Sus mil secretos
Capítulo 1745

Capítulo 1745:

Siguiendo la trayectoria de la visión de Arielle, Vinson entrecerró los ojos al ver los rastros de sangre en el suelo.

Hay sangre en el teléfono de Lorraine, y hay sangre aquí. Sólo puede significar…

Mientras intercambiaba miradas con Arielle, el mismo pensamiento apareció en la mente de ambos.

¿Es una pista que Lorraine dejó para nosotros?

«Vinson, Lorraine podría estar tratando de decirnos algo», sugirió Arielle.

Vinson asintió para indicar su acuerdo.

«Sigamos el rastro», sugirió Arielle en medio de su preocupación por Lorraine.

«Sannie, la seguridad aquí es realmente estricta, y no hay lugar para esconderse a plena luz del día. Creo que deberíamos hacer nuestro movimiento por la noche en su lugar», la contuvo Vinson.

Arielle podía ver la lógica detrás de las palabras de Vinson. A pesar de ello, le preocupaba que, al llegar tarde, pusiera a Lorraine en peligro.

Después de que Arielle expresara sus preocupaciones, Vinson guardó silencio. Aunque la situación era impredecible, no podía permitir que los tres vieran amenazada su seguridad.

«Deberías volver al coche. Yo echaré un vistazo. Si su vida no corre peligro, volveremos por la noche para rescatarla», propuso Vinson.

Aunque ambos eran formidables luchadores, seguía siendo arriesgado ir contra una seguridad tan pesada. Un solo error podría acarrearles problemas a los tres.

Consciente de que Vinson estaba preocupado por su seguridad y del hecho de que esta era la única manera, Arielle asintió.

«De acuerdo. Ten cuidado…»

Vinson le despeinó el cabello antes de desaparecer del lugar.

Cuando se hubo ido, Arielle entrecerró los ojos, pensativa. En lugar de volver al coche, regresó a su posición anterior para ver si podía averiguar algo más de Nancy.

…

Mientras tanto, el Duque estaba impresionado con las capacidades de Mark. Si éste no hubiera codiciado a quien no debía, sus perspectivas de futuro habrían sido mucho más brillantes.

Sin embargo, el Duque seguía necesitando a Mark esta vez porque no había traído suficientes hombres, no tenía sentido negarle un par de manos extra. Cuando el asunto estuviera resuelto, pensaría detenidamente en el destino de Mark.

«Todavía necesito que entregues otro lote de mercancías. Este lote es de extrema importancia, y no se tolerará ningún error», ordenó el Duque con expresión severa.

«Extremaré las precauciones y llevaré la mercancía sana y salva a su destino», respondió Mark de inmediato.

«No hay prisa. Puedes enviarlas dos días después. Por ahora, ve a investigar qué traman Vinson y Arielle».

La mención de ambos provocó una sonrisa sanguinaria en los labios del Duque.

«¿Eso es todo lo que necesitas? ¿Debo comprobar algo más?» preguntó Mark.

«Haz lo que creas conveniente».

El Duque se adelantó y Linda le siguió de cerca. Tras dar unos pasos, se volvió para mirar. Cuando sus ojos se encontraron con la apasionada mirada de Mark, giró rápidamente la cabeza.

Mientras Mark observaba sus siluetas alejarse, sus ojos se llenaron de anhelo y deseo por Linda. Tenía los puños tan apretados que en el dorso de la palma de la mano le salían venas palpitantes.

¡Linda, espérame! declaró Mark en su mente mientras las seguía a paso firme.

No fue hasta que ambos entraron en el estudio que se detuvo en seco y salió del apartamento. Una vez en el estudio, el Duque dio algunas instrucciones a Linda antes de dirigirse a la habitación de Nancy.

«Majestad, ¿No es hora de que cumpla su parte del trato?», preguntó el Duque mientras se apoyaba en la puerta.

A Nancy se le encogió el corazón al oír esas palabras. Era cuestión de tiempo que tuviera que aceptarlo. Por muy poco dispuesta que estuviera, no había forma de que lo rechazara. Después de todo, su vida estaba en juego.

«Se lo entregaré lo antes posible», respondió Nancy en tono solemne.

Lo que quisiera el Duque estaba bajo la custodia de los acérrimos seguidores de Nancy. Sin su permiso, nadie iba a ponerle las manos encima.

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