Sus mil secretos -
Capítulo 1515
Capítulo 1515:
‘‘Pregúntale a tu padre si quieres saber de qué hablamos”, respondió Arielle con indiferencia. Luego se giró hacia Melissa y dijo: «Gracias por la cena. Ya es tarde y estoy segura de que la Anciana Señora Nighy está durmiendo. Iré a visitarla la próxima vez’’.
Melissa se levantó y respondió con una sonrisa: «De acuerdo».
Mientras tanto, Matthew también bajaba las escaleras. Cuando oyó que se marchaba, quiso despedir a Arielle. Después de todo, seguía considerando a Arielle como la benefactora de la familia, ya que había salvado la vida de su madre.
Mientras el grupo se dirigía a la puerta, Aaron seguía sin poder apartar la mirada de Arielle, y nadie más se dio cuenta de ello excepto Vinson y Arielle.
Cuando Vinson vio que Arielle fruncía el ceño, se acercó y se puso delante de ella para bloquear la vista de Aaron.
Irritado por lo que hizo, Aaron presionó los puños al instante y dirigió a Vinson una mirada asesina.
¡Si pudiera matar a ese hombre con la mirada!
Mientras volvían a casa, Vinson le contó a Arielle lo que tenía en mente.
Arielle guardó silencio un momento tras oír su sugerencia, porque le pareció que aún no era el momento adecuado para revelar su identidad a Aaron.
‘‘No pasa nada si no quieres decírselo ahora. Ya encontraremos el momento adecuado para contarle la verdad’’, dijo Vinson mientras la cogía de la mano.
Arielle frunció el ceño. ‘‘Lo haremos más adelante’’.
De algún modo, no podía aceptar el hecho de tener un medio hermano, sobre todo cuando la madre de Aaron era una rompehogares. ¿Cómo puedo reconocer como hermano al hijo de una destructora de hogares?
“¿Cómo fue la charla con el General Matthew?”
Arielle se masajeó las sienes y suspiró. “La he fastidiado’’.
‘‘No hay necesidad de precipitarse’’, la consoló Vinson.
Arielle asintió con la cabeza. Sabía que no debía haber sido tan impulsiva, pero sólo quería resolver el asunto de una vez por todas para evitar que surgieran más problemas en el futuro.
Puede que su padre biológico estuviera en Turlen, pero ella estaba deseando volver a Chanaea, su país natal. Pero antes de volver a Chanaea, tenía que resolver primero todos los problemas de Turlen.
Arielle tuvo que frotarse las sienes para aliviar el dolor punzante que sentía en la cabeza.
Al darse cuenta, Vinson rodeó con las manos la cintura de Arielle, la hizo tumbarse sobre su regazo y le masajeó suavemente las sienes.
Minutos después, se oyó una suave respiración rítmica.
A Vinson le sorprendió que Arielle se hubiera dormido tan pronto. Al mirar a la mujer, no pudo evitar sentir lástima por lo que había tenido que pasar.
Tras llegar a la Mansión Paelsford, Arielle seguía sumida en un profundo sueño. Vinson miró al chófer y sacudió la cabeza antes de cogerla suavemente en brazos y llevarla a la habitación.
En lugar de despertarla, decidió dejar que siguiera durmiendo.
Vinson se llevó entonces el portátil a su propia habitación y se puso a trabajar, pues no quería molestar a Arielle.
Cuando Arielle se despertó, echó un vistazo a su reloj y se dio cuenta de que había dormido una hora. Inmediatamente se levantó de la cama y cambió las sábanas antes de coger el pijama e ir al baño. Tras ducharse, se secó el cabello y se tumbó en la cama. De repente, Vinson entró, cerró la puerta y se dirigió hacia ella.
El hombre sólo llevaba una toalla enrollada alrededor de la cintura, dejando al descubierto sus cincelados abdominales de ocho.
Vinson sonrió satisfecho y le susurró al oído: «¿En qué estás pensando?
¿Por qué te ruborizas?”
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