Sus mil secretos
Capítulo 1191

Capítulo 1191:

Justo cuando Jacob estaba a punto de hablar, el hombre de cabello rubio se adelantó e hizo una respetuosa reverencia. «Hola, Señorita Moore».

Inmediatamente después, los empleados del Grupo Sann que estaban detrás de él gritaron al unísono: «¡Hola, Señorita Moore!».

Antes, Jacob estaba hablando con Arielle en chanaeano. Por eso, el hombre de cabello rubio no entendió su conversación. Sin embargo, cuando vio el cambio de expresión en el rostro de Arielle, trató inmediatamente de salvar la situación saludándola.

En cuanto terminaron de saludar a su jefa, Jacob se rascó la cabeza y preguntó: «¿Por qué la llamas así? ¿Dónde está tu jefe?». Sólo están el chófer y, Arielle, delante de mí.

Las pupilas de Jacob se contrajeron ante aquel pensamiento, y se quedó mirando a Arielle con incredulidad.

«Tú… Tú…»

¡No puede ser! ¡No puede ser! ¿Cómo iba a ser Arielle la presidenta del Grupo Sann? Tiene que haber un malentendido, ¿No?

Para su sorpresa, Arielle sonrió. «Ya puedes dejar de mirar a tu alrededor, Señor Campbell. Soy la presidenta del Grupo Sann. El nombre que uso en otros países es San».

Los ojos de Jacob se abrieron de golpe. Tenía las piernas tan débiles que incluso necesitaba ayuda del guardaespaldas que tenía a su lado para mantenerse en pie.

Ni en sus mejores sueños había imaginado que el jefe del Grupo Sann fuera una mujer.

Por no hablar de que la mujer era Arielle.

«¡No puede ser! ¡Es imposible!» Jacob sacudió la cabeza como un loco, con la cara enrojecida por el pánico.

Si Arielle es la jefa del Grupo Sann, ¿Cómo voy a luchar contra ella? ¿Soy siquiera digno de arrebatarle su puesto? Me convertiría en el hazmerreír.

Del mismo modo, los directores que estaban detrás de él se quedaron atónitos. Era evidente que todos estaban conmocionados por la repentina revelación de la identidad de Arielle.

Especialmente los directores que estaban del lado de Jacob. Sus rostros habían palidecido ante la noticia.

¿Arielle no va a dimitir pronto de su cargo? ¿No adquirió Jacob esta colaboración por su cuenta?

Fue en ese momento cuando se dieron cuenta de que les habían engañado.

Uno de los directores perdió los nervios y agarró a Jacob por el cuello, regañándole, «¡Jacob! Será mejor que lo expliques bien. ¿Qué está pasando exactamente?»

Si no hubiera sido por lo que Jacob dijo durante la sesión de bebida de la noche anterior, muchos de ellos se habrían dejado influir y se habrían puesto de parte de Arielle. Estaban decididos a ponerse de su lado porque Jacob dijo que había conseguido la colaboración por su cuenta.

Y ahora, el personal del Grupo Sann les decía que Arielle era la presidenta de la empresa.

La persona legendaria era la chica de cabello rubio a la que siempre habían menospreciado.

Al oírlo, Jacob palideció. Aún le costaba creerlo. «Es un error… tiene que haber un error…»

Perplejo, el hombre de cabello rubio preguntó a Arielle: «Señorita Moore, ¿Qué le pasa al Señor Campbell?».

Arielle se limitó a sonreír. «Quizá el Señor Campbell no se encuentra bien. Parece que hoy no podrá firmar el contrato».

Se volvió hacia el director, que estaba agarrando a Jacob por el cuello, y le preguntó: «¿Puedo saber si estás disponible para firmar el contrato con nosotros en lugar del Señor Campbell? Tenemos mucha prisa. Me temo que no podemos esperar a que se recupere». El director comprendió inmediatamente lo que quería decir.

Les estaba dando otra oportunidad de elegir un bando.

El director asintió con firmeza. «¡Claro que sí! Por supuesto, ¡Tenemos tiempo! Estábamos esperando tu llegada. Por favor, pasa».

«Espera…» Jacob volvió en sí y dijo: «¿Qué te da derecho a sustituirme…?».

Antes de que pudiera terminar, el director ordenó a su guardaespaldas: «El Señor Campbell no se encuentra bien. Llévalo al hospital para que le hagan un chequeo».

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