Sus mil secretos
Capítulo 1070

Capítulo 1070:

Estupefactos, los ojos de Hans y Everett se abrieron de par en par. Una alegría desenfrenada iluminó sus rostros al ver a Arielle.

«¡Mi querida mentora!»

«¡Gran Maestra!» gritaron simultáneamente los dos hombres, con tonos teñidos de reverencia.

La comisura de los labios de Arielle se crispó involuntariamente, pero se contuvo.

¡No puedo creer que el mentor de Susanne sea mi aprendiz! ¿Significa eso que Susanne es mi gran discípula? ¿Qué demonios está pasando?

A Arielle le palpitaba la cabeza. Deseaba fervientemente que el suelo se abriera y se la tragara entera.

Susanne, por su parte, se quedó perpleja cuando oyó a Hans referirse a Arielle como su mentora.

Dio un paso adelante para bloquear a Hans, que estaba a punto de abalanzarse sobre Arielle. «Señor Jewell, ¿Cómo acaba de llamarla?», tartamudeó.

«Mi mentora, por supuesto».

«No, no, todo es un malentendido», intervino Arielle rápidamente. «Hace tiempo jugamos juntos al ajedrez, y gané una partida utilizando un astuto truco. El Señor Jewell sólo me estaba tomando el pelo».

Dirigió una mirada a Hans mientras hablaba.

Sin embargo, el significado de su mirada pasó desapercibido para Hans, que intentó reiterar que Arielle era realmente su mentora.

Afortunadamente, Everett era mucho más perspicaz. Se dio cuenta enseguida y se inclinó para susurrarle al oído.

Hans se quedó boquiabierto, con la mirada perdida entre Arielle y Susanne, cuando por fin comprendió la situación.

«Tiene razón. Hicimos una apuesta entonces de que quien ganara aquella partida de ajedrez sería conocido como el ‘mentor’, pero todo es sólo diversión y juegos». Soltó una risita torpe.

Susanne no era tonta. Estaba más claro que el agua que los dos intentaban por todos los medios salvar su dignidad.

Estaba abrumada por la mortificación, pero un peculiar sentimiento de orgullo bullía bajo la vergüenza.

Bueno, supongo que me beneficiará que todo el mundo se entere de cómo una leyenda como el Señor Jewell perdió contra Arielle al ajedrez. Es como lo del brazo biónico: ahora que los círculos de élite conocen las estelares habilidades de programación de Arielle, las principales empresas de programación deben de estar ansiosas por echarle el guante.

Al pensar en ello, Susanne sintió que la inquietud abandonaba sus huesos.

Esbozó una sonrisa y siguió con su treta.

«¿Ah, sí? Me preguntaba por qué Arielle me había tratado tan mal», bromeó con buen humor.

Volviéndose hacia Hans, comentó: «¡Tu sincronización es impecable! Arielle acaba de ofrecerse a hacerme unos raviolis. Deberías probarlos. Es muy buena cocinera».

Al oír eso, Arielle lo tomó como una señal para marcharse. «Por favor, discúlpame mientras preparo la comida», anunció, lanzando una mirada significativa a Everett.

Comprendiendo al instante su petición sin palabras, Everett le hizo un gesto tranquilizador con la cabeza y acompañó a Hans al salón.

La mirada de Hans siguió a Arielle hasta que desapareció en la cocina. Entonces se miró hacia Susanne, escrutándola con sus sagaces ojos. «¿Arielle y Vin están juntos?», preguntó descaradamente.

Susanne se atragantó al oír sus palabras, pero rápidamente lo disimuló con una tos. «No he aprobado la relación».

«¿Qué? exclamó Hans, poniéndose en pie de un salto. «¿Por qué no la apruebas? Es una gran noticia».

Susanne se revolvió en su asiento mientras la ansiedad se acumulaba en su interior. «Señor Jewell, no comprende mi dilema. Arielle viene de un entorno complicado. Tardaré algún tiempo en aceptarla», explicó con una risa nerviosa.

Hans había estado pendiente de Arielle desde su segundo encuentro en Haut Monde, así que estaba al corriente de los líos relacionados con los Southall.

Lanzando un suspiro, dijo: «Susanne, sé que la Familia Nightshire impone tradiciones estrictas, pero tienes que comprender que Arielle es una joya difícil de conseguir. Si su origen familiar es lo único que obstaculiza esta relación, puedo ayudarte con ello. Aceptaré a Arielle como ahijada. Seguro que los Jewells estamos a la altura de los Nightshires».

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Nota de Tac-K: Ánimos en este nuevo inicio de semana, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (ɔO‿=)ɔ ♥

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