Sus mil secretos -
Capítulo 1373
Capítulo 1373:
Aaron, preocupado, estaba a punto de estallar de rabia.
¿Cómo va a ser Vinson mejor que yo? No para de hablar de él. ¡Soy el príncipe de Turlen!
«¡Te haré saber que soy mil veces mejor que Vinson!». Aaron le arrojó el ramo de rosas al regazo con rabia y se dejó caer en el sofá.
Arielle cogió el ramo inconscientemente. Le pareció adorable su expresión furiosa, se acercó a él y le alborotó el cabello.
«Está bien. No te enfades. Debería ser yo la que se enfadara».
«¿Qué? Nadie se enfada. No estoy enfadado», insistió Aaron tercamente.
¿Cómo ha podido tocarme la cabeza? ¿No sabe cuánto odio que me toquen la cabeza?
Sus ojos se desviaron. Arielle podía haberle tocado la cabeza, pero no le parecía repulsivo. De hecho, le produjo una sensación afectuosa.
«Está bien, no estás enfadado». Arielle le devolvió las rosas. «Pasado mañana me voy a la Facultad de Medicina. ¿Cuándo vas a enseñarme turlenés? Es difícil comunicarme con mis alumnos si no sé hablar turlenés».
Aaron enderezó la espalda y entregó las rosas a la criada. Le dijo a la criada que se ocupara de las rosas antes de volverse hacia Arielle.
«Empezaré a enseñarte ahora».
Aaron pasó toda la tarde enseñando a Arielle turlenés en la Mansión Paelsford. Normalmente era esnob, pero en aquel momento era un profesor serio y estricto.
«Sé que tienes memoria fotográfica, pero no tenía ni idea de que fueras una genio del lenguaje», comentó Aaron sorprendido.
Arielle resopló y le lanzó una sonrisa burlona. «Jovencito, soy increíble, ¿Verdad?”
«Tendrás que darme las gracias por ser un buen profesor», resopló Aaron. Puede que sea mayor que yo, pero no hay razón para que me llame jovencito.
«Tienes razón». Arielle apoyó la barbilla en la palma de la mano y lo miró. Luego alargó la mano para pellizcarle la mejilla. «¡Gracias! Eres un gran profesor. Sigue así».
Aaron la había visto pellizcar a Pat innumerables veces, pero no sabía que también le pellizcaría a él.
Se le pusieron rojas las orejas y dijo apresuradamente: «Tengo que irme. Acabo de recordar que tengo otra cosa que hacer». Y huyó del lugar.
Al día siguiente, en un hospital de Chanaea.
«¿Cómo te encuentras? ¿Te encuentras mal?» preguntó Susanne en cuanto Vinson abrió los ojos.
Vinson negó débilmente con la cabeza y aspiró el olor antiséptico que flotaba en el aire. Frunciendo el ceño, preguntó: «Mamá, ¿Por qué estás aquí? ¿Cuándo viniste a Lightspring?».
¿Lightspring?
Susanne se sintió al instante abrumada por la ansiedad. ¿Está enfermo mi hijo? Miró a Vinson y le dijo: «Está en un hospital de Chanaea».
¿Hospital? ¿Por qué estoy en un hospital?
Susanne le dirigió una mirada preocupada. «¿No recuerdas nada?»
Vinson sacudió la cabeza con impotencia, pues parecía haber olvidado lo ocurrido.
«Recibiste la llamada de Blake y volaste desde Lightspring. Después de interrogar a Geoffrey, quisiste dirigirte a Turlen para buscar a Sannie», le recordó Susanne.
Al oír aquello, Vinson recuperó por fin retazos de memoria.
Susanne se preocupó mucho al recordar cómo se desmayó en la puerta.
«Vinson, ¿De verdad estás bien?», le preguntó.
«Estoy bien. Supongo que no descansé lo suficiente después de la operación y me confundí. No te preocupes. No es nada grave” la consoló Vinson mientras se masajeaba las sienes.
A pesar de oírle decirlo, Susanne no se relajó. Tiene la memoria confusa. ¿Cómo podía no preocuparme por él? Como no quería que Vinson se preocupara por ella, no mostró su preocupación en el rostro.
«Mm. Me alegro de que estés bien. Si te encuentras mal, acuérdate de decírmelo a mí o al doctor», le recordó Susanne.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar