Sus mil secretos
Capítulo 145

Capítulo 145:

El Duque se acercó y preguntó fríamente: «¿Qué ha pasado?».

Encogiéndose de hombros, Gerald exclamó incrédulo: «Mi firewall cuidadosamente diseñado y mis códigos de programación fueron descifrados…»

«Ve al grano», exigió el Duque. «No me importa el proceso, sólo quiero saber los resultados».

Gerald tartamudeó: «¿Resultados? Podrán rastrearnos dentro de dos… dos minutos». El Duque se sintió perturbado por su declaración. Sabía que Vinson tenía muchos genios a su alrededor, oficialmente y en secreto. Incluso tenía a Carter, que era un experto en todo lo relacionado con la tecnología.

De ahí que eligiera al Grupo Southall como lugar para lanzar su ataque. Terminó todas sus señales de comunicación para cortar cualquier contacto entre Vinson y Carter. No debería haber ningún problema ya que Carter no está en el panorama general. ¿Qué fue lo que salió mal? ¿Tiene Vinson otros profesionales a su alrededor que no conozco?

Gerald explicó: «Duque, tenemos que tomar una decisión. Su intención es obvia, quieren tomar el control de los sistemas. Si les damos acceso, no tendrán tiempo de rastrear nuestra ubicación. Si no lo hacemos, serán capaces de localizarnos en poco tiempo. En consecuencia, ya no podremos permanecer en la oscuridad. Una vez que estemos expuestos, nos será más difícil luchar contra ellos…»

El Duque guardó silencio. Una vez que les demos el control total, este plan se arruinará. ¿Debo hacer esto fácil para Vinson? Se mostró muy reacio. Para él, el plan actual era el más idóneo, ya que tenía lugar en el lugar y el momento más adecuados, cuando Vinson desconocía por completo la trampa que le esperaba. Se preguntó si podría aprovechar otra oportunidad en el futuro para engañar a Vinson e inmovilizarlo.

Apretando los puños con rabia, se le veían las venas abultadas. Pulsando el teclado, Gerald instó: «Duque, tiene que tomar una decisión ahora. Se están volviendo locamente rápidos. Ni siquiera puedo reconstruir el firewall con la suficiente rapidez para impedir que pasen. Oh no, no puedo aguantar más. ¡Nos van a atrapar en poco tiempo!»

«¡Duque!»

Frenéticamente, Gerald se levantó y gritó con voz aguda. Apretando los dientes, el Duque pronunció: «Dáselo». Aliviado, Gerald pulsó la tecla… Al otro lado de la costa, acaba de producirse la tercera explosión en el Grupo Southall.

*¡BOOOOOOOMMM! *

Un fuerte estruendo sonó desde el piso de arriba. Afortunadamente, ocurrió lejos del primer piso. Por lo tanto, no impactó directamente en la sala de seguridad. Sin embargo, el techo que ya se estaba desmoronando se sacudió vigorosamente debido al temblor. Perdiendo su pivote, se fue derrumbando poco a poco. «¡Es demasiado tarde!»

Vinson agarró la mano de Arielle y gritó: «¡Vamos ya, que se va a caer en diez segundos!».

Inmóvil, Arielle se quedó mirando la pantalla. «Ya casi he llegado. Pronto lo conseguiré».

«¡Olvídalo! ¡Vete ahora!» Justo entonces, un gran acero de hormigón se desprendió del techo desde la esquina opuesta al otro lado de la habitación. Cómicamente, las ventanas se mantuvieron firmes en sus accesorios, tan estables como la roca, sin una sola grieta. Arielle lo apartó y gritó: «¡Tú primero, déjame intentarlo una vez más!». Quería arriesgarse sin arrastrarlo con ella.

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