Sus mil secretos
Capítulo 131

Capítulo 131:

Henrick se sintió finalmente aliviado tras recibir la tan necesaria tranquilidad de Arielle. Preguntó, además: «¿Dijo algo más el Señor Nightshire?».

Justo cuando Arielle estaba a punto de responder, el teléfono de Henrick sonó. Le echó un vistazo y cogió rápidamente la llamada. «Hola, ¿Señor Chance? ¿Continuando la colaboración? Oh, qué maravilla, ¡Muchas gracias! Sí, incluso si tenemos algún desacuerdo en el futuro, deberíamos comunicarnos más eficazmente. Claro, adelante».

Tras colgar, Henrick miró a Arielle con aprobación. «¡Esa es mi hija, inteligente y capaz! La otra parte ha confirmado su voluntad de colaborar con nosotros».

Arielle esbozó una leve sonrisa. ¿No soy inteligente y capaz? Tuve que prometer que haré un festín de raviolis para Vinson, a cambio de esa oportunidad de negocio.

Justo cuando quiso responderle, salió Cindy, toda sonriente. «Me he enterado… Shannie, gracias por salvar a mi familia».

Arielle observo la expresión de Cindy y se dio cuenta de que estaba realmente contenta. No parecía que estuviera fingiendo.

Parece que la trama de Cindy va bien hasta ahora. Seguramente está esperando a ver cómo me caigo del trono y me meto en un lodazal.

Arielle fingió no sospechar nada y sonrió tímidamente. Al momento siguiente, Cindy tomó la mano de Arielle. «He pedido a la cocina que te preparen una sopa de hierbas. Me duele el corazón al verte tan cansada. Ve y bébela mientras está caliente. Además de nutrir tu cuerpo, tiene otras ventajas».

Supongo que el otro beneficio de la sopa es potenciar la fertilidad, especialmente en este llamado momento crítico.

Arielle estudiaba cada gesto de Cindy. Debía estar tramando algo grande esta vez.

Henrick se alegró de ver lo educada y cortés que era Cindy.

Quizá no debería dormir en la sala de estudio y descuidar a Cindy. No importa lo mal que se porte Shandie, no tiene nada que ver con Cindy. No debería haberla culpado a ella.

«Adelante, termina tu sopa. No desperdicies el esfuerzo de Cindy. Nos pondremos al día después», aconsejó Henrick.

Mientras hablaba, cogía la mano de Cindy como una pareja de enamorados. Si hubiera sido en el pasado, Arielle se habría puesto de mal humor al ver semejante escena. Eso era porque sentía mucha pena por su madre. En cambio, ahora no sentía ninguna emoción negativa. Incluso podía sonreír con dulzura.

«Claro, lo beberé ahora». Esta pareja merece estar juntos, o harán daño a más personas. Por otra parte, puede que Cindy no quiera estar encerrada con un solo hombre… con sus propios pensamientos jugando en su mente, Arielle se dirigió hacia la cocina y bebió la sopa de hierbas.

Cindy no era tonta para hacer algo desagradable con la sopa que los demás sabían que era servida por ella. Sin embargo, para estar segura, Arielle olió primero la sopa.

Las hierbas serían lo suficientemente nutritivas para complementar las necesidades de su cuerpo después de recibir los tratamientos de acupuntura.

Cuando terminó, Henrick pidió verla. Pidió que todas las empleadas de la casa salieran de la habitación, manteniendo sólo a Cindy a su lado. Riéndose, le preguntó: «Anoche… ¿Te prometió algo el Señor Nightshire?».

Arielle asintió. «Sí mencionó que el Grupo Nightshire no terminará nuestros proyectos».

Henrick estaba bastante frustrado. «No, no estoy preguntando por esto. Además de esto… ¿Hay algo más? ¿Prometió casarse contigo?»

Una mirada burlona pasó por los ojos de Arielle.

Si se le da una pulgada, trata de tomar una milla.

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