Sus mil secretos
Capítulo 1648

Capítulo 1648:

Aaron pensó en echar a Arielle a patadas nada más verla.

¿Cómo se atrevía a presentarse aquí?

Al mismo tiempo, clavó en ella su mirada llena de odio.

«Aaron, ¿Sabes lo que pasó el día que papá falleció?». Por falta de tiempo, Arielle sólo pudo hacer la pregunta más urgente.

Pensó en preguntarle a Aarón por qué era tan hostil hacia ella sólo después de resolverlo todo.

«¡Fuera de aquí!»

Aarón no respondió a la pregunta de Arielle, sino que siguió mirándola con los ojos inyectados en sangre.

Mientras tanto, Arielle estaba enojada y realmente quería golpearlo al escuchar su comentario grosero.

¿Por qué no me cuenta el problema para que podamos resolverlo juntos? ¿Es el momento adecuado para desahogarse?

Reprimiendo su decepción, miró a Aaron y le dijo: «Aaron, no ha sido fácil para mí venir hoy aquí. La Reina Madre me acusó de ser una espía extranjera e incluso emitió una orden de arresto. Me arriesgo a estar aquí para averiguar la causa de la muerte de papá. Lo único que quiero es que descanse en paz».

«¡Fue envenenado y asesinado por mí! ¡Lo hice con mis propias manos! ¡¿Estás satisfecha ahora?! ¡¿Hmm?!

Después de que Arielle mencionara la muerte de Dylan varias veces, Aaron finalmente perdió los estribos y le gritó.

¿Apoyaría yo a la Reina Madre si papá y Arielle no me hubieran ocultado la verdad sobre la falsa muerte de Arielle?

Nada de esto habría ocurrido si no me hubiera puesto de su lado.

En el fondo, Aaron deseaba ser él quien muriera en su lugar cada vez que recordaba el momento en que le dio a Dylan el cuenco de brebaje de hierbas.

Aunque Arielle se puso furiosa al oír su respuesta, mantuvo la calma y preguntó: «¿De dónde has sacado el brebaje?».

«¡Me lo dio la Reina Madre!». Cuando Aaron cerró los ojos, se le cayeron las lágrimas por la mejilla y cayeron al suelo.

«Ella decía que papá era su hijo, aunque se pelearon por el poder. Como papá no se encontraba bien, le pidió a Monisha que preparara el brebaje de hierbas. Luego me pidió que se lo diera, alegando que no se lo bebería si sabía que ella lo había preparado. No sospeché de ella y lo envenené. Yo debería haber muerto en su lugar…».

A Aaron se le partía el corazón cada vez que recordaba que había entregado el cuenco de veneno que causó la muerte de Dylan.

Apretó los puños y se golpeó ferozmente el pecho.

Arielle se detuvo y lo consoló: «Aaron, no fue culpa tuya. En cambio, la Reina Madre fue demasiado maliciosa. Estaba dispuesta a asesinar a su hijo en aras del poder».

Sujetando los puños de Aaron y mirándole, añadió: «No tuvo nada que ver contigo. Es más, papá no te culparía por ello. Así que, por favor, no te sientas culpable por ello».

Desde que Dylan murió delante de él, Aaron había dejado de hablar y se había sumido en la culpa y el odio. Aunque Aaron odiaba a Dylan, Arielle y Nancy, se odiaba aún más a sí mismo.

No podía perdonarse haber confiado demasiado en Nancy, lo que llevó a la muerte de Dylan.

«Arielle, te odio hasta la médula. ¡Vete de aquí! No quiero verte». gritó Aaron con rabia y le quitó las manos de encima.

Arielle no entendía por qué Aaron le tenía un odio tan profundo.

¿Me odiaba después de saber que soy su hermana? ¿O sería porque no revelé mi identidad cuando me disfracé?

Sintiéndose desconcertada, Arielle lo miró fijamente y le dijo: «Estoy segura de que no querrás que papá muera en vano después de saber lo que hizo la Reina Madre. Esperaré a que salgas y lo vengues».

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