Sus mil secretos -
Capítulo 1575
Capítulo 1575:
Sólo le he pedido que me lleve a casa para conocer a sus padres. ¿Por qué pone esa cara tan larga? ¿Qué quiere decir con eso? Dice que quiere casarse conmigo, ¿Pero no quiere que conozca a sus padres? ¡Qué más da! Como si me importara conocer a sus padres. Ni siquiera me importa que no nos casemos ahora.
Sonia sintió que una oleada de indignación la invadía cuanto más pensaba en ello, mientras gotas de lágrimas rodaban por su rostro.
Al notar que su voz estaba apagada, Harvey se dio cuenta de que ella debía de haber malinterpretado su vacilación como disgusto.
Se agachó y obligó a Sonia a mirarle, haciendo caso omiso de sus esfuerzos por liberarse. Al ver su cara llena de lágrimas, sintió que se le partía el corazón.
Maldita sea, prometí hacerla feliz, pero en lugar de eso la he hecho llorar.
Le secó las lágrimas con el pulgar y le dijo en voz baja: «No es que no quiera que conozcas a mis padres. Es que perdieron la vida en servicio’’.
Sus padres eran militares y habían perdido la vida en una misión.
Sonia se quedó perpleja. ¿Murieron en servicio?
Miró a Harvey con los ojos todavía llenos de lágrimas. Sólo entonces se dio cuenta de la tristeza en su rostro. En ese momento sintió una punzada de culpabilidad. No debería haber mencionado lo de conocer a sus padres. Entonces no estaría tan disgustado.
“Lo siento. No sabía…” Sonia cogió la mano de Harvey y le pidió disculpas.
Harvey la tomó entre las suyas e intentó no pensar en lo mucho que echaba de menos a sus padres.
“¿Por qué pides perdón? No tenías ni idea de esto. Además, es normal que quieras conocerlos. Después de todo, van a ser tus suegros. Aunque no puedas conocerlos, podrás conocer a mi abuelo y a mi hermano menor”.
Sin embargo, Sonia miró a Harvey con aprensión y preguntó: «¿Cómo son tu abuelo y tu hermano? ¿Será fácil llevarse bien con ellos? ¿Les caeré bien?”
“No te preocupes. Apoyarán mi elección».
Mientras tanto, en Lightspring, en una lujosa mansión que podría rivalizar con un palacio, una bella mujer se colocó detrás de un hombre que estaba de espaldas a ella e informó respetuosamente: «Señor, he averiguado dónde está».
El hombre quedó intrigado al oír aquello. Giró su silla para mirar a la mujer, mostrando su rostro. Si Arielle estuviera allí, seguramente se quedaría desconcertada, ya que el hombre tenía un parecido asombroso con Vinson. La comisura de sus labios se curvó en una mueca.
«¿Dónde está?”
«Turlen».
El hombre enarcó una ceja ante la mención de Turlen. ¿Está tratando de entregarse?
‘‘Empieza a ejecutar el plan entonces’’.
‘‘Sí, señor’’, respondió la mujer. Sin embargo, no se marchó después.
Observo al hombre con afecto en su mirada mientras caminaba a su lado. Luego, se agachó y le desabrochó los pantalones antes de bajar la cabeza.
La respiración del hombre se hizo más agitada a medida que pasaba el tiempo antes de que finalmente empujara a la mujer. Antes de que ella pudiera reaccionar, la presionó contra el escritorio. Pronto se oyeron gem!dos reprimidos de mujer que salían del despacho.
Al cabo de una hora, el hombre se sació. Se fue al baño mientras la mujer se ponía la ropa y limpiaba el desastre que habían hecho en el despacho. Luego, se sentó tranquilamente en un rincón y esperó a que el hombre regresara. Cuando terminó de limpiarse, el hombre frunció el ceño al ver que la mujer seguía por allí.
“Señor, ¿Puedo quedarme aquí con usted unos días antes de irme a cumplir la misión?», preguntó la mujer con timidez. El hombre frunció el ceño al escucharla.
“No me gustan las mujeres que no conocen su lugar’’. El rostro de la mujer palideció al oír aquello.
El hombre se dirigió a la ventana después de que la mujer saliera. Miró a lo lejos y sonrió con maldad.
«¡Mi querido hermano, ojalá tengas tanta suerte como antes!
Después de todo, ¿No será más divertido así?”
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