Su apasionada protección
Capítulo 165

Capítulo 165:

«Abuela, ¿por qué lloras? Por favor, no llores. ¿Quién es esta señora que te hace llorar?» preguntó Moa en voz baja mientras se acercaba a ellos.

Ambas hermanas lo miraron, y Blake sonrió, levantándolo. «Moa, esta es mi hermana mayor, Larrisa. Estaba llorando porque hacía años que no la veía, y además es tu abuela».

«¡Vaya!» exclamó Moa. «¡Mamá, qué suerte tengo! ¡Tengo tantas abuelas! Espero que no me escondas más abuelas porque ¡me muero de curiosidad!». Se volvió hacia mí y puso mala cara.

Larrisa, sintiéndose débil, se sentó en una silla de jardín. Mirándola con preocupación, Moa se sintió triste por ella. Se bajó del abrazo de Blake y abrazó a Larrisa, que le observaba con cariño.

Cuando terminamos el almuerzo, preparado por la cocinera, la tía Larrisa me miró y me dijo que tenía algo importante que decirme, pero que no estaba segura de que mamá se tomara la noticia a la ligera.

Blake insistió en que quería saberlo. Con Moa fuera jugando con Xavier, tuvimos la oportunidad de hablar libremente.

Larrisa miró a Rodden y empezó: «Rodden, te habrás preguntado por qué, de repente, tras la muerte de tu abuelo, te dije que hicieras las maletas y nos mudamos a Maynooth».

Rodden asintió.

«Bueno, después del funeral, fui detrás de la casa a esconderme, no quería que Blake o Larry me vieran. Oí unas voces y me dirigí hacia el estudio de papá, donde oí a Kate y Larry en plena conversación».

«Kate le decía a Larry que debía matar a Blake, ya que no les era útil. Pero Larry sabía que papá había transferido todo a nombre de Río, y Blake sólo tenía la compañía de su marido. Matar a Blake levantaría sospechas, así que decidieron no hacerlo, considerándola la gallina de los huevos de oro de Larry. Pero lo que más me impactó fue oír que habían matado al padre de Río sólo para acercarse a Blake».

Blake jadeó, las lágrimas le corrían por la cara. «Oh, Dirk, ¿qué he hecho? Me casé con el hombre que te mató. Soy una mujer tan patética. Soy responsable de las muertes de tu marido y de tu padre. Hice que los mataran a todos porque fui egoísta».

«No, Blake, no fue culpa tuya», dijo Larrisa, abrazando su forma temblorosa.

«¡Pero lo hice, Larrisa! Ni siquiera te reconocí como mi hermana todos estos años. ¿Cómo puedes ser tan indulgente?»

«Cállate, Blake, y cálmate. No fue culpa tuya. Larry es manipulador; sabía cómo jugar con tus emociones. Eras vulnerable después de perder a tu marido a una edad tan temprana, y él se aprovechó de eso. Papá vio a través de su fachada, pero te quería mucho. Nunca te culpó porque quería verte feliz. Así que no te culpes por lo que pasó; todos tratábamos con criminales despiadados. Nunca me enfadé contigo; lo entendía. Si yo estuviera en tu lugar, quizá habría hecho lo mismo. Lo que importa ahora es que estamos juntos, como quería papá, y que esos criminales están entre rejas -explicó Larrisa con cariño.

Blake se acurrucó en su abrazo, disculpándose repetidamente.

Lloré al ver a las hermanas, pero sentí una oleada de rabia. Salí en busca de Moa, que estaba jugando fuera.

Nick me siguió, tirando de mí en su abrazo mientras yo empezaba a llorar histéricamente. Me dejó llorar y luego me guió hasta una silla, arrodillándose a mi lado mientras me cogía la mano sin decir nada.

«Nick, quiero que empieces el juicio por los crímenes de Kate y Larry lo antes posible. Quiero que se les castigue por todo lo que han hecho», dije con fiereza.

«He hablado con mi abogado. El juicio empezará dentro de diez días, ya que el tribunal ha fijado una fecha posterior al día quince. No te preocupes; buscaremos justicia por las muertes de todos y el sufrimiento que padecieron nuestras familias», me aseguró Nick suavemente, al notar la frialdad de mis ojos. Me abrazó durante un rato, intentando aliviar el dolor que me embargaba.

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