Sus mil secretos
Capítulo 1497

Capítulo 1497:

Para cuando la criada limpió a Cindy, Dylan había regresado al palacio. En su intento de evitar desencadenar la respuesta histérica de Cindy, Arielle se puso un sombrero de verano que le cubría toda la cara excepto los ojos.

Esta vez llevó consigo un sedante por precaución. En caso de que Cindy se pusiera furiosa, podría utilizarlo.

Como era la primera vez que Vinson la veía vestida así, sonrió divertido por lo bien que le quedaba.

Al llegar a la cabaña en la que vivía Cindy, comprobaron que el hedor se había disipado considerablemente tras limpiar la habitación.

Dentro, Cindy ya dormía con el cuerpo acurrucado junto a la pared. Evidentemente, estaba agotada por la larga lucha anterior.

Arielle se acercó despreocupadamente a ella y se arrodilló para tomarle el pulso. Frunció el ceño y se dio cuenta de que sus conjeturas eran ciertas y de que la locura de Cindy se debía a que la habían dr%gado.

¿Quién le hizo esto? ¿Fue la misma persona que la trajo aquí? Pero, ¿Por qué seguir haciéndolo cuando ya está aquí?

Las preguntas abundaban en la mente de Arielle mientras entrecerraba la mirada.

Retiró las manos, se dio la vuelta y salió. Cuando Vinson, que esperaba en la puerta, la vio salir, preguntó en voz baja: «¿Cómo está?».

Mientras ambos caminaban de vuelta a la casa, Arielle reveló sus pensamientos, «La han dr%gado, tal como sospechábamos».

«Tendremos que esperar a que sus captores inicien la búsqueda. Para entonces, tendremos más pistas». Justo cuando hablaba, Vinson añadió: «¿Vas a tratar a Cindy?».

¿Tratarla?

Arielle negó con la cabeza.

«De momento, no».

Vinson frunció el ceño. «¿Por qué?»

«¡Es la asesina de mi madre, cielos! Debería alegrarse de que no la matara. De ninguna manera voy a tratarla. ¿En qué estás pensando?» comentó Arielle sorprendida.

Aunque quisiera tratar a Cindy, sería una decisión para más adelante.

Naturalmente, Vinson estaba de acuerdo con su postura, pues lo único que le importaba era que ella fuera feliz.

«¿Cuál es la situación con Harvey y Xavier? ¿Hay alguna novedad por parte de la Reina Madre?»

Por el momento, la lucha por el poder de su padre era el centro de su atención.

Como eso era lo que él quería, ella se esforzó por conseguírselo.

«De momento no hay novedades». Después de todo, ni Harvey ni Xavier se habían puesto en contacto con él recientemente.

Si tuvieran alguna noticia, sin duda lo habrían hecho.

Bajo la luz de la luna, Vinson cogió la mano de Arielle.

«No te preocupes, seguro que ayudaremos a tu padre a recuperar su autoridad». Arielle asintió mientras gruñía en señal de reconocimiento.

Al regresar a la casa, cada uno fue a ducharse. Cuando Arielle salió, vio a Vinson sólo con una toalla alrededor de la cintura. Delante de él había un ordenador portátil en el que sus dedos tecleaban furiosamente.

En cuanto la vio, dejó lo que estaba haciendo y caminó hacia ella.

«No te preocupes, me las arreglaré sola. Tú deberías volver a tu trabajo».

Teniendo en cuenta que llevaba varios días sin encender el portátil, Arielle sabía que probablemente necesitaría trabajar hasta tarde. De ahí que pensara que era mejor no robarle tiempo.

No obstante, Vinson hizo caso omiso de sus palabras.

¿Cómo es posible que el trabajo me impida pasar tiempo con mi mujer?

Le quitó a Arielle la toalla de las manos y le secó el cabello con ella antes de secárselo con un secador.

En aquel momento, Arielle se sintió abrumada por la dicha.

Justo cuando estaba perdida en sus propios pensamientos, Vinson dejó el secador y la llevó hasta la cama. Antes de que ella pudiera reaccionar, él ya se había inclinado para morderle el labio.

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