Sus mil secretos
Capítulo 1150

Capítulo 1150:

Cuando el streamer vio las respuestas, sintió que se hinchaba de alegría.

Después de todo, ya no necesitaba realizar la entrevista y podía unirse directamente a la fila.

¡Estoy deseando probar los demás platos de la Cocina de Maureen!

Manteniendo ese pensamiento, fue a unirse a la cola de inmediato.

Contrariamente a su euforia, los fans de Arielle que esperaban los raviolis en el puesto estaban exasperados. Aunque se alegraban de que se apreciara el sabor de los raviolis, no podían sonreír porque los haters se habían acabado la última tanda de raviolis.

«¡Esos haters son tan molestos! Me he colado deliberadamente entre los primeros y, sin embargo, ¡Se han acabado todos los raviolis!».

«¿No serán fans que se hacen pasar por haters para conseguir los raviolis antes que nosotros?».

Sintiéndose indignados, algunos de los fans se unieron a la cola para cenar en el restaurante, mientras otros seguían esperando en el reservado a que les trajeran los raviolis.

Extrañados, se dieron cuenta de que algunos de los haters se habían unido a la cola.

En un instante, los fans se burlaron: «Eh, ¿No estaban despreciando el restaurante de nuestra diosa hace un rato? ¿Por qué se han unido también a la cola?»

Pillado in fraganti, uno de los haters frunció el ceño, pero replicó descaradamente: «¿Acaso el objetivo de un restaurante no es servir a los clientes? Como uno de ellos, ¿No tengo derecho a comer aquí también? ¿Desde cuándo es ilegal hacerlo?». Los fans fruncieron los labios y dejaron de discutir con los haters.

No podían alegrarse más por Arielle de que el negocio del restaurante fuera boyante, así que nunca ahuyentarían a sus clientes.

Ante esa visión, los demás haters que antes estaban demasiado avergonzados para hacer cola salieron por fin de su escondite y se unieron a ellos abiertamente.

Con ello, la cola se extendió aún más desde la entrada del restaurante hasta el aparcamiento.

Incluso se acabaron las notas adhesivas utilizadas para escribir los números de la lista de espera. Por lo tanto, el gerente no tuvo más remedio que cortar una pila de papeles en cuadrados y anotar los números en ellos.

En ese momento, por fin cayó en la cuenta de lo previsora que era Arielle.

Mientras tanto, Rayson estaba tan ocupado como una abeja ayudando en el restaurante. En un momento estaba ayudando a servir la comida a los clientes, y en otro estaba llamando a más guardaespaldas para que mantuvieran el orden de la cola y nadie intentara colarse. No sólo eso, sino que también ayudaría a tomar pedidos.

Aunque la sala estaba concurrida, en la cocina había mucho más ajetreo. Como no había suficientes cocineros, Glenn tuvo que trasladar a algunos de los aprendices del antiguo restaurante.

El camarero informó de un pedido de seis raciones de pollo asado, y Glenn acababa de meterlas en el horno cuando el primero regresó y añadió: «Dos raciones más de pollos asados… Y cinco raciones de cerdo asado».

«Entendido. El día de la inauguración me está matando», se lamentó Glenn. Sin embargo, tenía una amplia sonrisa en la cara.

Como tenía una participación en el restaurante, eso significaba que también era uno de sus propietarios. Por lo tanto, le hacía ilusión estar ocupado, pues era señal de que el negocio iba viento en popa.

Mientras el sudor le corría continuamente por la frente, se esforzaba por enviar los platos como un reloj.

Cuando vio que los ingredientes estaban casi terminados a pesar de haber preparado diez veces más de lo habitual, no pudo resistirse a preguntar al gerente: «¿Aún hay cola fuera?»

«¡Sí!» El gerente asintió. «Chef Quigley, no creo que hoy tengas ocasión de descansar», comentó con pesar, aunque estaba encantado con la multitud.

«¿Qué?» Glenn miró la hora sorprendido. «Ya son las dos. ¿Cómo puede haber todavía cola? ¿Cuántos hay?»

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Nota de Tac-K: Tengan una muy linda linda tarde, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (>‿=)✌

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