Sus mil secretos
Capítulo 1081

Capítulo 1081:

Arielle y Selena tuvieron una buena charla, ya que se consideraban amigas.

Las dos conversaron durante un buen rato, poniéndose al día sobre los últimos acontecimientos.

Aparte de los Wilhelm, sólo Selena y el director sabían que Arielle había vuelto al país en busca de venganza.

Selena parecía preocupada cuando preguntó: «¿Has resuelto lo que pretendías hacer? Ya he ocultado todos tus archivos, como me pediste. No estoy segura de que te sea útil».

«Sí, me ha ayudado mucho, aunque el asunto sólo está a medias. Pero ya no es necesario que me ayudes a ocultar mi identidad».

Si los oponentes restantes eran tan formidables como Vinson había descrito, serían capaces de averiguar la verdad aunque ocultara mi identidad. Es mejor exponerlo todo abiertamente.

Al oír esto, la vicedirectora asintió. «Has salvado nuestros laboratorios, así que avísanos si necesitas nuestra ayuda en el futuro. Te ayudaré siempre que esté dentro de mis posibilidades».

Arielle sonrió en señal de gratitud. «¿Cómo se encuentra ahora el Señor Lambert?», inquirió cuando le vino a la mente.

Selena dedicó a Arielle otra sonrisa de agradecimiento cuando mencionó al director. «Gracias al marcapasos robótico que desarrollaste, la cardiopatía del Señor Lambert se ha curado. Sin embargo, el médico le aconsejó reposo en cama durante tres meses debido a su avanzada edad. Si fuera joven, le habrían dado el alta a las dos semanas».

Luego añadió: «Mañana habrá una defensa de tesis para los estudiantes que han retrasado sus estudios. ¿Te gustaría asistir?»

«¿Para los estudiantes que han retrasado sus estudios?»

«Sí», respondió Selena. «Me gustaría que ocuparas el puesto del Señor Lambert como director provisional. Creo que tomarás la misma decisión que él».

En otras palabras, le estaba dando el poder de decidir la aprobación o el fracaso de la defensa de la tesis.

Arielle había tenido la intención de rechazar la oferta. Sin embargo, asintió con la cabeza cuando de repente pensó en Donovan. «De acuerdo».

Justo cuando estaba a punto de sacar la foto de su madre y el hombre misterioso, Vernon llamó a la puerta y entró.

«La cena está lista en el restaurante del edificio este».

Arielle asintió antes de volver a guardarse la foto en el bolsillo a regañadientes.

Mientras se dirigían al restaurante, recibió una llamada de Vinson.

«¿Diga?»

«¿Por qué no me has dicho que habías llegado?». Sonaba molesto.

Arielle se apresuró a contestar: «Supuse que Sasha te habría avisado de mi llegada».

«Sí me informó de que habías llegado sana y salva, pero preferiría oírlo de ti».

Al oír eso, Arielle no pudo evitar sonreír con cariño mientras decía con voz dulce: «Entendido. Lo diré ahora, ¿Vale? Vinson, he llegado».

«¿Eh? ¿No deberías llamarme cariño?».

«No tientes a tu suerte», resopló ella, con las mejillas encendidas.

«Es una petición razonable de tu marido. Llámame cariño. Rápido».

Tal vez fuera porque estaban a kilómetros de distancia, pero Vinson tenía ganas de oírla llamarle cariñosamente.

A estas alturas, Arielle se sonrojaba furiosamente. “La Señora Selena y el Señor Curie están a mi lado. Y no sólo eso, la Señora Selana habla ocho idiomas con fluidez. Seguro que entiende la palabra, así que ¿Cómo voy a decirlo en voz alta?

Como no tenía otra opción, se inventó rápidamente una excusa. «Ahora estoy ocupada. Te llamaré más tarde».

Y terminó la llamada.

Sin embargo, Arielle se percató de inmediato, con el rabillo del ojo, de la mirada entrometida de Selena. «¿Tu novio?», preguntó la vicedirectora.

Su rostro enrojeció al instante. «Algo así…»

¿Por qué me siento como si me hubiera atrapado una profesora por tontear?

.

.

.