Sus mil secretos
Capítulo 290

Capítulo 290:

«¡Vinson! Tu brazo…» Henrick vino corriendo frenéticamente.

«Estaré bien. Sólo hay que poner unas vendas en la herida. ¿Tenemos un kit de primeros auxilios en casa?»

Henrick asintió. «¡Sí, lo tenemos! ¡Está en mi estudio! Sígueme».

«De acuerdo».

Arielle estaba a punto de ir con Vinson, pero él le hizo un gesto para que se quedara en su lugar.

Fue entonces cuando Arielle se dio cuenta de que Vinson podría haberla alejado del fragmento roto, pero dejó deliberadamente que le golpeara para poder alejar a Henrick

¡Él sabe lo que estoy haciendo! ¡Maldita sea, Vinson, idiota! ¿Por qué dejaste que te hirieran por mi culpa? ¡Eres un idiota!

Arielle se mordió el labio y lloró al pensar en eso.

Henrick llevó a Vinson a su estudio para que lo curaran.

Arielle dudó unos segundos, pero al final optó por no ir con ellos, ya que no quería que la herida de Vinson fuera en vano.

Respiró hondo y le dijo a Klaus: «Doctor Jankowitsch, ¿Podría revisar a la Tía Cindy? Su estado parece muy grave».

«Claro». Klaus asintió y los dos se acercaron a Cindy, que seguía retorciéndose en el suelo.

Arielle miró a Cindy, que incluso intentaba morderla de vez en cuando, y le dijo a Klaus: «No creo que pueda tratarla en este estado, Doctor Jankowitsch. Quizá debería intentar sedarla o algo así».

Klaus comprendió lo que quería decir y sacó un sedante de su botiquín. Luego ajustó la dosis antes de inyectarlo directamente en la parte baja de la espalda de Cindy.

Cindy luchó durante un par de segundos más antes de cerrar lentamente los ojos, y los guardaespaldas la llevaron a la cama cuando dejó de moverse.

Arielle miró a Cindy, que estaba inconsciente, y dijo a los guardaespaldas: «Muy bien, su trabajo ha terminado aquí. Por favor, salgan fuera para que el Doctor Jankowitsch pueda concentrarse en llevar a cabo el tratamiento».

«¡Entendido!» Los guardaespaldas salieron inmediatamente de la habitación, dejando sólo al mayordomo que era un poco lento mentalmente.

No fue hasta que Arielle le dirigió una mirada que entendió lo que quería decir y se inclinó antes de salir de la habitación.

Sinceramente, ¡Contratar a un mayordomo estúpido no era necesariamente algo bueno a veces!

Arielle sacudió la cabeza al pensar en eso y se volvió hacia Klaus mientras preguntaba: «No le diste una dosis enorme de sedante, ¿verdad? Esta cosa se evapora bastante rápido, así que hay que calcular bien el tiempo».

«No te preocupes. Se despertará muy pronto. Usé una dosis muy baja».

«Muy bien, yo también me iré. Aquí está el antídoto. Asegúrate de tomarlo para que no te afecte», dijo Arielle mientras le entregaba una pastilla de color verde Klaus, dudó un poco pero se la tragó cuando Arielle le instó a hacerlo.

Arielle dejó a Klaus en la habitación y se dirigió al estudio de Henrick después de cerrar la puerta tras ella.

Vinson se había quitado la camisa en el estudio, revelando su pecho firme y sus músculos abdominales que sólo eran posibles gracias a su largo entrenamiento y a sus grandes genes.

A cualquier otra mujer se le habría caído la mandíbula al verlo, e incluso Arielle se apresuró a desviar la mirada cuando lo hizo.

«¿Qué tan profunda es la herida?» le preguntó a Henrick.

«Es un poco profunda… tardará una semana en recuperarse», dijo Henrick con el miedo escrito en su rostro.

Aunque Vinson era su yerno, sus estatus eran muy diferentes. Henrick temía que Vinson se enfadara por estar lesionado y que, como consecuencia, el Grupo Southall quebrara.

Afortunadamente para él, Vinson no mostró ningún signo de enfado.

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Nota de Tac-K: Ánimos en sus actividades en esta nueva semana, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (=◡=) /

Nota 2 de Tac-K: Gracias por todo su apoyo, saber que les gusta la novela me anima a seguir traduciéndola, thanks!

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