Solo para poder recuperar tu amor
Capítulo 98

Capítulo 98:

En primer lugar, como guionista, la inspiración casi siempre llegaba de repente. Y cuando le llegaba la inspiración, tenía que apretarse el cinturón y escribir. De lo contrario, esa inspiración pasaría, y sería un desperdicio.

En segundo lugar, necesitaba dinero para valerse por sí misma.

Si terminaba el guión antes de tiempo, podría emprender otro proyecto, y más proyectos significaban más dinero.

«Parece que desde que me dejaste, lo estás pasando muy mal». Al ver que Chelsea le había ignorado desde que empezó a hacerle preguntas, Edmund no pudo evitar burlarse de ella. Después de todo, había sido ella quien había sido ingenua e impulsiva al divorciarse de él.

Al oír eso, Chelsea levantó la cabeza y lo miró seriamente. «Prefiero vivir una vida dura que quedarme y pudrirme en un matrimonio sin amor. Al menos por mi cuenta, soy feliz y libre».

Edmund no esperaba una réplica tan mordaz por parte de Chelsea, así que se quedó atónito por un momento.

«Estuvimos casados tres años, pero ni una sola vez me sentí querida o siquiera vista por ti. Eso me hizo preguntarme si era una mala persona, y después de un tiempo, llegué a creer que lo era. Incluso pensé en quitarme la vida. Nadie iba a echarme de menos de todos modos, así que no importaba si me moría».

Después de decir eso, Chelsea apartó la mirada, intentando contener las amargas lágrimas que amenazaban con rodar por sus mejillas.

Estaba diciendo la verdad, y no exageraba en absoluto.

Cuando estaba casada con Edmund, pensó en quitarse la vida, porque en aquel entonces, realmente no podía determinar el valor de su propia existencia.

Había hecho todo lo posible para que su matrimonio funcionara. Había tratado a Edmund, a su familia y a sus amigos con sumo respeto y amor incondicional, pero todos sus esfuerzos habían sido en vano. Edmund nunca le mostró ningún tipo de aprecio.

Una noche, se sentó en la bañera con un cuchillo en la mano. Estaba dispuesta a cortarse la muñeca y acabar con todo, pero después de derramar todas las lágrimas que había retenido durante mucho tiempo, la claridad descendió sobre ella.

Entonces, se dio cuenta de que le quedaba una cosa por la que vivir: ella misma.

Tras escuchar las palabras de Chelsea, Edmund la miró con ojos llenos de asombro.

No esperaba que su indiferencia le hubiera infligido un dolor tan grande. Se desentendió de ella hasta que pensó en suicidarse.

Edmund abrió la boca para decir algo. Sin embargo, se dio cuenta de que nada de lo que dijera cambiaría nada ahora.

Fay llamó a la puerta con la comida que había comprado para Chelsea. Al darse cuenta de que había algo raro en la sala, miró a Edmund.

¿Habría dicho su jefe algo horrible para que hubiera tanta tensión en el ambiente? Fay se sintió un poco decepcionada con Edmund.

Había sido amigo de Yusuf durante muchos años. ¿Por qué no había aprendido nada de su amigo sobre cómo hacer felices a las chicas?

Aunque Yusuf era un playboy, era considerado y amable. Por eso muchas mujeres seguían sintiéndose atraídas por él, aunque supieran que no era más que un viejo ligón.

A Edmund no se le daba nada bien tratar a las mujeres. De hecho, podía exasperarlas con una sola palabra.

Fay suspiró con el corazón. Luego, se acercó a Chelsea y le dijo: «Te he comprado comida, Chelsea. Adelante, come».

Chelsea cogió el bocadillo y sonrió a Fay. «Gracias, Fay. Chelsea se puso a comer ignorando a Edmund todo el tiempo.

A Edmund le molestó su silencio. Se acercó a la ventana y miró por ella con el ceño fruncido.

Mientras Chelsea comía, Fay le dijo amablemente: «No puedes volver a tu casa por un tiempo, o Garry irá allí y te volverá a causar problemas».

Al oír eso, Chelsea se detuvo un momento. Luego, dijo abatida: «Tienes razón, no puedo volver».

Garry no la dejaría ir fácilmente, y definitivamente seguiría buscándola.

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