Sus mil secretos
Capítulo 135

Capítulo 135:

A Arielle le agradaba mucho Iris, una chica activa que trataba a todo el mundo con sinceridad. No preguntó más, sino que se limitó a ver el mensaje de texto, sabiendo que Iris quería mantenerla con expectativas.

Después de lavarse, bajó las escaleras tranquilamente. Suponía que Henrick la estaría esperando, ya que el lugar del rodaje era el Grupo Southall. Tal y como esperaba, en cuanto entró en el salón, Henrick ya estaba allí, leyendo el periódico en el sofá.

Alertado por los pasos, Henrick giró la cabeza, todo sonrisas. «¿Mi querida hija está despierta? Soir Coffee se puso en contacto conmigo hace una hora para pedirme permiso para utilizar nuestro local como plató de rodaje. Afortunadamente para ellos, no es un periodo de agitación en la oficina, así que les he dado luz verde. Iré a la empresa contigo y echaré un vistazo a cómo se hará el rodaje».

Arielle respondió obedientemente con una dulce sonrisa: «Claro». Ella escudriñó la sala de estar y Cindy no aparecía por ningún lado. «¿Dónde está la Tía Cindy?»

«Oh… Ella ha estado aprendiendo a hacer negocios conmigo durante estos años. Ahora que te acompaño al rodaje hoy, la he delegado para que supervise algunos proyectos.»

«¿Ella… como tu suplente? Papá, no sé si debo decir esto…» Dijo Arielle con una pizca de temor.

«Adelante». Él la miró con dulzura.

Arielle compartió: «Cuando estaba en el campo, he visto a muchas mujeres traicionar a sus hombres después de haber probado la riqueza y el poder. Papá, deberías tomar nota de estas cosas y no entregar todos tus asuntos a otros. No dudo del carácter de la Tía Cindy, pero ¿No es más seguro seguir siendo precavido que lamentarse después? ¿Qué te parece?»

Henrick hizo un gesto con la mano. «Ten por seguro que tu Tía Cindy sólo siente debilidad por mí. Lo que has dicho no sucederá. Sé lo que hay que hacer. No te preocupes por estas cosas».

Aunque Henrick lo dijera verbalmente, en el fondo se recordaba a sí mismo que debía estar más atento.

Es curioso que una chica tan crédula como Arielle pueda pensar en estas cosas mientras que yo no le he prestado atención. Tal vez sea hora de tener cuidado con Cindy.

«Eso es genial». Arielle fingió no tomarse el asunto en serio. Sin embargo, sabía que su analogía sembraría una semilla de sospecha en el corazón de Henrick, que siempre había sido una persona escéptica. Con este recordatorio aparentemente involuntario, Arielle creía que Henrick empezaría a ser más precavido con Cindy. Cuando llegara el momento,

Arielle expondría las relaciones amorosas entre Cindy y Matthias, entonces enviaría a los Southalls en un frenesí de rabia.

«Oh, sí, hay una cosa más que olvidé decirte. El Señor Nightshire me sugirió que adquiriera algunos conocimientos en los negocios si quería ser su novia. ¿Quieres…?»

«¡Eso es fácil!» Henrick la interrumpió: «Acompáñame a la empresa cuando termines de rodar para Soir Coffee. Como su prometida, deberías aprender sobre el comercio. Esto te equipará para ayudarlo en el futuro».

En ese momento, Henrick había olvidado por completo lo mucho que detestaba que las mujeres se involucraran en los negocios en aquel entonces. Casarse con cualquier hombre rico ordinario era incomparable a casarse con la Familia Nightshire.

Aunque Henrick había sospechado algo entre Arielle y Vinson, nunca lo tomó en serio. Era algo que sólo podía soñar. Pensar que el débil pensamiento en el pasado podría ahora convertirse en su sueño hecho realidad le hizo increíblemente feliz. No hace falta decir que aprender algo que otras chicas no saben le dará a Arielle ese valor añadido y la ventaja de estar casada con los Nightshires, una familia extraordinaria.

En su emoción, estaba tremendamente satisfecho con su hija, Arielle. Luego pensó en Maureen. Esa mujer era muy estricta. Nunca consumía alimentos salados o aceitosos, y sólo nos hemos acostado una vez desde el día en que nos casamos hasta el día en que murió. Sin embargo, me ha dado una sorpresa tan agradable, mi hija bondadosa.

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