Sus mil secretos
Capítulo 461

Capítulo 461:

A mitad del vídeo, Arielle apareció para rechazar a esas personas que intentaban crear problemas a Jared y Henry.

En cuanto a la parte en la que Arielle empezó a atacar primero en el vídeo de Donovan, no aparecía en este.

Claramente, había sido editado.

No sólo recortaron a las víctimas, Jared y Henry, del vídeo, sino que también hicieron que pareciera que Arielle era la mala cuando sólo intentaba ayudar a sus amigos.

Cuando el vídeo terminó, todos comprendieron por fin que Arielle no era la que había empezado una pelea con ellos, sino que sólo era una buena samaritana que estaba echando una mano.

«E-Esto…» Donovan dio un paso atrás derrotado y su rostro se volvió pálido.

No era el resultado que esperaba.

En cambio, Vinson parecía más hostil que nunca.

Después de dirigir una mirada de muerte a Donovan, dirigió su atención a Marcus. «Ahora, ¿Todavía quieres que Arielle deje la universidad?»

Recuperándose de su sorpresa, Marcus se apresuró a agitar las manos. «¡No, por supuesto que no! Las acciones de Arielle deberían ser encomiables. Ella estaba ayudando a los demás, así que ¿Por qué tiene que dejar la universidad?»

Mientras intentaba arreglar la situación, miró a Donovan con irritación.

«¡Donovan! ¿Qué demonios está pasando? ¿Has cometido actos tan despreciables sólo para echar a Arielle de la universidad?»

Aquella acusación le dio un buen susto a Donovan, y sintió las miradas fulminantes que sus alumnos lanzaron en su dirección. Se sintió humillado.

Rápidamente, intentó explicarse. «Señor Brown, esto no es lo que usted cree que es. Esto no es una grabación mía. Kelsea me la entregó».

Kelsea, que se preparaba para salir a hurtadillas, levantó la vista para ver que todos la miraban con desprecio.

Su cabeza se sentía como si estuviera a punto de explotar, y se quedó en blanco.

Uf, ¡Ese hacker no servía para nada!

«¡Kelsea!» Marcus interrogó, «¿Qué demonios está pasando?»

«Yo tampoco lo sé». Sintiendo la presión, Kelsea trató de inventar una excusa. «Esta fue una grabación que alguien más me dio también. No sé cuál era la verdad».

«¿Es así?» Vinson le dirigió una mirada punzante.

Inmediatamente, Kelsea asintió fervientemente. «¡Vin, tienes que creerme!»

A pesar de su insistencia, Vinson no le creyó a Kelsea en absoluto. En un tono más bajo, la sondeó: «Te daré una última oportunidad. ¿Estás segura de que no tienes nada que ver con el vídeo editado?»

Kelsea sintió que su espalda se empapaba de sudor.

A estas alturas, ¿Cómo iba a admitir que había inculpado a Arielle delante de todos?

Además, ella fue la que planeó todo el asunto desde el principio. Apretando los puños, Kelsea insistió: «Realmente no tengo idea de lo que pasó».

«Está bien». Vinson asintió sin emoción.

Al principio, quería darle a Kelsea una última oportunidad por Carter.

Pero ahora, parecía que no era necesario, dado que ella lo negaba descaradamente.

Girándose ligeramente, los dos policías detrás de él captaron la indirecta y se adelantaron. Se dirigieron hacia Kelsea.

Cuando Kelsea vio que se acercaban a ella, abrió los ojos y retrocedió hasta chocar con la pared. Culpable, tartamudeó: «¿Qué quieren de mí? No sé nada, así que ¿Por qué me atrapan?».

Los dos policías se detuvieron frente a ella y sacaron una pila de documentos. Sin ninguna compasión, declararon: «Kelsea, hemos conseguido rastrearte en el foro por contratar a un asesino y crear rumores maliciosos. Ahora estás arrestada y esperamos que puedas cooperar con nosotros».

En el siguiente segundo, el rostro de Kelsea se vació de sangre y sintió que su cerebro se abría.

Sus pupilas se encogieron debido al shock.

Mi%rda. ¡Estoy acabada! Se las arreglan para descubrir todo lo que he hecho.

Incapaz de soportar la presión, se desmayó.

.

.

.