Sus mil secretos
Capítulo 1450

Capítulo 1450:

Las cejas de Arielle estaban fuertemente fruncidas por el disgusto mientras respondía a Vinson: «Pensaba hacerle una prueba de paternidad, pero podría ser complicado conseguir una muestra.»

Había varios métodos para realizar pruebas de paternidad, aunque cada uno de ellos era difícil de llevar a cabo en las circunstancias de Arielle. Vinson sugirió: «Si no puedes conseguir nada del Rey, ¿Qué hay de Aaron?».

Ahora que sabía que Aaron era posiblemente el hermano menor de Arielle, su animadversión hacia aquel hombre se había reducido considerablemente.

«¿No te disgustan mis interacciones con él?». Arielle miró a su marido y continuó: «Te ponías celoso cuando le dedicaba una sola mirada». Inconscientemente, Arielle se pasó la mano por los labios hinchados.

Vinson sonrió satisfecho. Ahora las cosas son distintas. Él no sabía que Aaron era potencialmente su hermano menor. Ahora que su relación familiar era una clara posibilidad, Vinson estaba abierto a la idea de cambiar su comportamiento celoso hacia aquel hombre. Sigue sin agradarme, pero ya no le tengo tanta aversión como antes.

«Entonces, ¿Seguirás mi sugerencia?».

«Vinson, si el Rey es realmente mi padre biológico…». Arielle vaciló. Bajó los ojos, indecisa.

Percibiendo su confusión, Vinson la envolvió en un abrazo y le aconsejó con ternura: «No nos preocupemos tanto. Primero deberíamos confirmar si es realmente tu padre biológico. Podemos pensar en el resto más tarde».

Ella se inclinó hacia su abrazo y asintió.

Arielle sentía que cada vez dependía más de Vinson. En el pasado, se habría enfrentado sola a cualquier problema que se le hubiera presentado, independientemente de su complejidad. Sin embargo, desde que conoció a Vinson e inició una relación con él, siempre dependía un poco de él cuando se encontraba con problemas.

No sabía si su dependencia de él era algo malo. Al fin y al cabo, tener a alguien en quien confiar era algo feliz y afortunado en la vida.

Mientras Arielle y Vinson se abrazaban alegremente en la Mansión Paelsford, Aaron se revolvía de celos en la esquina de un bar.

«¿Le apetece una copa, señor?». Una mujer que vestía de forma reveladora se acercó con una copa en la mano cuando vio a Aaron rumiando en silencio en un rincón.

Su actitud fría y altiva la intrigó.

Se agachó y prácticamente puso sus activos a la vista de Aaron. Luego lo miró con sus grandes ojos de cierva y su mirada encantadora. Su voz era suave y seductora.

Aaron la miró y le espetó: «¡Piérdete!».

No esperaba que se mostrara tan hostil, pero eso no hizo más que aumentar su interés por él. Ningún hombre había escapado vivo a sus encantos.

«Ya veo que te haces el duro». La mujer arqueó una ceja y bromeó: «¡Eso me gusta!».

A continuación, se colocó frente a Aaron y apoyó una mano en su asiento, con la intención de inclinarse hacia él. Para su consternación, Aaron la apartó y la fulminó con la mirada. La amenazó: «Piérdete. No me hagas repetirlo».

Su tono gélido no dejaba lugar a malas interpretaciones. La mujer por fin se dio cuenta de lo que pasaba. No se hace el duro. Simplemente, ¡No le gustan las mujeres!

No se atrevió a seguir probando suerte y salió corriendo en busca de su próximo objetivo.

«¿Qué te pasa? ¿No es totalmente tu tipo?» Bernd se giró hacia Aaron, atónito tras presenciar el feroz rechazo de la mujer por parte de su amigo.

Aaron apuró con vehemencia la pinta de cerveza que le quedaba y dijo: «¡Eso fue en el pasado!».

«¿Mal humor?» Bernd arqueó una ceja inquisitivamente.

Aaron dejó la jarra vacía sobre la mesa y miró a su amigo. Le preguntó, «Bernd, ¿Cómo conseguirías que una mujer se enamorara de ti?». En aquel momento parecía tan perdido como un niño.

Bernd le devolvió la mirada y le espetó: «¡Eres el Príncipe, cielos! ¿Qué mujer no se moriría por casarse contigo? ¿Por qué malgastas tu tiempo en una preocupación tan inútil?».

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Nota de Tac-K: Tengan una linda mañana queridas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. ٩(^◡^ )

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