Sus mil secretos
Capítulo 55

Capítulo 55:

Jadeando, Matthias se desabrochó el cinturón mientras hablaba. Luego, inmovilizó a Cindy. Para entonces, Cindy sintió como si su cuerpo se hubiera derretido. No podía apartar a Matthias. No es que ella quisiera evitarlo de todos modos.

Aunque Henrick era un hombre dominante, era tan bueno como un pez muerto en la cama. Ella sólo podía fingir que disfrutaba en cada ocasión. Sólo Matthias podría llenarla.

Olvídate de Arielle primero. Hablaremos de ella más tarde. Cindy entonces se quitó sus prendas ella misma. Después de la actividad, los dos estaban cubiertos de sudor.

El olor a humedad del amor llenaba el aire de la habitación. Mientras Matthias encendía un cigarrillo, suspiró satisfecho. Con una manta que la envolvía, Cindy dijo: «¿Hablamos ahora de negocios? ¿Qué has averiguado?»

Matthias quitó la ceniza de su cigarrillo antes de murmurar: «No sé por qué estás tan ansiosa. La chica no es más que una pueblerina».

Al oírle, ella frunció las cejas al instante y se sentó en posición vertical. «¿Qué? ¿No te has enterado de nada?»

Apartando su cigarrillo, Matthias se giró para besar a Cindy, pero ésta lo apartó.

«Escúpelo», respondió Cindy.

Matthias sabía que estaba a dos segundos de perder los nervios. Aturdido, Matthias se explayó solemnemente: «Todo el mundo en el pueblo conoce a la chica. Dicen que se ha criado allí. También he investigado sus escuelas. Estudió allí la primaria, la secundaria y el instituto. Su nombre está en los registros de graduación. Es imposible que sea un error».

Tras unos segundos de silencio, Cindy preguntó: «¿Y sus profesores? ¿Les has preguntado?»

Matthias asintió. «Lo he hecho. Encontré a su profesora de instituto. Me dijo que sus notas no eran malas, pero que suspendió el examen final, por lo que sólo consiguió entrar en una universidad de tercera categoría. Sin embargo, debido a sus horrendos resultados, la universidad ha cerrado».

Ante eso, Cindy frunció las cejas. ¿Realmente he sobrestimado a Arielle? ¿Realmente es una don nadie? Matthias se inclinó entonces más hacia ella.

«Cin, es sólo una niña. Estás pensando demasiado en ella. Tal vez sea un poco ingeniosa, pero no es rival para ti».

Dudando, Cindy murmuró: «Pero Henrick la valora mucho ahora. Incluso la quiere más que a Shannie. ¿Cómo no voy a estar preocupada por eso? Además, hay algo entre Vinson y ella. No puedo dejar que siga así».

«¿Por qué no?» Matthias besó el lóbulo de su oreja. «En medio año, el Grupo Southall será nuestro. Henrick puede amar a quien quiera ¿Por qué necesitas molestarte con estos asuntos menores?»

«Pero…» La preocupación permanecía en los ojos de Cindy. Henrick no era tan tonto como parecía. Cuando la Familia Moore se convirtió en la Familia Southall, un grupo de Moores había aparecido, tratando de deshacerse de Henrick. Sin embargo, Henrick logró reprimirlos.

De hecho, incluso convirtió a algunos de ellos en sus hombres. En otras palabras, Henrick era más que capaz de tramar por su cuenta. Cindy necesitaba desesperadamente el amor de Henrick, y quería convertir a sus hombres en los suyos. De esa manera, ella sería capaz de evitar que el conflicto interno se repitiera.

Sin embargo, Matthias no sabía que ella estaba contemplando tales cosas. Susurró: «Si realmente no te gusta, me encargaré de ella de nuevo. Aquella vez, en el mar, ella tuvo suerte. No creo que vuelva a tener esa suerte en Jadeborough».

Frotándose las sienes mientras un dolor de cabeza empezaba a hacerse notar, Cindy murmuró: «Déjame pensarlo».

«No pienses. Hagámoslo de nuevo…»

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