Sus mil secretos
Capítulo 628

Capítulo 628:

En el Hospital Privado Rocher, Queenie había regresado después de haber decidido no asistir a la reunión de la mesa redonda.

Muchos hospitales de renombre en Epea habían hecho ofertas a Queenie, ya que no sólo era buena con la medicina moderna, sino que también tenía conocimientos de la antigua medicina chanaeana. Por eso había pensado en ir a Epea para seguir desarrollando su carrera allí. Con la creciente popularidad de la medicina tradicional chanaeana, no cabía duda de que tendría un brillante futuro por delante.

Sin embargo, al reencontrarse hoy con Vinson, se decidió de inmediato.

¡Me quedo en Chanaea!

Por mucho que tener una carrera prometedora en el mejor hospital de Epea fuera un trato atractivo, consideraba que tener la oportunidad de volver a estar con Vinson era tanto o más irresistible que lo primero.

Más aún cuando el hombre del que estaba enamorada era Vinson.

Después de dos días de reuniones, ese día le tocó el turno de noche.

En circunstancias normales, le habría pedido a Zachary que se encargara de su turno para poder quedarse en casa y aprender de sus padres los secretos de la antigua medicina chana. Pero a partir de ahora pensaba realizar sus tareas nocturnas sola.

Esa decisión era una derivación de su meticulosa planificación. Dado que el Hospital Privado Rocher pertenece a Carter, y éste es muy amigo de Vinson, quizás pueda volver a encontrarse con Vinson.

Al volver a su despacho, escuchó casualmente la conversación entre varias enfermeras en el mostrador de la enfermería.

«¿Diez? ¿De verdad? El Señor Morgan ha tenido que mover muchos hilos antes de conseguir uno en esa época».

«Esto no puede ser falso. El propio Doctor Ziegler lo dijo. Se entregarán antes de la tarde de mañana».

Curiosa, Queenie se acercó y preguntó: «¿De qué estan hablando?».

Las enfermeras del hospital sentían una inmensa admiración por Queenie y por eso no dudaron en responder a su pregunta.

«Estamos hablando de los marcapasos robóticos. Es un dispositivo que ayuda a tratar las afecciones cardíacas».

Otra enfermera sonrió. «¿Por qué tienes que explicarlo? Estoy segura de que la Doctora Mill lo conoce mejor que usted. Ha investigado mucho sobre este dispositivo».

Queenie permaneció en silencio durante un leve instante antes de preguntar sorprendida: «¿Cuántos de esos dispositivos consiguió el Señor Morgan para nuestro hospital?».

Estaba llena de remordimientos desde que perdió la oportunidad de usar el marcapasos robótico en aquel entonces.

¿Diez de esos dispositivos para nuestro hospital? ¿Me está sonriendo la suerte últimamente?

La enfermera negó con la cabeza y respondió: «El Señor Morgan no es quien los ha conseguido».

«¿Entonces quién es?»

«¿Conoce a la embajadora del Soir Coffee? Se llama Arielle Moore».

Queenie frunció las cejas ante la mención de ese nombre. Sin embargo, eso no duró demasiado antes de que preguntara amablemente: «¿Qué tiene que ver con una dama de la industria del entretenimiento?».

Nunca había prestado atención a la industria del entretenimiento y por ello razonó que Arielle podía ser la embajadora, ya que era una celebridad.

La enfermera se apresuró a explicar: «No intento cambiar el tema. Pero ella es la que donó diez marcapasos robóticos a nuestro hospital».

*¡Bam!*

La explicación de la enfermera fue como un rayo salido de la nada, dejando la cara de Queenie sin ningún color.

Ajena al ambiente, la enfermera continuó: «Recordé que el Señor Morgan anduvo por ahí y trató de mover los hilos para conseguir el primer marcapasos robótico del Grupo Sann. No puedo creer que la Señorita Moore sea tan capaz y asegure diez de esos dispositivos de una sola vez».

Queenie sintió que la cabeza le zumbaba y tuvo que respirar profundamente mientras se apoyaba en el escritorio de la enfermera para calmarse.

Sin embargo, la enfermera continuó. «He oído que los dispositivos son el regalo de la Señorita Moore al Doctor Ziegler. Supongo que cupido le está sonriendo últimamente».

La otra enfermera sonrió y añadió: «No sé si tiene que ver con su suerte con las damas, pero estoy segura de que recibirá su debido reconocimiento en el trabajo por haber conseguido diez marcapasos. El Señor Morgan seguro que le recompensa por ello».

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