Sus mil secretos
Capítulo 58

Capítulo 58:

Justo en ese momento, una mujer joven entró en la casa y preguntó: «¿Puedo saber si la Señorita Shannie que estará filmando hoy está lista para salir?». Cuando Shandie se dio la vuelta, vio a la joven de pie, sola, junto a la puerta. ¿Shannie?

Debe de estar llamando a Arielle. Lo sabía. No necesita tanta gente sólo para el rodaje de un anuncio. Divertida, miro hacia Arielle y le dijo: «¿La ves, Arielle? Ella es la que te recoge para el rodaje. Parece que esto es un gran malentendido».

Sin embargo, al segundo siguiente, la joven dijo: «Señorita Shandie Southall, ¿hay algún malentendido? He venido a recogerla para el rodaje». La joven había reconocido a Shandie.

En ese mismo momento, algo explotó en la mente de Shandie.

Se quedó mirando a la joven con incredulidad antes de girarse a mirar a las docenas de personas que había en la sala. ¿De verdad están todos aquí para recoger a Arielle para el rodaje de un anuncio? Es sólo un anuncio. ¿Realmente necesita una multitud para llevarla allí?

Con una sonrisa que no le llegaba a los ojos, Arielle se dirigió hacia Shandie y murmuró: «Shandie, un gran malentendido. Date prisa en filmar. No dejes que todo el equipo de rodaje te espere. Yo también iré a mi rodaje». Dicho esto, asintió al grupo detrás de ella antes de salir de la casa. Inmediatamente, el grupo la siguió tras un asentimiento respetuoso simultáneo.

La rabia que surgió en el pecho de Shandie la hizo temblar.

P$ta. ¡Una p%rra desvergonzada! El rodaje de Arielle estaba situado en la mayor tienda de Soir Coffee de Jadeborough. La tienda aún no había tenido su apertura oficial, pero las renovaciones estaban todas terminadas. Cuando Arielle llegó al lugar, los demás estaban preparados para el rodaje. Después de todo, los superiores les habían dicho que cuidaran bien de la embajadora, ya que el presidente la valoraba mucho.

Por lo tanto, todos la trataron bien. Sin embargo, siempre había excepciones. «¿Ha llegado ya la embajadora?», dijo una voz femenina y severa.

Cuando Arielle miró, vio a una mujer solemne que se acercaba con una expresión sombría. Inmediatamente, la asistenta temporal de Arielle se presentó: «Señorita Moore, ella es Serena Assange, la persona encargada de nuestro rodaje. Antes era asistenta del presidente y ahora se encarga de las promociones de Soir Coffee. Con ella cerca, estoy segura de que el rodaje se desarrollará sin problemas».

Arielle asintió y le tendió la mano a Serena. «Hola, Señorita Serena. Soy Arielle, pero puede llamarme Sannie. Estoy deseando trabajar con usted».

Sin embargo, en lugar de tenderle la mano, Serena se cruzó de brazos y preguntó: «¿Sabe a qué hora es nuestro rodaje?».

Arielle se quedó paralizada durante un milisegundo antes de responder: «A las ocho».

«Así que parece que sí sabes a qué hora tiene que empezar».

Serena señaló entonces su reloj. «Ya son las ocho y diez. También vamos a salir a rodar al aire libre, y el alquiler se calcula por minutos. ¿Sabes cuánto has desperdiciado?». Serena hizo que pareciera que estaba siendo profesional, pero en realidad despreciaba a Arielle.

Si no fuera por Arielle, no la habrían trasladado de la oficina del presidente para hacerse cargo de un rodaje trivial. Además, había hecho todo lo posible para evitar que la despidieran de la empresa; había movido todos sus hilos para permanecer en el Grupo Nightshire. Todo esto era culpa de Arielle.

Por lo tanto, aunque Arielle cometiera un pequeño error, nunca la dejaría ir fácilmente. Arielle sintió la hostilidad que irradiaba la otra mujer. Sin embargo, era la primera vez que veía a Serena, así que Arielle no podía entender por qué la otra parecía guardarle rencor. ¿Estoy pensando demasiado en esto?

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