.

Arielle nunca le había acariciado la cabeza de esa manera.

¿Es porque me falta cabello, o no soy tan simpático como esa chica?

En cuanto Arielle se acercó a Vinson, pudo percibir el descontento que emanaba de él. Era como si la temperatura a su alrededor hubiera bajado unos cuantos grados.

Confundida, miró a Vinson. Sus ojos estaban helados y sus cejas fruncidas. No podía haber dejado más claros sus sentimientos.

«¿Qué pasa?» preguntó Arielle.

«¿Qué crees?» Respondió Vinson, mirándola fijamente.

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