Sus mil secretos
Capítulo 1544

Capítulo 1544:

Harvey miró impotente a Arielle, pues no tenía ni idea de que ella le pediría que comprara material y medicamentos para practicar una operación de ab%rto. También le pidió que le trajera a una joven de la facultad de medicina.

Era obvio por qué quería que la joven estuviera allí.

“¿Quién es? ¿Es tan importante para ti? ¿Es necesario que te expongas para salvarla?’’ Conociendo la situación de Arielle, Harvey frunció el ceño con desaprobación.

Arielle sabía que Harvey se preocupaba por ella, pero Sonia era la primera amiga que había conocido aquí, y no podía ignorar la difícil situación de Sonia. Además, aunque Sonia acabara revelando que seguía viva, no pasaba nada. Las cosas serían más fáciles para ella si pudiera permanecer en la sombra, pero tenía la confianza suficiente para afrontar las consecuencias si la gente descubría que estaba viva.

“No dirá nada. Creo que lo mantendrá en secreto’’, respondió Arielle con resignación.

Confiaba en Sonia. Nunca le diría a nadie que seguía viva.

Sin embargo, Harvey seguía dudando. “Aunque lo mantuviera en secreto, otros podrían enterarse’’.

Estaba sugiriendo que podía llevar a Sonia al hospital para realizar la operación de ab%rto en su lugar. No era necesario llevar a Sonia hasta Arielle.

‘‘No importa si alguien descubre que estoy viva. Puede que atraiga algún peligro, pero ya he descubierto quién es la autora intelectual. No dejaré que lo consiga», dijo Arielle severamente con los ojos entrecerrados.

Ahora que tenía el teléfono, el ordenador y la red de la Reina Madre vigilados las veinticuatro horas del día, recibiría todas las órdenes y palabras que ésta pronunciara.

Si la Reina Madre se atrevía a intentar hacerle daño de nuevo, no tendría piedad de ella.

El ceño de Harvey se frunció al darse cuenta de que Arielle no iba a ceder. Vinson me dijo que cuidara de ella. Si se filtra la noticia de que Arielle está viva cuando está conmigo, ¿Cómo se lo explicaré a Vinson?

Mirando a Arielle, utilizó a Vinson para intentar persuadirla de que cambiara de opinión.

‘‘¿Lo sabe Vinson? Tienes que decírselo…’’

‘‘Lo sabe. De hecho, fue él quien me dio la idea», intervino Arielle antes de que Harvey pudiera terminar la frase.

Harvey la miró incrédulo.

¿Cómo? ¿Vinson fue quien tuvo la idea? ¿Qué demonios? ¿No tenía miedo de filtrar el paradero de Arielle?

De repente, no entendía qué se les había metido entre ceja y ceja. Para él, nada era más importante que la seguridad de Arielle.

Como Harvey fruncía el ceño y no daba muestras de querer irse, Arielle le aseguró: «No filtrará mi paradero, te lo prometo. Lo único que tienes que hacer es evitar la atención de todos y traerla de vuelta aquí’’.

‘‘Entendido. ¿Debo coger las cosas primero? ¿O la recojo yo primero?” preguntó Harvey. Había un deje de resignación en su voz.

Arielle se lo pensó un poco antes de contestar: «Recógela primero. Le pediré que se reúna contigo frente a la entrada de la universidad».

Harvey asintió bruscamente y se volvió para marcharse. Tras cerrar la puerta de Arielle, cogió la llave del coche y la chaqueta antes de dirigirse al garaje.

Se detuvo ante su coche. Tras desbloquearlo, entró en él y sacó el teléfono para llamar a Vinson.

‘‘Vin, ¿Cómo has podido aceptar que Arielle trajera aquí a la chica?’’ exigió Harvey en cuanto se conectó la llamada.

Vinson sabía que Harvey tenía buenas intenciones. Una sonrisa se dibujó en sus labios al responder: «Es su mejor amiga. Estará bien. Sólo presta atención cuando la recojas’’.

De vuelta a la facultad de medicina, el teléfono de Sonia zumbó de repente. Tras sacarlo del bolso, echó un vistazo a la pantalla. Al instante, se tapó la boca, asombrada, sin poder creer lo que veía.

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