Sus mil secretos
Capítulo 1066

Capítulo 1066:

La razón por la que la recepcionista trató así a Arielle era que conocía muy bien la intención de todas las mujeres que acudían a ver a Vinson. Por lo que a ella respectaba, ninguna de esas mujeres venía por motivos relacionados con el trabajo. Era comprensible, porque el sueño de toda mujer era conquistar a un hombre de estatus y rico, como Vinson. De ahí que siempre hubiera tratado con hostilidad a las mujeres sin cita.

Además, sabía que todas esas mujeres eran más hermosas de lo que ella jamás sería, así que nunca se molestaba en lanzarles siquiera una mirada.

«No puedes verle sin cita previa. Si no rellenas el formulario, lárgate», repitió.

Sin embargo, en cuanto terminó la frase, oyó unos educados saludos procedentes de la dirección del ascensor.

«Hola, Señor Nightshire».

«Buenas tardes, Señor Nightshire».

¡Vinson está aquí! La recepcionista se irguió de inmediato mientras se arreglaba.

Cualquier otro día, Vinson caminaría directamente hacia la entrada principal. Sin embargo, esta vez se dirigía directamente hacia la recepción. A la recepcionista la tomó por sorpresa y se quedó rígida, sin saber qué estaba pasando.

Su corazón empezó a acelerarse y no pudo evitar contener la respiración.

Cuando Vinson estuvo frente a ella, se dio cuenta de que el hombre tenía los ojos clavados en la mujer que había venido a verle.

Girando la cabeza inconscientemente, por fin pudo ver bien a aquella mujer.

En ese momento cayó en la cuenta y sus ojos se abrieron de par en par. ¡Era Arielle Moore!

Cuando el Soir Coffee celebraba un evento allí, ella aún no tenía trabajo. Por lo tanto, nunca había visto a Arielle en persona. ¡Guau! ¡Es aún más hermosa en persona! Hay rumores que dicen que Arielle tiene una relación con Vinson. Así que… ¿Es verdad?

Lo siguiente que vio la recepcionista fue a Vinson rodeando cariñosamente la cintura de Arielle con el brazo. «Siento haberte hecho esperar. No sabía que ya estabas aquí», se disculpó Vinson.

Al oírlo, la recepcionista se quedó perpleja. ¡Así que están liados el uno con el otro! ¿No significa eso que acabo de impedir que la novia de Vinson salga con él? ¿Qué he hecho? Estoy muerta.

Arielle se limitó a ignorar a la recepcionista y se miró hacia Vinson.

Frunciendo los labios, murmuró: «Ya que me hablas amablemente, te perdono».

«¡Muchas gracias, querida!» Vinson hizo una reverencia.

La recepcionista vio su trabajo pasar ante sus ojos. ¿No había despedido Vinson a su ex asistente por algo parecido a lo que yo había hecho? ¡Dios mío!

Cuando estaba a punto de esconderse, vio que Vinson la miraba.

En realidad, era la primera vez que los ojos de Vinson se posaban en ella. Su rostro se ensombreció cuando sus gélidos orbes se clavaron en los de ella. De repente, un escalofrío recorrió todo su cuerpo.

«¿Fuiste tú quien se interpuso en su camino hace un momento?” preguntó Vinson con frialdad.

«YO… YO…». La recepcionista se quedó sin palabras. Estaba tan aterrorizada que temblaba de miedo.

Antes de que pudiera explicarse, Vinson continuó fríamente: «A partir de ahora, ya no tienes que venir».

Al oír sus palabras, la recepcionista se quedó atónita. «¡Por favor, no me despida! Se lo ruego».

Vinson la ignoró mientras sus ojos escrutaban a los demás empleados.

Entonces, el superior de la recepcionista se dirigió a ella y le dijo: «Ya puedes recoger tus cosas y marcharte. Tu paga de este mes se calculará sobre la base de una tarifa diaria».

La recepcionista se puso de rodillas y lloró. Su arrogancia y falta de profesionalidad habían hecho que la despidieran.

Arielle guardó silencio durante toda la terrible experiencia. Sólo empezó a hablar cuando entró en el ascensor con Vinson. «No tenías por qué hacer eso. Sólo hacía su trabajo».

Aunque la recepcionista la tratara mal, Arielle seguía defendiéndola.

Aun así, Vinson pensaba lo contrario. «No me importaría que se lo hubiera hecho a otras personas. Pero no a ti».

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