Capítulo 162:

Mientras Rodden y Rio estaban ocupados hablando, Nick recibió un mensaje en casa. Cuando lo abrió y vio las fotos, se puso furioso. Le dijo a Moa que se fuera a descansar un rato porque tenía que terminar un trabajo urgente. Sin perder tiempo, se subió a su coche y se marchó a toda prisa.

«Rodden, me encantaría conocer a la tía Larrisa, pero ¿puedo hacerlo mañana? Como ves, es el cumpleaños de mi hijo, y necesito llegar a casa a tiempo para su tarta.»

«¿Qué? ¿Tienes un hijo? ¿Quieres decir que tengo un sobrino?» dijo Rodden sorprendido.

«Sí, Rodden, tienes un sobrino que cumple seis años este año. ¡Ven conmigo a conocerlo! Seguro que le hará mucha ilusión y te querrá tanto como yo». le dije alegremente.

«Oh… no estoy seguro…»

«No pasa nada, confía en mí», le aseguré.

Después de pagar la cuenta, recogimos la tarta de Moa. Al salir, tropezamos inesperadamente con alguien, que me miraba con enfado.

«¡Cassey, eres tan desvergonzada!» exclamó. «Estás casada con Nick y te lanzas sobre mi novio. ¿No tienes vergüenza?» Levantó la mano para abofetearme, pero Rodden la agarró rápidamente de la muñeca.

«Amanda, ¿cómo te atreves a tratar de golpearla?» Rodden ladró.

«Rodden, ¿no ves que está casada con Nick pero intenta seducirte?». Amanda respondió enfadada.

«No debes creer todo lo que ves hasta que conozcas toda la historia. Y no creo que necesite explicarte nada, Sam, ya que eres egoísta como tu madre y siempre piensas en ti mismo. Hemos terminado». Dijo Rodden enfadado.

«¡Pero Rodden, te quiero! Por favor, no metas a mi madre en esto; no quiero tener nada que ver con ella. Está muerta para mí, pero tú me importas». suplicó Amanda, acercándose para abrazarlo.

Pero Rodden se apartó de ella, cogiéndome de la mano y avanzando. Justo entonces, el coche de Nick se detuvo. Se dio cuenta de que Rodden me cogía de la mano e inmediatamente se bajó, dando zancadas hacia nosotros. Xavier, que estaba en el otro coche, contuvo la respiración al ver a Nick acercarse.

Nick me quitó la mano del agarre de Rodden y dijo: «Cariño, se está haciendo tarde. Deberíamos irnos a casa».

Amanda corrió delante de Nick, exclamando: «Nick, has visto las fotos que te envié. Mira, tu mujer te está engañando. ¡No tiene vergüenza!»

Nick fulminó a Amanda con la mirada y replicó: «Amanda, mi mujer es mi responsabilidad y sé que nunca me engañaría. Ahora apártate de nuestro camino; tenemos que irnos a casa». Pasó junto a ella, cogiéndome de la mano.

Rodden le siguió y Amanda empezó a gritar su nombre. «¡Rodden, vuelve! Te quiero, ¡no me dejes!»

Pero Rodden la ignoró, continuando hacia su coche.

Rio se detuvo frente a su coche e invitó a Rodden a seguirnos a la villa. Nick la observó pero no dijo nada.

Después de subirnos al coche y conducir un rato, con Xavier y Rodden siguiéndonos de cerca, rompí el silencio. «Cariño, siento no haberte informado de que venía a reunirme con Rodden, pero era urgente».

Nick me miró sombríamente y dijo: «Rio, no estoy enfadado contigo. Cuando Amanda me envió esas fotos, me preocupó que pudiera hacerte daño, así que vine corriendo. Confío en ti y nunca he dudado de ti. Pero, ¿qué está pasando con Rodden?».

Le miré con cariño y le conté toda la historia.

Nick suspiró suavemente. «Pobre Rodden. Sabía que le pasaba algo, pero me alegro de que os hayáis encontrado. Visitaremos a su mamá mañana, pero primero, celebremos el cumpleaños de nuestro hijo. Está muy emocionado y no quiero que su madre llegue tarde».

Sonreí y le cogí la mano, agradecida por su comprensión. «Gracias por confiar en mí. Te quiero, Nick».

Me besó la mano y susurró: «Y yo a ti».

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