Sus mil secretos -
Capítulo 1547
Capítulo 1547:
Sonia rechazó la llamada y volvió a meter el teléfono en el bolso. Incluso lo apagó intencionadamente.
Harvey se preocupó por ella al ver aquello, pero fue lo bastante considerado como para no preguntar al respecto. Abrió la puerta del coche en silencio y la dejó entrar.
Durante el trayecto, la miró de vez en cuando. Tenía la cabeza apoyada en la ventanilla del coche. Parecía como si algo le preocupara.
Sus labios se entreabrieron, pero al final no dijo lo que pensaba.
Aunque ya lo habían hecho y ella estaba embarazada de él, no se conocían en absoluto. Por lo tanto, no le pareció apropiado preguntarle por sus asuntos personales.
Si se lo preguntaba, podría asustarla sin querer.
Al llegar al apartamento, Harvey supo que Sonia tenía muchas ganas de ver a Arielle, así que la llevó inmediatamente a la habitación de Arielle y llamó a la puerta.
Hasta que Arielle no les permitió entrar verbalmente, no abrió la puerta para dejar pasar a Sonia.
‘‘¡Realmente sigues viva, Señorita Moore!’’ Sonia se emocionó tanto que los ojos se le pusieron rojos al ver a Arielle sana y salva.
Se apresuró a darle un abrazo y se atragantó: «De verdad creía que habías muerto. No sabes lo triste que estaba. Me alegro tanto de que sigas viva’’.
Arielle supo que Sonia estaba realmente preocupada por ella. Los bordes de sus labios se curvaron hacia arriba.
“¿Por qué lloras? Estoy bien, ¿Verdad? Es sólo que mi situación me ha obligado a esconderme’’. Acarició la cabeza de Sonia.
Sonia la soltó y la miró con preocupación. “¿Dónde estás herida? ¿Te has recuperado?”
“Me recuperaré pronto», respondió Arielle mientras su mirada se dirigía al abdomen de Sonia. “¿Qué piensas hacer con el niño?”
Harvey, que había regresado con un vaso de agua, se detuvo en seco al oír aquella pregunta. Se detuvo ante la puerta de la habitación, deseoso de oír también la respuesta.
Sonia bajó la cabeza mientras pensaba en cómo responder a aquella delicada pregunta.
Sus dedos se aferraban a los bordes de su camisa mientras había una mirada perdida en sus ojos.
“No lo sé».
Cuando se enteró de que estaba embarazada, había estado asustada y preocupada. Sin embargo, aquella noche, mientras se acariciaba el vientre, la invadió una sensación mágica al darse cuenta de que su cuerpo estaba nutriendo y haciendo crecer una nueva vida. Si no ocurría ningún accidente, sólo tardarían ocho meses más en reunirse con aquella nueva vida.
Sin embargo, no estaba segura de poder asumir la responsabilidad de criar a un niño.
Actualmente, el padre de su bebe se había enterado de que estaba embarazada. No sabía cuál era su opinión sobre el bebe, si quería criarlo junto a ella o pedirle que lo ab%rtara.
“Será mejor que lo pienses detenidamente, Sonia. Si no quieres al bebe, deberías ab%rtarlo cuanto antes. Será mejor para tu cuerpo y te recuperarás antes’’, le aconsejó Arielle.
No quería que Sonia diera a luz al bebe porque la vida de una madre soltera era demasiado difícil. Además, debido a la identidad de Sonia, sus padres y abuelos no podrían aceptar el hecho de que se quedara embarazada antes de casarse, ya que se convertiría en madre soltera.
“Pensé en quedarme con el bebe, pero sólo fue un pensamiento fugaz», dijo Sonia mientras levantaba la cabeza para mirar a Arielle a los ojos y sonreía amargamente.
“Sin embargo, no tengo valor para quedármelo. No sé si podré soportar las consecuencias de dar a luz a este bebé. No sólo pasaré penurias como madre soltera, sino que tampoco sé si podré proporcionarle una vida cómoda. Si no puedo, ¿Para qué voy a darle a luz y dejar que sufra conmigo?”
“Entonces, ¡Ab%rta!” Arielle entrecerró los ojos.
Harvey no pudo contenerse más al oír aquello.
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