Sus mil secretos
Capítulo 1493

Capítulo 1493:

Cuando se separaron, Aaron advirtió a Nico: «Si quieres ese guardaespaldas, será mejor que te des prisa. Si no, te arrepentirás el resto de tu vida».

«¿Qué quieres decir?» La expresión de Nico cambió ligeramente y lo miró en busca de una aclaración.

«Vuelven a Chanaea y no volverán». Al oír eso la expresión de Nico decayó mientras Aaron se marchaba enfadado sin siquiera despedirse.

Mientras tanto, Sonia se había enterado de que Arielle iba a volver a Chanaea cuando terminaran sus clases.

Reacia a que se marcharan, invitó a Arielle a reunirse con ella y la esperó en el lugar acordado.

Cuando Arielle terminó de hacer las maletas, se dirigió con Vinson a ver a Sonia.

«No tarden mucho», le indicó Vinson antes de que entraran.

Al oír sus palabras, Arielle se detuvo bruscamente y le dirigió una mirada de resignación. «¡Lo sé, celoso!» Añadió al momento siguiente: «Seré rápida».

Curvando los labios en una sonrisa, Vinson le acarició el cabello y comentó: «Vamos».

Cuando Arielle entró agitando los brazos, Sonia la vio enseguida y le devolvió el saludo. En cuanto Arielle se sentó, la agarró por los brazos.

«¿Por qué no me dijiste que ibas a volver a Chanaea? Si no hubiera oído hablar de ello a los profesores y al director, habría perdido la última oportunidad de verte».

Arielle frunció las cejas en respuesta.

¿La última oportunidad? ¿Por qué suena tan ominoso?

«Sólo voy a volver unos días para ocuparme de unos asuntos. Volveré después” explicó Arielle.

En consecuencia, Sonia se sintió avergonzada por haberse precipitado sin informarse bien de lo que ocurría. Había dado por sentado que Arielle no iba a volver nunca.

Al final, mi propio malentendido hizo que me preocupara innecesariamente.

«En ese caso, avísame cuando te vayas. Iré a despedirte», sugirió con los ojos brillantes.

Arielle lo aceptó con elegancia. «Claro, te llamaré cuando tenga la fecha».

Sonia gruñó, encantada. Era realmente reacia a que Arielle se fuera, y le preocupaba igualmente que estuviera embarazada. De ahí que sólo se sintiera segura con Arielle cerca.

Ahora que Arielle estaba a punto de marcharse a Chanaea, decidió sacar a pasear a su padre. Por eso, Vinson y ella llegaron frente al palacio para recogerlo.

«Papá, mientras esté fuera, tienes que cuidarte mucho. Sybil me ha dicho que no has sido disciplinado con tu dieta», le aconsejó Arielle mientras cogía a Dylan de la mano junto al lago.

Reconfortado por la preocupación de Arielle, Dylan le dio unas palmaditas en la mano y la tranquilizó: «Lo sé, así que no te preocupes. Si cuando vuelvas descubres que he adelgazado, puedes castigarme como quieras».

«¿Castigarte como yo quiera? Levantó las cejas. «En ese caso, sólo volveré a verte cuando engordes».

«¿Eh?» Dylan se quedó boquiabierto.

¿No es demasiado?

Sonrió a su hija y replicó: «No puedes hablar en serio, ¿Verdad?».

«Siempre cumplo mi palabra. Si adelgazas de verdad, no volveré a verte», comentó Arielle con indiferencia mientras le miraba de reojo.

La sonrisa de Dylan se congeló bruscamente antes de replicar con los dientes apretados: «Vale. Te prometo que tendré tres comidas regulares todos los días y que no adelgazaré hasta que vuelvas».

En el fondo, se esforzaba por mantener una dieta adecuada para que Arielle lo visitara en cuanto regresara de Chanaea.

No se preocupaba por su propia salud cuando ignoraba la existencia de Arielle. Pero ahora que lo sabía, tenía una razón para cuidarse mejor.

Cuando vislumbró su expresión, Arielle apartó la mirada mientras curvaba los labios en una sonrisa.

Mientras tanto, Vinson sonreía ante la cálida escena entre padre e hija. Desde que ambos se habían reunido, Arielle sonreía con mucha más frecuencia.

Sin embargo, pensar en la situación actual hizo que su expresión se ensombreciera, pues había demasiado poder concentrado en manos de la Reina Madre. En cuanto a su suegro, no era más que una marioneta a pesar de ser Rey. Así pues, Vinson decidió que necesitaba una estrategia adecuada.

Mientras tanto, los ojos de una mujer se abrieron de golpe al ver a Arielle y Dylan juntos.

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