Sus mil secretos
Capítulo 1084

Capítulo 1084:

¡Está loca!

Trisha no tenía requisitos especiales en cuanto a la cama. Sin embargo, le preocupaba que un profesor de la universidad, las confundiera, así que se armó de valor y se acercó a Wendy.

Justo cuando se debatía sobre qué decir, Wendy abrió los ojos e inmediatamente se fijó en la chica temblorosa que tenía delante.

Al ver a Trisha, a Wendy le recordó a Arielle, y naturalmente no estaba de buen humor. «¿Qué haces?», espetó.

Sorprendida por su tono duro, Trisha volvió a armarse de valor. «Esta cama es mía, Wendy».

La expresión de Wendy se ensombreció. «Sólo hay dos camas. ¿Qué sentido tiene pelearse por ellas?».

«Yo…» Trisha explicó entre dientes apretados: «No intento quitarte la cama. Sólo me preocupa que haya malentendidos cuando venga el profesor a vernos».

Ésos eran sus verdaderos pensamientos.

Sin embargo, Wendy no estaba dispuesta a escuchar las explicaciones de la otra chica. Se levantó de la cama y replicó: «No voy a cambiar de cama. ¿Qué puedes hacer al respecto? Esa loca de Arielle se atreve a pegarme con Vinson apoyándola. ¿Y tú? ¿Te atreves a hacer lo mismo?».

A Trisha no le importó la regañina. Como mucho, se sentiría molesta por ello.

Sin embargo, no pudo contenerse más cuando oyó a Wendy hablar mal de Arielle. «Regáñame todo lo que quieras, pero no metas a Sannie en esto». Wendy soltó una carcajada socarrona ante aquellas palabras.

«¿No te hiciste amiga de ella para obtener beneficios? Ahora que no está aquí, ¿Por qué sigues fingiendo ser débil e inocente? En la Universidad Maxwell no se admiten forasteros. ¿Crees que una pueblerina como ella puede protegerte aquí? Me temo que ni siquiera puede pasar las puertas. Si yo fuera tú, usaría mi cerebro. No me hagas enfadar».

«¡Estás mintiendo!» Trisha no sabía de dónde había sacado el valor para contraatacar. «Sannie se graduó en la Universidad Maxwell hace mucho tiempo, y los graduados pueden visitar su alma mater en cualquier momento».

«¿Ah, sí?» sonrió Wendy. «¿Por qué no la he visto, entonces?».

«Es porque tiene otras cosas que hacer».

Wendy no tardó en darse cuenta de que había algo raro en las palabras de Trisha. Se levantó y se acercó a ésta.

«Dime la verdad. En realidad no la viste atravesar las puertas, ¿Estoy en lo cierto?».

«Yo…» Trisha tragó saliva. Se mordió el labio antes de decir: «¿Y qué si no la vi?».

La sonrisa de Wendy se ensanchó. «¡Lo sabía!»

Al principio le preocupaba un poco que Arielle se hubiera licenciado en la Universidad Maxwell. Sin embargo, ni siquiera Trisha la había visto cruzar las puertas.

Esto significa que Arielle no tiene derecho a entrar en el recinto, ¡Así que se inventó una excusa para separarse de Trisha y los demás!

«¡Esto es divertidísimo!» exclamó Wendy. «¿Me estás diciendo que una pueblerina se graduó en la Universidad Maxwell? ¿No te da vergüenza soltar semejante tontería?».

«¿Por qué iba a avergonzarme? Creo en Sannie. Nunca me mentiría».

Al oír esto, Wendy se burló: «¡Parece que eres realmente la lacaya más leal de esa chiflada, Arielle!».

Trisha se enfureció.

«Te lo advierto. ¡Deja de hablar mal de Sannie!»

Wendy no se inmutó lo más mínimo ante sus palabras. «Diré lo que me dé la gana. Arielle, la chiflada. Arielle, la chiflada. A-»

Antes de que pudiera continuar, sintió un dolor repentino en el cuero cabelludo. Trisha le estaba tirando del cabello como una loca.

«¡Suéltame, lunática!» gritó Wendy mientras intentaba forcejear, pero la otra tiraba con más fuerza.

.

.

.