Sus mil secretos
Capítulo 1004

Capítulo 1004:

«¿Cómo… cómo ha pasado esto?»

Incapaz de soportar el impacto psicológico, Wendy se desplomó débilmente en el suelo mientras sus piernas cedían.

No creía que el mundo se le fuera a caer encima así, y menos de una forma que sólo afectaba a los Greene.

De repente, Wendy notó que un par de botas de combate aparecían frente a ella.

Levantó la vista instintivamente, sólo para ver a Arielle de pie frente a ella con una mirada inexpresiva.

Con ella sentada en el suelo y Arielle de pie, estaba claro quién tenía la sartén por el mango.

Aun así, Wendy se negó a aceptar su destino.

Soy la celebridad más famosa de Horington. ¡De ninguna manera dejaría que una b$starda me aplastara bajo su talón!

«¿Has venido a burlarte de mí? Si es así, ¡Entonces no eres digna de hacerlo! ¡No eres más que una hija b$starda sin hogar! No creas que eso te hace mejor que yo». dijo Wendy con los dientes apretados.

Arielle le dedicó una leve sonrisa y replicó con calma: «Yo soy una hija b$starda y tú eres una prisionera. Realmente no puedo decir quién es peor, pero me alegro de que un tipo como Henrick no sea mi padre. ¿Qué hay de ti? ¿Te arrepientes de haber nacido en la Familia Greene?»

«Tú…» Wendy deseó poder estrangular a Arielle hasta matarla en el acto, pero estaba tan débil que apenas podía mantenerse en pie.

«¡Levántate, Wendy!» le gritó Cecilia tras recuperarse de la impresión.

Sin saber que Daniel había sido detenido, estaba desesperada por reunirse con él en el aeropuerto.

Tenemos que darnos prisa y reunirnos con Daniel en el aeropuerto… ¡Las leyes de Chanaea dejarán de aplicarse a nosotros una vez que salgamos del país!

«¡Olvídate de ella! Las cosas han empeorado. ¡Tenemos que irnos ya!» Gritó Cecilia mientras tiraba de Wendy para ponerla en pie.

Justo cuando las dos estaban a punto de marcharse, unos hombres de las Fuerzas Especializadas se abrieron paso entre la multitud y se plantaron ante ellas.

«¡Ustedes dos no irán a ninguna parte!»

Cecilia se quedó paralizada. «¿De qué están hablando?»

Un miembro de las Fuerzas Especializadas estaba a punto de decir algo cuando una voz grave le interrumpió: «La Corporación Greene es sospechosa de graves violaciones de la ley. Hemos obtenido una orden de arresto. Ustedes dos vendrán con nosotros al cuartel general para una investigación más a fondo».

Esta voz…

Los ojos de Wendy se abrieron de par en par al volverse en la dirección de la voz y ver la silueta de un hombre alto y apuesto que se acercaba.

¡Vinson!

Wendy se quedó clavada en el sitio y se estremeció violentamente.

Seguía vestido de negro como cuando estaba entre bastidores y tenía un aspecto extremadamente intimidante, con un equipo de miembros de las Fuerzas Especializadas siguiéndole detrás.

Todos los que estaban ante ellos saludaron respetuosamente a Vinson en cuanto lo vieron.

«¡Capitán Nightshire!»

Los ojos de Cecilia se abrieron de par en par por la sorpresa. «¿Tú? ¿Eres el capitán de las Fuerzas Especializadas?».

Vinson ignoró su pregunta y se limitó a mirarla como si fuera una asquerosa cucaracha mientras ordenaba: «¡Llévenselas!».

Los miembros de las Fuerzas Especializadas esposaron a las dos y las arrastraron fuera mientras Wendy luchaba en vano.

Era la primera vez que experimentaba semejante humillación.

Podía sentir claramente que todos los alumnos y padres la miraban como si fuera una especie de villana.

No, no puedo ir a la cárcel. Me espera un futuro brillante.

«¡Mamá!» Wendy miró a Cecilia con aire suplicante, sólo para ver cómo echaba la cabeza hacia atrás mientras reía como una loca.

«Jajajajaja…»

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