Sus mil secretos
Capítulo 1406

Capítulo 1406:

Desde que Arielle y Vinson habían dicho a los Wilhelm que estaban casados, Pat sabía que Vinson era su cuñado. Además, Vinson le caía muy bien.

Antes de que Vinson pudiera responder, Pat susurró a Arielle. «¿Qué tipo de aplicación estás utilizando para contactar con Vin? ¿Has quitado el dispositivo de espionaje?»

«Sí, lo he quitado. Ahora podemos ponernos en contacto con quien queramos», explicó Arielle mientras se le curvaban los labios.

«¡Sí, son buenas noticias!». Pat dio un respingo en cuanto Arielle terminó.

Desde que Pat estaba aquí, se sentía amordazado. Ahora, por fin podía ponerse en contacto con sus mejores amigos.

Tras mirar a Arielle y Vinson por teléfono, Pat sonrió satisfecho y dijo: «Deben de tener mucho de qué hablar, ya que hace mucho que no se ven. No quiero ser una molestia».

Con eso, salió corriendo de la habitación y cerró cortésmente la puerta.

«Menudo granuja». Arielle sacudió la cabeza, radiante.

Mientras tanto, Vinson también se rió y dijo: «¡Esta cosita tan astuta!». Al día siguiente, Arielle tuvo que dar su primera conferencia sobre tumores cerebrales.

Tras echar un vistazo al aula, sintió curiosidad y frunció el ceño al ver a unos cuantos estudiantes de unos cuarenta años.

¿Qué está pasando? ¿Son profesores enviados por la universidad para espiarme? Al mismo tiempo, otros alumnos de la misma clase también sintieron curiosidad y pensaron que eran profesores nuevos.

Los estudiantes de unos cuarenta años parecían haber percibido la suspicacia de Arielle. Al cabo de un rato, una señora se levantó y se presentó.

«Señorita Moore, encantada de conocerla. Soy Jennsier, del Centro de Prevención de Tumores. El centro nos ha recomendado asistir a la conferencia».

La señora y sus colegas sabían que Arielle era una doctora excepcional invitada por la universidad para dar una conferencia.

La competencia dentro del centro era intensa, y todos los médicos deseaban asistir a la conferencia. De ahí que trabajaran muy duro para ganarse la oportunidad de acudir a la universidad.

Mientras tanto, Arielle se sorprendió de que su conferencia fuera popular incluso entre los médicos profesionales. No obstante, confiaba en sus habilidades médicas y estaba encantada con la abrumadora respuesta.

«Gracias por creer en mis conocimientos médicos y por elegir mi conferencia. No les defraudaré». Arielle sacó su plan de clase y empezó la conferencia.

Sonia empezó a sentir admiración por Arielle. Por eso, escuchó la clase con atención, respondió y formuló preguntas de forma proactiva. Arielle estaba muy satisfecha con la actuación de Sonia en clase.

Mientras Sonia hacía preguntas elementales, Jennsier y sus colegas, médicos con más de veinte años de experiencia, plantearon problemas difíciles a los que se enfrentaban en el tratamiento clínico. Después de que Arielle respondiera paciente y elocuentemente a las preguntas, sintieron que habían aprendido mucho de la clase.

Jennsier había planeado especializarse en estudios tumorales desde el principio. Después de la clase, Jennsier se hizo fan de Arielle y decidió asistir a todas sus próximas conferencias.

Mientras tanto, Arielle se quedó perpleja ante una Sonia con los ojos nublados que vino a buscarla.

Mirando fijamente a Sonia, Arielle preguntó: «¿Qué pasa?». No tenía ni idea de por qué Sonia había empezado a llorar de repente.

Sonia miró a Arielle con los ojos inyectados en sangre y suplicó: «Señorita Moore, le pido sinceras disculpas por mis acciones anteriores. ¿Me perdonaría?»

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