Sus mil secretos
Capítulo 1691

Capítulo 1691:

Sin que él lo supiera, una sonrisa burlona jugaba en los labios de Nancy.

«Matthew…» Dándose la vuelta, se apoyó en su pecho, sus lágrimas humedeciendo su ropa.

Entonces el hombre la soltó y le secó suavemente las lágrimas que resbalaban por su rostro mientras no veía más que su propio reflejo en sus ojos.

De puntillas, Nancy le rodeó el cuello con las manos y le besó en los labios.

Matthew intentó empujarla de nuevo, pero en lugar de soltarla, la mujer empezó a besarle con más fuerza. No pasó mucho tiempo hasta que él le devolvió el gesto, poniéndole una mano en la nuca. Entonces, con la ropa esparcida por el suelo y justo cuando Matthew la había inmovilizado contra el sofá para dar el paso definitivo, sonó su teléfono.

El hombre recobró el sentido en cuanto miró la pantalla y rechazó la llamada antes de apartarse de Nancy.

«Tengo que irme», declaró antes de recoger su ropa y ponérsela, sólo para que la mujer se aferrara a él. «Quédate conmigo más tiempo».

Matthew quería hacer lo que ella le pedía, pero sabía que tenía que irse.

Ya no podía hacer esas cosas con ella, teniendo en cuenta cómo su mujer en casa había seguido queriéndole, permaneciendo a su lado y teniendo a sus hijos sin pensárselo dos veces, sabiendo al mismo tiempo que su corazón pertenecía a otra mujer.

Esta vez no podía hacerle daño.

«No…» Sin embargo, antes de que el hombre pudiera terminar, Nancy se detuvo frente a él y se arrodilló, provocándole una oleada de conmoción.

Su esposa nunca había hecho esto por él, y sin embargo alguien tan orgullosa como la Reina Madre lo estaba haciendo.

Mientras disfrutaba del momento, Matthew no pudo evitar sentir lástima por ella.

¿Qué tanto lo deseaba que estaba dispuesta a llegar tan lejos como para retenerlo?

Con eso, detuvo a la mujer y la llevó al sofá.

En otro lugar, Melissa miró su teléfono con ligera impotencia.

No contesta cuando está ocupado en el trabajo…

«Madre, ¿Seguimos yendo a casa de la abuela?». Preguntó Nico, sin olvidarse de tomarle el pelo a su madre. «Pero si te da pena dejar a papá solo, siempre puedo ir a ver a la abuela yo solo».

Melissa sintió que le ardían las mejillas. Dado que Matthew y ella se llevaban mejor últimamente, era cierto que lo echaba de menos. Aún así, sabía que no podía estar con él en todo momento.

«Vamos a prepararnos». La madre de Melissa estaba enferma y vivía a bastante distancia de ellos, así que tendrían que hacer la maleta con ropa para varios días antes de ir a cuidarla.

Cuando estaban a punto de salir, cuarenta minutos más tarde, Melissa volvió a marcar el número de su marido, con la esperanza de decirle que iban a casa de su madre. Esta vez, él contestó.

«Cuídate en la carretera. Cómprale a tu madre lo que necesite», le recordó Matthew amablemente.

Entonces, su respiración se volvió errática mientras las manos de Nancy recorrían su cuerpo, y colgó bruscamente.

…

De vuelta en el apartamento, Arielle y Vinson estaban en un centro comercial comprando ropa para el futuro recién nacido de Sonia. La ex mujer no estaba segura de cuándo regresaría de su próxima misión, así que había decidido comprar algunos regalos antes.

«¡Este es tan bonito! ¡Este parece tan bonito!» exclamó Arielle animadamente mientras contemplaba la ropa infantil.

«Vinson, tengamos dos niños algún día».

…

No muy lejos, una voz delicada sonó desde la oscuridad. «El objetivo ha aparecido. Prepárense».

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