Sus mil secretos
Capítulo 1707

Capítulo 1707:

¡No hay ningún movimiento!

¿Cómo es posible que no haya ni una sola palabra sobre el niño perdido? ¡Ya lleva varios días perdido!

Vinson frunció el ceño.

¿Podría ser un niño abandonado a su suerte en un lugar rural?

No puede ser. Aunque fuera un niño abandonado, los adultos de la casa informarían a los padres en cuanto el niño desapareciera. ¿Cómo es que no hay nada en absoluto? Es extraño…

Harvey llamó justo cuando Vinson intentaba obtener más información sobre el caso. A través de la llamada, Harvey le dijo a Vinson que los hombres de Aaron habían detenido al secretario de la Reina Madre y lo habían metido en la cárcel.

«¿Qué? ¿Por qué razón? ¿Qué pasa con la Reina Madre?».

Vinson estaba conmocionado, pero la acción de Aaron también había merecido su aprobación. Meter en la cárcel al secretario de la Reina Madre fue lo primero que hizo Aaron después de salir, y eso fue todo un acierto.

Si Aarón seguía permitiendo que Nancy hiciera de las suyas contra él, Aarón quedaría incapacitado como Rey de Turlen.

A diferencia del suegro de Vinson, Dylan, Aaron era muy diferente. El encarcelamiento de Dylan por la Reina Madre y la muerte de Maureen echaron por tierra todas las esperanzas de Dylan, permitiendo que Nancy erosionara su autoridad lentamente. Sólo cuando se enteró de la noticia por Arielle, Dylan empezó a contraatacar.

Por otro lado, Aaron era el principito de Turlen desde que era joven, razón por la cual también tenía a su lado a cierta cantidad de hombres de su confianza. Si Aaron no hacía nada, Vinson tendría que rebajar su evaluación de Aaron.

«Aaron lo arrestó por abuso y tráfico de dr%gas», sonrió Harvey al hablar.

Tiempo atrás, habían sobornado a la amante del secretario para que tuviera la mercancía de Nancy, pero el secretario era muy despierto y cuidadoso.

Mantenía a su amante al margen de cualquier asunto esencial, lo que les llevó a pensar que aquello era un callejón sin salida, pero Aaron se las arregló para conseguirlo con algunas acciones audaces. Lo descubrió en poco tiempo y ejecutó sus planes.

Con la secretaria encarcelada e interrogada por los hombres dejados atrás por Dylan, Aaron estaba obligado a ganar algo.

Vinson también enarcó una ceja tras enterarse de esto, pues los movimientos de Aaron se habían ganado la aprobación de Vinson.

«Si sigue así, Sannie por fin podría irse en paz».

Aunque Arielle no dijo nada, Vinson sabía que sólo echando a Nancy del trono y devolviéndole todo el poder a Aaron, la señora podría irse en paz de este lugar.

Hablando de eso, Harvey recordó lo mencionado por Sonia, lo que lo llevó a preguntar por Arielle.

«Escuché que Arielle ya no está por aquí de Sonia. ¿A dónde se fue?»

En cuanto a Vinson, no tenía intención de ocultar nada sobre Arielle a Harvey.

Después de todo, Vinson y Harvey estaban estrechamente conectados y estrechamente asociados.

Aparte de no ser biológicos, eran como verdaderos hermanos. Por lo tanto, Vinson no estaba preocupado cuando le dijo a Harvey lo que Arielle estaba haciendo.

«¿Por qué no la detuviste? Ese lugar es peligroso». Harvey no esperaba nada de esto.

No sólo no anticipó que ella se iría sola, sino que tampoco pensó que Vinson le permitiría salirse con la suya dejándola ir sola. Llegados a este punto, no tenía ni idea de qué comentar.

«Si ella quiere hacer algo, tendrá mi apoyo. Además, creo en ella».

De ninguna manera la habría dejado ir sola si no fuera por las circunstancias que se presentaban. Vinson sólo accedió a esta decisión porque tenían que rescatar a la niña y hacerse con las pruebas de los actos criminales de Nancy. Por eso, Vinson cedió rápidamente porque sabía muy bien lo que ella tenía en mente.

…

Al mismo tiempo, en palacio, la Reina Madre también se enteró de que Aaron había arrestado a su secretaria.

Al enterarse de la noticia, ordenó inmediatamente a Monisha que llamara a Aaron para decirle que quería que viniera. Aarón, sin embargo, la rechazó de inmediato diciendo que tenía asuntos que atender.

Al mismo tiempo, Carlos estaba ocupado interrogando a la secretaria en la cárcel.

«¡Quiero ver a la Reina Madre!» Gerrard, que había soportado una serie de torturas, miró fijamente a Carlos con los ojos inyectados en sangre mientras gritaba.

Entonces llegó una voz profunda y encantadora, diciendo: «¿Deseas ver a la Reina Madre? Qué desgracia. No creo que puedas…».

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