Subastada por el presidente
Capítulo 17

Capítulo 17:

Oh, al diablo con eso. In for a penny in for a pound y todo eso.

«La verdad es que sí que hay. Podría alguien comprarme unos vaqueros y una camiseta lisa cuando abran las tiendas, por favor. Talla catorce, largo petite en los vaqueros». Lanzó una mirada a Logan, algo avergonzada por tener que decir su talla delante de él, pero el hombre ya había explorado cada centímetro de ella. Él sabía muy bien que ella no era un tipo de modelo insecto palo, y parecía que le gustaba su cuerpo lo suficiente. Su mirada se calentó al recorrer lentamente su cuerpo, y Hannah terminó la llamada sin aliento.

«Pagaré la ropa, por supuesto». Logan negó con la cabeza.

«De ninguna manera. El estado de tu vestido es culpa mía, después de todo».

Hannah quiso discutir, pero los golpes en la puerta la detuvieron. Logan la abrió y se apartó para dejar que el botones, de aspecto cansado, empujara el carrito que contenía un gran cubo de hielo y varias toallas de mano dobladas.

«Déjelo ahí, gracias». Logan se acercó a la silla que sostenía su chaqueta de esmoquin, sacó la cartera y entregó un billete al joven.

«Por su tiempo».

«Gracias, señor.» El joven, que no tendría más de dieciocho años, hizo una reverencia, miró a Hannah, se sonrojó y salió corriendo de la habitación.

La risa divertida de Logan la inundó, mientras se acercaba y envolvía un generoso puñado de hielo en una de las toallas.

«Creo que el pobre chico no sabía dónde mirar, aunque no puedo culparle.

Estás muy sexy con esa camiseta… ay».

Hannah le puso el hielo en la mano con mucha más fuerza de la necesaria y le sonrió cuando él la miró.

«Eres un mentiroso, Logan Bryce. Ahora estate quieto y deja que el hielo te baje la hinchazón».

Logan refunfuñó algo y le tiró del pelo por detrás de la oreja con la mano que no estaba herida.

«Y tú, dulce pequeña Hannah, tienes una vena decididamente mandona».

«Y no lo olvides».

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