Sus mil secretos
Capítulo 1511

Capítulo 1511:

Mirando a Nico, a Arielle le molestó que la mujer coqueteara con su hombre.

‘‘Ésa de ahí es su habitación’’, informó Melissa con una sonrisa, completamente ajena a lo que pasaba por la mente de Arielle. “Con su edad, prefiere estar sola en un lugar tranquilo’’.

Arielle asintió, pues la mayoría de sus pacientes ancianos de Chanaea tenían las mismas preferencias. Preferían pasar la mayor parte del tiempo solos.

Nico fue la primera en entrar cuando Arielle y los demás llegaron a la habitación de Lisa.

“Abuela, la Doctora Moore ha venido a verte. Es la que te trató’’, anunció Nico antes incluso de entrar.

‘‘Nico siempre ha sido así de imprudente. No tengo ni idea de quién la ha contagiado’’. Melissa negó con la cabeza mientras se reía.

Como Arielle prefería ignorar a Nico, decidió no hacer comentarios al respecto.

Aunque Arielle planeaba ganarse el favor de Matthew, pretendía estar en igualdad de condiciones con él.

«¡Ven a empujarme ahora!», ordenó Lisa, cuya voz seguía siendo clara a pesar de su edad.

Nico sabía que Lisa no podía esperar a ver a Arielle, así que se apresuró a colocarse detrás de la silla de ruedas de su abuela.

‘‘Usted debe de ser la Doctora Moore’’, dijo Lisa con una gran sonrisa mientras cogía a Arielle de la mano a la entrada del salón. ‘‘¡Vaya, vaya! ¡Qué belleza eres! ¿Estás saliendo con alguien?”

‘‘Madre, la Doctora Moore es chanaeana. Sabes que no puede casarse en nuestro país, ¿Verdad?», recordó Melissa con impotencia.

Lisa había llegado a una edad en la que disfrutaba haciendo de casamentera.

«¡Oh, claro!», exclamó Lisa mientras se daba un golpe en la frente. “Cada día tengo peor memoria. Había olvidado que eres chanaeana».

Entonces, la anciana miró disculpándose a Arielle. “Por favor, disculpe mis terribles modales, Doctora Moore’’.

Como Arielle iba vestida como una turleniana, se le podía perdonar que cometiera semejante error.

‘‘No pasa nada’’, respondió Arielle comprensivamente antes de tomarle el pulso a Lisa y escudriñarla. “Te encuentras bien’’.

“¿Es medicina chanaeana?», preguntó Lisa con curiosidad.

“Es medicina chanaeana antigua. Muchos chanaeanos la conocen bien», respondió Arielle asintiendo con la cabeza.

Era normal que los chanaeanos fueran patriotas. Como tal, la mujer se llenó de orgullo cuando mencionó su país natal.

No sólo se sentía afortunada por haber nacido chanaeana, sino que también se alegraba de serlo.

“Me encantaría ver el país del que había salido una joven tan buena como tú», dijo Lisa con una risita.

Aunque había vivido más de la mitad de su vida, Lisa nunca había salido de Turlen.

Como había pasado la mayor parte de su vida cuidando de su familia y contribuyendo a su país, anhelaba ver el mundo algún día.

“Si quieres, puedes pedir permiso a Su Majestad’’. Aunque sólo fuera eso, Arielle confiaba en poder conseguirle a Lisa el visado para viajar.

Un destello de esperanza brilló en los ojos de Lisa antes de desaparecer rápidamente.

“Olvídalo. Mira lo vieja que soy ahora’’.

Al oír eso, Arielle no se atrevió a seguir con el tema.

‘‘Vamos. ¿Por qué no entramos primero?», sugirió Melissa mientras empujaba a Lisa hacia dentro e indicaba a los demás que la siguieran. De repente, Melissa abrió los ojos, sorprendida.

.

.

.