Sus mil secretos
Capítulo 1100

Capítulo 1100:

«¿Qué motivo razonable tienen? Me dieron el regalo voluntariamente. ¡Nunca les obligué! ¡No les devolveré el dinero!»

Al oír aquello, Wendy sintió que aumentaba su rabia, y su voz, originalmente dulce, se volvió chillona y ronca.

«Señorita Greene, puesto que ahora me pongo en contacto con usted, significa que sí tienen motivos razonables. Algunos de ellos son menores y otros han denunciado que tu contenido en directo es falso».

«¿Mi contenido es falso? Estaba retransmitiendo en directo el ambiente de la Universidad Maxwell, y de hecho ahora estoy en la Universidad Maxwell. ¿Qué parte es falsa?

«En la retransmisión en directo, afirmaste que eras estudiante de la Universidad Maxwell, pero esto no es cierto. Después de que la plataforma revisara el asunto, decidimos que era razonable que retiraran su donación. Si no aceptas devolverles el dinero, tendrás que enfrentarte a ellos en los tribunales. Sólo nos comunicamos contigo en su nombre. Si te niegas a cooperar, sólo podemos ayudarles a presentar una demanda».

El personal de la plataforma sonaba tranquilo y sereno. Por el contrario, la frente de Wendy estaba perlada de sudor frío.

Mi reputación en Chanaea ya es mala por culpa de la empresa de papá. Si los espectadores me demandan, seré odiada por todos.

Tras mucho deliberar, decidió transigir.

«De acuerdo. ¡Devolveré el dinero!».

Aunque estaba descontenta, no tenía otra opción.

«De acuerdo, Señorita Greene. Después de la devolución, tendrías que pagar el impuesto. Se calcula que serán unos cuatro mil. Por favor, prepara una cantidad suficiente para pagarlo».

«¿Qué? ¿Por qué tengo que pagar el impuesto? Ya he devuelto el dinero».

«Está escrito en el acuerdo. ¿No leíste atentamente las normas y reglamentos de la plataforma antes de retransmitir en directo?»

Wendy abrió rápidamente el programa para leer las normas. Pronto descubrió que si el streamer necesitaba devolver las propinas, tenía que pagar el impuesto.

«¡Mi$rda! ¡Maldita sea!»

Wendy siguió maldiciendo, pero el personal colgó directamente el teléfono y le envió una factura.

Además de la devolución, tenía que pagar otros cuatro mil.

Sólo me quedan cuatro mil, y ahora tengo que gastármelos todos. Maldición salí por lana y terminé trasquilada. Realmente me he convertido en una indigente sin un céntimo.

«¡Maldición!»

Enfurecida, perdió la cordura y lo destrozó todo contra el suelo.

Al cabo de más de diez minutos, se recompuso poco a poco y cogió el teléfono que estaba en el suelo para llamar a su tío.

Sin embargo, el teléfono sonó dos veces y colgó.

¡No puedo creer que me haya colgado!

No le quedó más remedio que llamar a Cecilia. Aunque Cecilia contestó a la llamada, su voz era grave. «¿Diga? ¿Wendy?»

«¡Mamá!» Al principio, Wendy no se dio cuenta de que algo iba mal. Seguía hablando de lo ocurrido y de que su tío no contestaba a sus llamadas.

«No te preocupes, Wendy. Vinson vendrá pronto a pedirnos ayuda».

Sorprendida por las palabras de Cecelia, Wendy preguntó rápidamente: «¿Por qué iba a venir a suplicarnos? ¿Qué quieres decir?»

Sin embargo, Cecilia sólo respondió con voz apagada: «Pronto vendrá a suplicarnos. Muy pronto».

Finalmente, Wendy sintió que algo iba mal. Frunciendo las cejas, preguntó: «Mamá, ¿Estás borracha?».

«No, no lo estoy. Sólo tengo un poco de sueño. Ahora me voy a la cama». Dicho esto, Cecilia terminó la llamada.

Junto a su mano había unos polvos finos y un extraño aroma salía de su habitación.

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