Sus mil secretos
Capítulo 1367

Capítulo 1367:

«Por supuesto, mis padres me acompañarán. Es una oportunidad única de estar en Turlen; tenemos que viajar juntos».

Dylan sintió que el corazón se le estrujaba dolorosamente. Es mi hija… se supone que debe compartir estos momentos conmigo. Todo es culpa de mi madre por engañarme para que volviera aquí. No sólo he perdido a la persona que más quiero, sino que me he perdido veinte años de la vida de mi hija.

Dylan dirigió a Arielle una mirada melancólica. Tras conocerla, su desesperación por el poder creció aún más.

¡Cuando tenga el poder de Turlen en mis manos, cambiaré la ley y las condiciones de la nación para declarar a Arielle como hija mía!

Antes de que Dylan pudiera seguir revolcándose en su miseria, los Wilhelm salieron de la habitación.

Dylan estaba especialmente agradecido a los Wilhelm. Fueron ellos quienes adoptaron a Arielle y la criaron como si fuera suya. El talento y la extraordinaria capacidad de Arielle procedían de la educación de los Wilhelm.

Rápidamente, Arielle presentó a Dylan y a los Wilhelm. Tras informarles del papel de Dylan como su guía del día, el grupo partió hacia su destino.

…

«Eric, ¿Qué información esperas obtener de aquí?» preguntó Lana a Xavier.

A primera hora de la mañana, había decidido acompañarles después de que Xavier le pidiera prestado el coche para ir al Lago Celeste.

Xavier le lanzó una breve mirada. «¿Quién te ha dicho que estoy aquí para investigar algo?».

Su respuesta hizo que los ojos de Lana se abrieran de golpe. «¿Entonces por qué estás aquí? ¿Estás aquí por ocio?»

Apenas podía creer lo que oía. Antes, Xavier le había informado de que se quedaría aquí medio mes. ¿Por qué iba a perder tanto tiempo aquí sólo para hacer el tonto?

«He venido a ver a un amigo. Ha elegido este lugar como punto de encuentro», explicó Xavier.

Ah, ha venido a ver a un amigo. Lana lo fulminó con la mirada. Maldita sea mi precipitación. Debería haberle preguntado el motivo de este viaje antes de seguirlo hasta aquí.

Xavier miró la cara de Lana. Sólo podía pensar en lo mona que estaba.

«¿Tú también quieres conocerlo?», preguntó riéndose.

Lana negó con la cabeza. No voy a ir. De todas formas, no es que conozca a esa persona.

Mi presencia sólo servirá para hacer las cosas más incómodas. «No pasa nada. Me limitaré a pasear mientras tienes tu reunión. Puedes recogerme cuando termines». No quería molestar también a Xavier.

Xavier asintió con la cabeza mientras detenía el coche. Una vez bajaron del coche, Xavier escrutó su entorno. Inmediatamente, sus ojos se abrieron de par en par al ver algo que le pilló por sorpresa.

«¿Es la mujer de Vinson? ¿Qué hace aquí?” murmuró Xavier con incredulidad.

Aunque sólo había visto a Arielle una vez, el recuerdo de su impresionante belleza seguía presente en su mente. Además, su identidad como esposa de Vinson dejó en Xavier una impresión duradera.

«¿Qué acabas de decir?” preguntó Lana con curiosidad.

«Nada. ¿Por qué no echas un vistazo? Te llamaré cuando acabe». Dicho esto, Xavier se fue en dirección a Arielle, temiendo perderla si se demoraba más.

«¡Eric!» Aunque Lana se moría por una explicación, Xavier ya había desaparecido entre la multitud, dejándola en la estacada.

Del mismo modo, Dylan llevó a Arielle y a los Wilhelm al Lago Celestial. Era uno de los lugares famosos de Turlen, y muchos lugareños frecuentaban el lago.

Con entusiasmo, Dylan se lanzó a una larga explicación sobre la historia del lago y su estado actual.

No muy lejos, Xavier continuó tras ellos. Aunque quería tener la oportunidad de hablar con Arielle, el numeroso grupo de guardaespaldas que los rodeaba le impedía a él y a cualquier otra persona acercarse. Por lo tanto, Xavier sólo podía observar impotente desde cierta distancia.

Justo cuando estaba en medio de una lluvia de ideas, su hilo de pensamiento se vio interrumpido por el tono de llamada de su teléfono.

«Eric, ¿Dónde estás? No te encuentro». La voz preocupada de Dillon resonó en la llamada. Le preocupaba perder la oportunidad de hablar con Xavier.

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