Sus mil secretos
Capítulo 1203

Capítulo 1203:

Mientras tanto, Arielle esperaba a la maquilladora. En cuanto oyó el timbre, corrió hacia la puerta suponiendo que se trataba de la maquilladora o de Sasha.

Sin embargo, en cuanto la abrió, la recibió un rostro desconocido.

Retrocediendo inconscientemente, preguntó: «¿Quién eres?».

Tras quedar asombrada por la belleza de Arielle, Gracie no pudo resistirse a decir: «He oído hablar mucho de lo hermosa que eres en Internet. Vaya, vaya… ¡Me parece que eres aún más hermosa en persona que en tus fotos!».

Siguiendo con su cumplido, Gracie se presentó rápidamente al ver la expresión recelosa de Arielle: «Soy la representante de Jason».

Sólo cuando Arielle se dio cuenta de quién era Gracie reparó en la caja de cerezas que tenía en las manos.

Siguiendo la mirada de Arielle hacia las cerezas, Gracie se rascó la cabeza con torpeza. «Lo siento, Señorita Moore. Jason me pidió que te las devolviera».

«¿Les pasa algo?»

En cuanto Arielle formuló la pregunta, se dio cuenta de que era redundante, pues las cerezas estaban empaquetadas individualmente de forma exquisita. Era imposible que las devolvieran por su calidad.

Así pues, ella era la única razón.

Antes de que Gracie pudiera replicar, Arielle cogió las cerezas y comentó con una sonrisa: «Muy bien. Gracias por tomarte la molestia de devolverlas».

«Claro, claro». Justo cuando Gracie quería dar explicaciones en nombre de Jason, Arielle le había cerrado la puerta en las narices.

Para Arielle, Jason no era más que un colega suyo. Por lo tanto, se limitaría a aceptar que había rechazado su regalo. No tenía por qué esforzarse demasiado por complacerle.

Como a Jason ni siquiera le gustan las cosas que le regalo, probablemente ahora esté resentido conmigo. Mientras no se interponga en mi camino, supongo que me mantendré alejada de él, salvo durante el rodaje.

Dado que había firmado un contrato por dos meses, Sam daría prioridad al rodaje de sus papeles. Por lo tanto, lo único que tenía que hacer era aguantar trabajando con Jason durante ese tiempo concreto.

Por suerte, la mayoría de las escenas se rodaban con pantallas verdes y en la trama intervenían muchos otros personajes. De ahí que rara vez tuviera que rodar a solas con Jason debido a la falta de escenas románticas.

En resumen, dos meses pasaban volando en un abrir y cerrar de ojos.

Mientras tanto, Arielle desenvolvía las cerezas y lavaba algunas para sí misma. Luego leería su guión mientras se alimentaba de ellas, dejando el asunto con Jason en un segundo plano.

En cuanto a Gracie, le sorprendió la rapidez con que Arielle le cerró la puerta.

Normalmente, otras actrices intentaban sonsacarle toda la información que podían sobre Jason. Por eso, la reacción de Arielle fue lo contrario de lo que ella esperaba.

No obstante, tras pensárselo mejor, Gracie consideró que Jason no era lo bastante digno como para que alguien como Arielle se congraciara con él.

Al fin y al cabo, Arielle era la jefa del Grupo Sann y una licenciada de la Universidad Maxwell.

Se mirara como se mirara, Jason no podía eclipsarla de ninguna manera.

Con eso, Gracie se rascó la cabeza antes de marcharse con las manos vacías.

De vuelta en su habitación, Jason esperaba ansioso el regreso de Gracie.

Cuando por fin regresó, Jason le preguntó de inmediato: «¿Qué te ha dicho?».

Atónita, Gracie contestó: «La Señorita Moore no ha dicho nada». La expresión de Jason se volvió sombría.

«¿Cómo puede no decir nada después de que le devolviera las cerezas? Dime palabra por palabra cuál fue su respuesta”.

Ajena a lo que Jason tramaba, Gracie relató el intercambio exactamente como se desarrolló.

«La Señorita Moore me preguntó si le pasaba algo a las cerezas. Antes de que pudiera contestar, me dio las gracias por las molestias y me cerró la puerta en las narices».

Jason se quedó pensativo al oír aquellas palabras.

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