Sus mil secretos
Capítulo 401

Capítulo 401:

Wendy no tenía idea de lo que Kelsea estaba tratando de hacer.

Miró a Kelsea con confusión. Ésta ya sonreía dulcemente. De alguna manera, esa dulce sonrisa se veía incómoda en su rostro frío y apático.

Kelsea ni siquiera miraba a Arielle. En cambio, estaba saludando al hombre sentado al lado de Arielle: «Harvey, ¿también estás aquí?».

Harvey se volteó al escuchar su voz y dijo con calma: «Hola, Kelsea».

Kelsea cogió a Wendy y se sentó junto a Harvey. Luego le preguntó con un tono dulce: «Harvey, ¿te importa que nos unamos a ti?».

Con lo poderosos e influyentes que eran los Júpiter, no tendría sentido que les molestara que se uniera a ellos para comer.

Sin embargo, casi de inmediato, Harvey respondió con el ceño fruncido: «Sí me importa».

Kelsea se puso rígida en ese momento, y se preguntó si lo había escuchado mal.

Wendy, que estaba sentada a su lado, también se sintió incómoda.

Kelsea respiró profundamente y forzó una sonrisa. «Harvey, estás bromeando, ¿verdad?».

Sin perdonarla, Harvey respondió: «En absoluto. Hoy no soy el anfitrión. Si quieres unirte a nosotros, deberías pedírselo al anfitrión».

Kelsea tuvo un mal presentimiento, pero aun así forzó una sonrisa y preguntó: «¿Puedo saber quién es el anfitrión entonces?»

Arielle miró a Kelsea y a Wendy con una expresión neutral. «Yo».

«Oh, así que es usted, Señorita Moore. Bueno, ¿por qué no pago yo la comida en su lugar? Hace tiempo que no veo a Harvey, y sería un buen momento para ponernos al día», dijo Kelsea.

Arielle seguía inexpresiva al escuchar eso. «No hay necesidad de eso. Ya he pagado la comida. Puedes invitarlo la próxima vez. Además, no quiero verte. Así que, por favor, vete ahora».

Kelsea ya no podía forzar una sonrisa. Su expresión se oscureció. «Arielle, ¿eres así de maleducada?»

Arielle levantó una ceja. «Hablando de modales, señorita Morgan, si hace tanto hincapié en los modales, ¿no debería arrodillarse y llamarme ya gran maestra?»

Las mejillas de Kelsea se sonrojaron de inmediato.

¡Maldita sea! ¡Tenía que restregármelo en la cara! ¡Cómo me gustaría poder deshacerme de ella ahora mismo!

Harvey sintió curiosidad al escuchar eso. «¿Qué gran maestra?»

Arielle le dio a Kelsea una mirada significativa antes de decir: «Es algo que pasó entre nosotras. La Señorita Morgan debería saber a qué me refiero».

El rostro de Kelsea palideció de ira.

Parecía que tenía que empezar a hacerse la lastimera en lugar de enfrentar a Arielle de frente.

Me niego a creer que Arielle sea más importante para Harvey. Después de todo, soy la prima de su mejor amigo.

Kelsea se pellizcó con fuerza el muslo y pronto, las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.

Empezó a hacerse la víctima. «Harvey, no te dejes engañar por su apariencia. En el Haut Monde la última vez, usé una táctica de ajedrez que se le ocurrió a ella, pero no sabía que era suya. Incluso formó la palabra ‘estúpida0 en el tablero de ajedrez. No es más que una bruja intrigante».

Los ojos de Harvey se entrecerraron ante eso. Un indicio de hostilidad brilló en su mirada. «¿Bruja?»

Kelsea notó que Harvey hervía de rabia, y supuso que ya estaba cayendo en sus trucos y odiando a Arielle.

Inmediatamente añadió: «Sí, es una bruja. Suele saltarse las clases y discutir con los profesores. No sólo eso, también tiene una vida privada desordenada. Incluso después de saber que Vin tiene una prometida, sigue manteniendo una relación ambigua con él. Y ahora, incluso está comiendo contigo. Estoy seguro de que ya conoces sus motivos ocultos. ¿No es sospechoso que trate de alejarme tan pronto como me vio? Ella tiene miedo de que yo exponga sus verdaderos colores delante de ti».

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