Sus mil secretos
Capítulo 224

Capítulo 224:

*¡Slap!*

Después de darse una fuerte bofetada, Ford bajó la cabeza. «Fui demasiado arrogante e ignorante. Por favor, perdóname por ser joven y arrogante. ¿Me aceptarías como aprendiz?»

Cuando el ayudante de Ford le oyó admitir que era ‘joven y arrogante, las comisuras de sus labios se movieron con incredulidad. ¿joven y arrogante? Pfft, ¡Más bien viejo y torpe! Aparte del asistente, nadie más escuchó cómo Ford se describía a sí mismo como ‘joven y arrogante’.

En cambio, se centraron en cómo Ford había pedido a Arielle que lo tomara como aprendiz.

Yvette tiró del brazo de Ford con furia y exclamó: «Doctor Jangler, ¿Qué es esto? Explíquese».

¿Aceptarlo como aprendiz? ¿Por qué había dicho eso de repente? ¿Arielle curó a papá de verdad? No, ¡eso es imposible!

«¡Apúrate y aclárate!» Yvette dio un pisotón y le instó a hacerlo. Entonces, Ford miró a Yvette y le quitó el informe.

Señaló una cadena de números y explicó: «Los datos muestran que el Señor Actonward ha sufrido un derrame cerebral. Ningún paciente con apoplejía podrá recuperarse por sí mismo».

Los ojos de Yvette se abrieron de par en par, atónitos.

¡No puedo creer que Arielle fuera la que curó a papá! Russell se levantó de la cama y cayó de rodillas ante Arielle.

«¡Arielle, me has salvado la vida! La Familia Actonward te debe una». Luego procedió a inclinarse ante Arielle.

Muchas personas se habían arrodillado ante Arielle hoy, pero ninguna se había inclinado ante ella. Ella tomó el brazo de Russell y lo levantó. «Señor Actonward, no tiene que hacer eso. Sólo estoy haciendo mi trabajo».

La expresión de Yvette se contorsionó de ira al ver a su padre arrodillarse ante la persona que más odiaba. Rápidamente, apartó a Russell. «Papá, ¿qué estás haciendo? Ella sabe de primeros auxilios, así que es perfectamente normal que te salve. Es sólo una coincidencia».

Justo entonces, Ford, que tenía el informe en la mano, habló. «¡No!»

Todos miraron hacia él instintivamente. ¿Están las cosas a punto de dar un giro?

Yvette reaccionó rápidamente. Pensó que Ford había leído mal el informe y preguntó inmediatamente: «Doctor Jangler, se ha equivocado, ¿verdad? Papá no sufrió un derrame cerebral. Sólo se desmayó en un ataque de ira, ¿verdad?».

Ford negó con la cabeza y dio la vuelta al informe para que todos pudieran verlo con claridad.

Señaló otra cadena de números y explicó: «Estos indicadores deberían estar en rojo. El Señor Actonward llevaba mucho tiempo sufriendo una enfermedad cardiovascular. No habría podido curarlo. De hecho, me atrevo a decir que ningún médico podría haberlo curado. Pero, echen un vistazo. Los indicadores están todos en verde ahora».

Estaba diciendo que Arielle había curado la enfermedad crónica de Russell que ningún médico podía curar. Yvette estaba horrorizada por el giro de los acontecimientos. En ese momento, las miradas de los demás se volvieron respetuosas. Como Arielle había conseguido curar la apoplejía de Russell, era una doctora excepcional. Si Russell hubiera sido enviado al hospital a tiempo, podría recuperarse de su derrame cerebral, ya que no era mortal.

Sin embargo, el tratamiento de Arielle les pareció extraño, ya que nunca lo habían visto antes. Ahora, incluso el experto médico decía que Arielle curo una enfermedad crónica que él y otros médicos no podían curar.

Claramente, Arielle era una doctora milagrosa y no una experta médica normal. Una doctora milagrosa estaba en un rango diferente al de un experto médico.

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